Por su importancia continental, México está llamado a ser
parte de la solución del conflicto en Venezuela sin importar el
instrumento de negociación, opinó el embajador retirado Rubén Beltrán
Guerrero.
Consultado sobre la pertinencia del Mecanismo de Montevideo –creado
en febrero de este año entre México, Uruguay, Bolivia y los 14 gobiernos
de la Comunidad del Caribe para impulsar el diálogo en Venezuela–
Beltrán Guerrero dijo que existen voces que se apresuran para dar por
muertos o vivos ciertos esquemas de negociación internacional, pero en
la diplomacia la creación de instrumentos no es el objetivo en sí mismo,
sino llegar a soluciones,
y lo importante es la voluntadpor formar parte de ella.
Al hacer una alegoría con un automotor, el embajador (quien en 2012
fue subsecretario para América Latina y el Caribe de la cancillería)
explicó a La Jornada que Venezuela ahora necesita uno de
tracción en las cuatro ruedas para que haya movimiento y se genere una
inercia creativa que solucione problemas.
Beltrán Guerrero, asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales, señaló que
la medalla se la ponen quienes solucionen el problema. Eso es lo que nos importa y México, por su peso y voluntad política reiterada, tiene que estar en un mecanismo de solución, sin importar el nombre o sus integrantes. De llegar a un acuerdo (sea cual fuere), se requerirá promover alivio económico con flujo para capitalizar al Estado; un plan de modernización de infraestructura básica y un plan de atracción de inversión productiva.
Asimismo, expresó Beltrán, en una crisis como la que ha tenido
Venezuela por tanto tiempo, la cooperación internacional para el
desarrollo, podría contribuir a la reconstrucción, actualización o
modernización de instituciones.
Consultado por separado, Mario Torrico, investigador de la Facultad
Latinoamericana de Ciencias Sociales (Flacso), descartó que la solución
provenga desde la diplomacia, incluida la iniciativa mexicana de sentar a
negociar a las partes.
Para el politólogo, las intervenciones perdieron sincronización y a
pesar del aislamiento en el contexto diplomático, el gobierno de Nicolás
Maduro permanece en el poder.
El único mecanismo internacional que podría tener efecto es cortar el flujo de recursos a Venezuela, pero eso significaría en lo inmediato más sufrimiento a la población, advirtió Torrico.
Ana Langner
Periódico La Jornada
No hay comentarios:
Publicar un comentario