(Twitter-La Jornada)
La explosión en instalaciones de la petrolera estatal mexicana Pemex en Reynosa, cerca de la ciudad de Reynosa (estado de Tamaulipas, nordeste), fronteriza con Estados Unidos, provocó la muerte de 26 personas; cuatro de los fallecidos eran trabajadores de la paraestatal y 22 de compañías contratistas, según un comunicado de la compañía.
El accidente ocurrió a las 10:45 horas en el Centro Receptor de Gas y Condensador de Pemex Exploración y Producción, localizado en el kilómetro 19 de la carretera Reynosa-Monterrey y desde donde llega el combustible procedente de la región de Burgos.
En ese punto se entrega el gas a Pemex y petroquímica básica para su distribución al resto del país. La paraestatal informó que el accidente “ocasionó daños al patín de medición así como a un ducto y algunas válvulas de control”.
En las instalaciones ubicadas en el kilometro 19 de la carretera Reynosa-Monterrey, se encontraban un promedio de 700 trabajadores, que tras la explosión fueron evacuados por elementos de Protección Civil, quienes también procedieron a desalojar dos ejidos próximos, San Valentín y La Ranchería.
En aras de controlar el incendio, Petróleos Mexicanos dispuso el cierre de válvulas que transportan el gas desde la Cuenca de Burgos. Fue así como se pudo apagar el fuego, cuyas llamadas alcanzaron una altura de 40 metros, visibles desde el lado americano.
Es la cuarta fuga que se registra en instalaciones de Pemex en Reynosa en lo que va del último mes.
El sábado 15 de septiembre ocurrió otro percance en la refinería Madero, donde murió José Eduardo Camacho, empleado de una empresa que trabaja para Pemex.
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