Radio La Retaguardia. 26 de diciembre de 2014
Lo
expresó el escritor y periodista venezolano en diálogo con el programa
Sueños Posibles, que conducen Alfredo Grande e Irene Antinori en Radio
La Retaguardia, de Buenos Aires.
Fue ante la reanudación de las
relaciones entre Cuba y Estados Unidos, a la que Guerrero calificó como
“un triunfo diplomático de carácter simbólico, pero de trascendencia
histórica para Cuba”.
El
escritor enfatizó en el rol que deberían tener los gobiernos
latinoamericanos en esta coyuntura para no facilitarle la tarea a
Estados Unidos de devolver la isla caribeña al sistema capitalista. “No
hay un solo país del mundo que pueda mostrar la resistencia de más de
medio siglo que mostró un pueblo tan pequeño, sin recursos naturales
para sobrevivir, como Cuba. No es Venezuela, no es Arabia Saudita, no
tiene recursos industriales para resistir más de 50 años de bloqueo.
Argentina fue bloqueada de 1943 a 1945, no salía ni entraba nada para
Estados Unidos y lo pudo soportar porque era un país que tenía un
desarrollo industrial de cierto vuelo, y otros países en algún momento,
como la Rusia soviética, en algún momento también China pero por poco
tiempo, pero desde la existencia de la exURSS todos los Estados post
capitalistas pudieron servirse del comercio soviético. Eso no puede
ocurrir hoy, por ejemplo con Corea o China. Sólo Venezuela y aún no se
decide a ser socialista.
El pueblo y el gobierno cubano,
manifestó, tienen un mérito histórico por haber resistido y haber hecho
retroceder en su diplomacia a Estados Unidos, cuya estrategia era y es
doblegar al pueblo cubano y hacerlo capitular. Eso lo logró con Vietnam
en 12 años, con China por otras vías en 22 años, ya saben que se puede,
entonces lo intentarán con Cuba. Yo celebro la resistencia cubana al
bloqueo, al dominio yanqui y a la tentación del sistema del capital”,
aseveró Modesto Guerrero en comunicación con el programa Sueños
Posibles.
De todos modos, el escritor y periodista venezolano
aclaró sus preocupaciones ante este acuerdo entre Cuba y Estados
Unidos: “Después de levantar la copa, el deber es pensar, preocuparse,
porque ningún imperio en la historia hizo algo de regalo o por gracia,
y esta medida tiene un solo objetivo que es recuperar a Cuba para el
sistema de estados de América Latina en el circuito OEA, FMI, etc., y
para los capitales privados. De esto se trata el pensamiento crítico.
Ese es el secreto, no se trata de una cuestión político-militar, no
necesitan invadir y no pudieron invadir, salvo en Bahía Cochinos y
fueron derrotados, entonces lo intentan por las estructuras económicas
ofreciéndole a Cuba lo que más implora su economía, capitales de
inversión”.
La mediación papal En cuanto a la
intervención del Papa Francisco para conseguir esta reanudación de
relaciones, Guerrero fue contundente. Consideró que el Sumo Pontífice
está en la misma búsqueda que Estados Unidos de devolver a Cuba al
sistema del capitalismo internacional: “ahí no hay duda que tener, el
propio Papa lo ha dicho en dos oportunidades en (el diario italiano) Corriere della Sera
y bastante claro fue; lo mismo que dijo el New York Times en su
editorial del jueves de la semana pasada, dijo exactamente que
necesitamos normalizar Cuba, es el programa del New York Times que es
la conciencia del imperio norteamericano, y necesitamos facilitarle –
dice – las posibilidades económicas financieras y sociales - esa es la
parte que oculta - para que Cuba se integre de nuevo al sistema
latinoamericano.
¿Cuál es el peligro social? Pues, el que les ha
resultado más difícil. Como sabemos, no es un peligro fatal que entre
capital privado a un Estado cuya economía está controlada por un plan,
el problema es cuando de los capitales nuevos y sus personificaciones
concretas se mixturan con la burocracia de la administración de Estado
en un solo interés económico-social, en ese momento surge por simbiosis
una clase dominante nueva, eso ocurrió en China, Rusia, Polonia,
Hungría, etc. Aún no ha ocurrido en Cuba, por eso los Estados Undios no
han avanzado mucho, apesar de que hay, desde desde la década del ’80,
capitales privados sobre todo en el turismo, y desde hace seis años en
cuatro sectores más. No podrán devolver a Cuba al capitalismo mientras
no construyan una clase pro-capitalista. Mira, por ejemplo, el caso de
Venezuela. Es muy ilustrativo: existe una real disputa entre socialismo
y capitalismo, la vanguardia, parte del gobierno y un sector consciente
del pueblo quieren ir al socialismo, pero en Venezuela funciona una
clase dominante concentrada, bancaria y comercial bien capitalista, y
una abigarrada y poderosa burocracia estatal enriquecida durante el
chavismo, sin esa unidad de intereses, no tiene explicación la
facilidad con la que el Departamento de Estado realiza sus tareas
contra la sociedad y el gobierno bolivarianos”.
