Contrastes políticos en el terreno
La ofensiva de los
poderes fácticos de los grandes medios de comunicación, las oligarquías y
burguesías locales, los aparatos judiciales, las iglesias
fundamentalistas conservadoras y los partidos neoliberales, todos ellos
apadrinados por los tentáculos del imperialismo, han conseguido en los
últimos años revertir los procesos nacionalistas y antiimperialistas de
liberación nacional así como los procesos de integración latinoamericana
y caribeña que avanzaron en los años precedentes, abriendo un rumbo
incierto en la política regional.
La elección de Jair Bolsonaro como
presidente de Brasil es, en este periodo, la culminación de un Golpe de
Estado contra la presidente Dilma Rousseff y la persecución sañuda y
malintencionada contra Lula Da Silva, tomando en cuenta la importancia
estratégica de Brasil en los equilibrios geopolíticos y geoeconómicos.
Por otra parte es también parte de la escalada de agresión la iniciada
en 2014 contra la revolución bolivariana de Venezuela, el ascenso
electoral del neoliberal Mauricio Macri en Argentina y el alineamiento
de varios gobiernos en el llamado Grupo de Lima, adherido a las
políticas Donald Trump.
Sin embargo, un viento de esperanzas se
levanta con el triunfo electoral de Andrés Manuel Lopez Obrador en
México quien, en sus primeras declaraciones, ha marcado clara distancia
con los regímenes neoliberales de las últimas décadas, anunciado medidas
para enfrentar los grandes problemas internos y manifestado su decisión
de mantener mejores relaciones con sus pares latinoamericanos y
caribeños. Marcando terreno ha invitado a Nicolas Maduro, Daniel Ortega,
Evo Morales y Miguel Diaz a su posesión el primero de diciembre
próximo.
La importancia de México radica en la influencia
continental que tuvo en su momento la Revolución Mexicana, su política
internacional totalmente soberana frente a Estados Unidos hasta la
llegada de los gobiernos neoliberales de los últimos treinta años. Fue
durante treinta años (1959-1989) un defensor de la soberanía y los
derechos cubanos frente a la embestida y el bloqueo norteamericano y
ahora representa las posibilidades de frenar la ofensiva xenófoba del
gobierno de Washington.
La política norteamericana sobre América
Latina y el Caribe se inscribe en la dinámica de la multipolaridad de la
geopolítica mundial y ahora enfrenta a la potencia política, económica,
financiera, comercial y militar de China, Rusia, India e Irán que han
desarrollando relaciones importantes con prácticamente todos los países
de la región, dejando en una situación de debilidad e incertidumbre su
tradicional hegemonía.
Esto no descarta que el gobierno de Trump
continúe con sus amenazas, agresiones e invasiones tomando en cuenta que
tiene más de setenta bases militares desplazadas en la región y su
Cuarta Flota Militar en navegación permanente, con el apoyo cómplice de
gobiernos como los de Macri en Argentina, Piñera en Chile, Duque en
Colombia y ahora Bolsonaro en Brasil, los que sin embargo empiezan a
sentir las movilizaciones y protestas del pueblo contra sus políticas
antinacionales y antipopulares.
Eduardo Paz Rada. Sociólogo boliviano y docente de la UMSA. Escribe en publicaciones de Bolivia y América Latina.
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