La
presidenta de Chile, Michelle Bachelet, ha firmado este lunes un
proyecto de ley de reforma laboral que modifica el Código del Trabajo,
remanente de la dictadura de Augusto Pinochet, a fin de mejorar la
representación sindical y el sistema actual de relaciones laborales.
"Hoy estamos presentando una deuda que teníamos con los trabajadores de Chile. En una sociedad democrática deben ir de la mano la legitimidad y cohesión social, es justamente en el trabajo donde comienza la lucha social", ha afirmado la mandataria al respecto.
La reforma, que será enviada en esta jornada al Congreso para ser debatida desde el próximo lunes 5 de enero, impide el reemplazo de trabajadores en huelga, consagrado en la legislación de Pinochet y que en la práctica limitaba al extremo el derecho de huelga de los trabajadores chilenos.
Entre las principales características de esta iniciativa está el reconocimiento a la titularidad sindical, es decir, que si el empleador quiere ampliar los beneficios de una negociación colectiva a aquellos trabajadores no sindicalizados, debe tener el consentimiento del sindicato.
Por otra parte, busca crear empleos con mejores salarios y protección social, mayores capacitaciones, crecimiento de plazas de empleos, modernizar la institucionalidad laboral, mejorar sistema de cuidado infantil con el fin de incluir a las mujeres mucho más al campo laboral. Mejorar la negociación colectiva y fortalecimiento sindical.
En relación a los puntos fundamentales que abarcará la reforma laboral, Bachelet ha reiterado que "en esta agenda los tres énfasis son mejorar la calidad del empleo, aumentar la capacitación, y mejorar la institucionalidad para fortalecer y actualizar la Dirección del Trabajo".
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