Por Osvaldo Rodriguez Martinez
Panamá,
4 jul (PL) La previsible confrontación sobre el futuro de la
Constitución panameña tomó fuerza hoy, con las posiciones de refundación
del país frente a las reformas anunciadas recientemente por el
presidente de la nación Juan Carlos Varela.
El analista político José Isabel Blandón arremetió en un canal local de
televisión contra la propuesta presidencial, que consideró "un parche" e
hizo un pormenorizado análisis de la situación económica, social y
política actual que crea riesgos para el país, y obliga a un consenso
nacional para reducir sus efectos.
Hizo énfasis en que si bien
el Ejecutivo ve resuelto el tema de los Papeles de Panamá, sus
consecuencias aún se enfrentan, como las confrontaciones con Francia,
Reino Unido y Colombia, después del aislamiento que provocó el
"bombardeo de noticias" negativas sobre la nación.
Otro tanto
sucede con lo que calificó de "intervención administrativa del Tesoro de
Estados Unidos", el cual confundió "a propósito" las relaciones
familiares de los Waked, libaneses nacionalizados panameños, cuyas
empresas fueron sancionadas extraterritorialmente por la Lista Clinton,
con graves efectos financieros y de tensión en el sistema bancario
local.
Por su parte, José Álvarez, presidente del Colegio
Nacional de Abogados, dijo a periodistas que su gremio está preparado
para enfrentar a quienes desde el gobierno propongan "parchecitos
reformatorios de la Constitución, que de seguro no van a incluir los
grandes problemas nacionales, como la Justicia".
Presentaremos nuestra opción y que el "pueblo decida si quiere parche o un verdadero cambio constitucional", sentenció.
Sobre la coincidencia de voces divergentes en un cúmulo de temas
nacionales explicó a Prensa Latina el profesor Juan Jované, excandidato
presidencial independiente: "nosotros hablamos de una Constituyente
originaria y eso no tiene que ver con el método de hacerla, sino con el
concepto".
Se trata de "refundar el país" -sentenció-, porque
después de la recuperación del Canal vino "toda esta política neoliberal
que ha desordenado el país" y tenemos que "encontrar un proyecto
nacional que funcione", que defienda la nación, que proyecte equidad
social y respete el medio ambiente.
"Un proceso constituyente es
el espacio para que la población panameña pueda discutir qué es lo que
quiere con este país en el futuro próximo y eso es lo que debe quedar
plasmado en una Constitución", expuso.
Declinó que pretender
equidad social, cuidar el ambiente, atender los problemas de salud y del
agua pueda molestar a Estados Unidos, y aplique la cláusula de
intervención contenida en los acuerdos canaleros Torrijos-Carter.
Un temor porque estas pretensiones justas generen tales reacciones, sería crear inmovilismo, agregó.
Tomó distancia de lo que otros piden y ejemplificó que la Cámara de
Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) quiere solo ajustes
a la actual Carta Magna, sin cambiar la naturaleza del Estado.
Al respecto, la Cciap reiteró "su compromiso en promover un escenario de
pacífica convivencia y tolerancia, indispensable para renovar la Carta
Magna, a través de reformas constitucionales puntuales y congruentes con
este tema".
Incluso, desde su autoexilio, hasta el propio
expresidente Ricardo Martinelli (2009-2014) clama por cambios
constitucionales, secundado por sus allegados en el partido Cambio
Democrático.
Hace apenas unos días el Partido Revolucionario
Democrático recordó a Varela el incumplimiento de su promesa de campaña
para efectuar una consulta amplia y sin secretos sobre una reforma a la
Constitución, a través de los mecanismos establecidos, los cuales
garanticen independencia a los órganos del Estado.
Durante el
informe a la nación el pasado viernes, tras dos años de gestión, el
Presidente afirmó que como resultados de los diálogos iniciados con los
gremios y la clase política del país, se están dando cambios importantes
para fortalecer los sistemas de salud, educación y gobiernos locales.
Elevar los acuerdos resultantes de estos diálogos a nivel
constitucional es clave para garantizar que los mismos no sólo sean
logros de un gobierno sino de todo el país, apuntó.
"Por lo
tanto, durante el próximo año trabajaremos una hoja de ruta de forma y
de fondo para hacer las reformas necesarias a nuestra Constitución
Nacional", aseveró.
Al decir de sus críticos, este anuncio
despertó suspicacias y dudas de cuáles serán los temas y su alcance,
incluso Blandón adelantó su criterio de que "no habrá reformas".
En el abanico de opiniones, igualmente de variados son los objetivos
que cada cual busca en la crítica situación de las instituciones básicas
del país, por tanto, expresión compartida de muchos panameños es que
los resultados serán proporcionales a quiénes sean los protagonistas del
debate, o los diputados de la pretendida asamblea originaria.
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