"Lamentamos
que no se haya podido avanzar y más aún que persistan en las vías de
hecho, esto afecta los derechos fundamentales de los ciudadanos, por lo
que insistimos en un desbloqueo humanitario", dijo el ministro del
Interior, Juan Fernando Cristo, en un comunicado haciendo referencia a los bloqueos de vías que mantienen algunos de los manifestantes.
Cristo
señaló que las razones para congelar las negociaciones obedecen a que
los participantes en la protesta se niegan a mantener un corredor
humanitario para el paso de víveres, gasolina y medicinas a la ciudad de
Popayán, capital del departamento del Cauca (suroeste), donde varios de
ellos han cerrado la vía Panamericana y se han presentado graves hechos
de violencia en comparación con otras ciudades.
Según el
ministro, las comunidades rurales, indígenas y afro no quisieron
instalar la Mesa Única Nacional de Cumbre Agraria en la ciudad de Cali
(también en el suroeste y cercana a Popayán) el pasado fin de semana y
tampoco asistieron a la reunión extraordinaria que se esperaba llevar a
cabo este martes en Bogotá.
De
todas maneras, el Gobierno mantiene la disposición de avanzar en los
diálogos, destacó Cristo, aunque no negó su preocupación por el cierre
de vías en otros departamentos aparte del Cauca, como en Cesar (norte) y
en Huila (suroeste), todo lo cual "merece la mayor atención",
puntualizó, de acuerdo con un comunicado del Ministerio del Interior.
El
presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, advirtió el martes que su
administración respeta la protesta, pero no las vías de hecho, como las
que implican el bloqueo de carreteras.
"Quiero
hacer nuevamente un llamado a las personas que están protestando por
diferentes motivos. El Gobierno ha sido muy abierto al diálogo, ha
estado permanentemente dispuesto a dialogar en cualquier circunstancia,
en donde sea, pero nuevamente hago un llamado a que no acudan a las vías
de hecho", dijo Santos, quien agregó que de continuar, al Gobierno no
le temblará la mano para "hacer respetar los derechos del resto de
colombianos".
Tras conocerse esa declaración, la Cumbre Agraria
emitió en la tarde un comunicado en el que alertó de un posible desalojo
violento por parte de la Fuerza Pública en los puntos donde se
concentra la movilización
"Denunciamos la
actitud represiva y guerrerista del presidente Juan Manuel Santos cuando
afirma que no le temblará la mano para despejar las vías, ello implica
el uso de la fuerza desmedida y abusiva de la Fuerza Pública y alertamos
las consecuencias que ello puede tener para la vida e integridad física
de quienes estamos exigiendo al Gobierno Nacional diálogo y atención a
nuestras justas reivindicaciones sociales", indicó la misiva.
Las
comunidades rurales, indígenas y afro de Colombia realizan un paro
pacífico indefinido desde el lunes en reclamo de acuerdos que el
Gobierno no ha cumplido, entre los que se destacan protección de
derechos humanos, paz y garantías, políticas efectivas de sustitución de
cultivos ilegales, adecuada y equitativa distribución de la tierra,
mayor impulso a proyectos productivos, entre otros.
Tales acuerdos
fueron pactados en 2013 y 2014, luego de que los sectores campesinos e
indígenas de Colombia manifestaron sus reivindicaciones en dos huelgas,
pero hasta hoy, según los denunciantes, el Gobierno no ha cumplido con
ninguna de sus promesas, mientras que la administración del presidente
Santos señala lo contrario.
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