Crimen histórico
“Los
gobiernos latinoamericanos pueden cometer un crimen histórico del que
no tienen conciencia y lo vamos a pagar caro, ellos como gobierno,
nosotros como pueblo”, advirtió Modesto Guerrero a Radio La
Retaguardia. “¿Saben ellos que están facilitándole la tarea a Estados
Unidos de devolver a Cuba al capitalismo? –se preguntó–. Por qué no le
ofrecen a la debilitada Cuba los capitales que Estados Unidos y Europa
le van a ofrecer para un objetivo opuesto. Venezuela le da todo lo que
puede. Pero China, Irán, Rusia, Brasil y Argentina pueden darle entre
todos 50 mil millones de dólares, no sé, 20 mil millones, en préstamos
o en facilitación de créditos para soportar el embate que tiene Cuba en
este momento. El ALBA debe realizar un operativo de urgencia en el
mismo sentido. Algo de eso propuso Borón hace cuatro años (se refiere
al profesor Atilió Borón). Bueno, están haciendo lo contrario: Brasil,
Ecuador, Uruguay y Argentina buscan acuerdos con la Alianza del
Pacífico.
Al no hacerlo, Cuba quedará entonces en manos de los
capitales internacionales que andan buscando lo que andan buscando. Yo
creo que Lula quiere que Cuba sea devuelta a la “normalidad
capitalista”. Lo cierto es que lo que no hagan ahora, facilitará a
Estados Unidos su tarea de reconquistar a Cuba”.
Yo se que
existe una cultura de la fe en nuestros valores socialistas y en las
conquistas propias, eso es humano en términos psico-sociales, pero la
historia se compone de cosas más complejas, y a veces, advertir un
riesgo puede ser tomado como una afrenta a esa fe. Mucha izquierda
latinoamericana vive de la fe, una suerte de “teleología marxista”.
En
su análisis, Guerrero incluyó especialmente la situación de su país
natal, Venezuela: “Para comprender la perspectiva cubana hay que
incluir a Venezuela en el paquete geopolítico, porque Venezuela está en
la peor situación económica de los últimos 15 años, con un presupuesto
calculado a 60 el precio del crudo, y un precio petrolero por debajo de
50, y en 35 para los próximos dos, tres años según los expertos
petroleros. Entonces Venezuela ya no puede sostener a Cuba como lo ha
hecho hasta ahora, a cambio del personal especializado de Cuba en
educación y salud. El chavismo en el poder es una parte de la apuesta.
Estados Unidos sabe que el chavismo puede ser desplazado del gobierno
en Venezuela en dos o cinco años; ellos saben que si en este momento
hubieran elecciones en Venezuela, (el actual presidente Nicolás) Maduro
o el chavismo podría perder, esos son los cálculos de expertos
chavistas, como Luigi Bracci, entre otros. Ese es el delicado peligro.
Esa es la perspectiva de Estados Unidos. No olvidemos que hay una
tendencia decreciente del voto progresista en América latina, excepto
en Bolivia. Tampoco olvidemos que es marcada la tendencia a la
moderación de los gobiernos progresistas”.
Facilitándole la tarea al Imperio Guerrero
recordó además que hace unos días Mercosur votó pactar con la Alianza
del Pacífico: “Ecuador ingresó como observador, Uruguay es miembro,
¿qué juego estamos jugando? ¿Es tan difícil que los gobiernos
progresistas comprendan que están facilitándole la tarea a sus propios
enemigos? Hace varios meses reclamé por el regalo que le hizo a la OEA.
La convirtieron en el escenario de defensa de Argentina contra los
Fondos Bruitre, la misma OEA que vive atacando al gobierno argentino.
¿Y entonces? ¿Para qué carajos se crearon la UNASUR y la CELAC?,
protesta Guerrero.
Durante 100 años, ese pragmatismo idiota ha
sido un factor clave en las derrotas. No es solo que el imperialismo es
malo, lo será hasta que se muera; el problema es que nuestros errores
por omisión o acción facilitan la tarea, y en este momento le están
facilitando la tarea. Cuba debe ser sostenida por la América Latina
progresista, por sus pueblos y vanguardias. No le vamos a pedir a
Santos (Juan Manuel, presidente de Colombia) que ayude a Cuba, pero sí
a estos cinco o seis gobiernos llamados progresistas, sobre todo a
Venezuela, Argentina y Brasil, dos economías intermedias y una, Brasil,
de escala global. Venezuela le ha dado hasta el cable submarino para la
banda ancha, pero Argentina y Brasil tienen una responsabilidad
histórica por ser dos países grandes y fuertes con capacidad de
prestar. No le vamos a pedir a Bolivia que ayude a Cuba, que lo hace
por otras vías. A eso le llaman responsabilidad histórica.
En
cinco años o en diez cuando brote una clase capitalista en Cuba, así
sea pequeña, y en ella se apoye el imperialismo para recapturar Cuba,
lo lamentarán y llorarán. O lo más probable, guardarán inescrupuloso
silencio. Yo me niego a ser corresponsable consciente de ese final. No
olvidemos que así fue con Vietnam, con Europa del Este y con China. Esa
es la responsabilidad que tienen hoy los que dirigen gobiernos”.
La estrategia del ajedrez
El
acuerdo incluyó la liberación e “intercambio” de presos. Fue así como
-tras 15 años de detención en Estados Unidos- volvieron a su país Ramón
Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández, tres de los cinco
héroes cubanos antiterroristas. Al respecto, Modesto Guerrero
reflexionó: “ese canje no está mal, porque inclusive gana Cuba, creo
que fueron 53 por 3.
Gana en términos técnicos, hay que verlo
subordinado a la estrategia o a la línea general que define el curso de
la negociación, que el año que viene haya una embajada en Cuba eso no
sería problema, el problema es si Cuba afloja en el plan económico. Si
lo hace será fisurado el plan y el Estado y los capitales pasarán de la
inversión en la estructura económica a las formas políticas, jurídicas,
intelectuales, periodísticas. Un Estado socialista puede compartir por
un tiempo con capitales privados, mientras se repone, no hay problema
en eso si el Estado y el gobierno --ojalá y bajo un nuevo control
social regulatorio del poder-- se haga en Cuba.
Porque lo que
viene ahora no son capitales chiquitos o en turismo y los servicios,
ahora llegarán capitales a montones en el azúcar, el níquel, a buscar
petróleo, en todas las áreas donde pueda haber producción, agricultura
y servicios. Es otra estructura económica la que se va a conformar y en
eso ellos pueden fisurar el aparato del Estado, el plan económico, el
monopolio político. Capitalismo es la negación del plan y la existencia
de una clase propietaria dominante, como hicieron en Europa del Este y
China. Si lograran eso, entonces Cuba tiene los días contados.
Yo
no digo esto como un deseo, se trata de un riesgo objetivo, y hablar de
Cuba solo levantando la copa, sin advertir de sus peligros, es como que
inicies una huelga y te ilusiones conque el enemigo te permitirá
fortalecer tu estado de fuerza para llevar la huelga hasta el final. Si
no adviertes el peligro eres el peor jugador de ajedrez y este es un
infernal juego de ajedrez de Estados Unidos para rescatar a Cuba al
sistema interamericano controlado por ellos”. En este punto, el
escritor venezolano reiteró la responsabilidad por delante de los
gobiernos latinoamericanos: “ellos (Estados Unidos) saben que Lula y
los demás gobiernos progresistas no son anticapitalistas, no van a
sostener a Cuba en el sentido de lo que es, si no de lo que debe ser
según ellos: un estado normalizado del sistema del capital. El problema
es que nuestros compañeros progresistas en funciones de Estado creen
que la defienden y que se trata de una hábil maniobra. (La presidenta
de Brasil) Dilma Rousseff le recomendó a Maduro hace un mes, en una
conversación privada, que pacte con la oposición burguesa. A esto,
algunos autores lo llamamos desde hace cinco años ‘el proceso de
reversión del progresismo hacia la derecha, así no sea neoliberal’,
señaló el analista internacionala Sueños Posibles.
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