Russia Today
Traducción del francés Susana Merino |
La caravana de emigrantes en dirección a EE.UU. de El Salvador y Honduras el 31 de octubre
Denigrado
por algunos, el pacto de la ONU sobre las migraciones se firmará en
diciembre. El texto destaca la necesidad de poner en marcha políticas
muy favorables a las migraciones, factores de "prosperidad y de
desarrollo sostenible".
El "Pacto mundial para unas migraciones
seguras, ordenadas y regulares", que será aprobado el 10 y 11 de
diciembre en Marruecos por los Estados miembros de la ONU, encuentra
cada vez más desconformes a medida que se aproxima la fecha de su firma.
Pero, ¿cuál es el verdadero contenido de http://undocs.org/fr/A/CONF.231/3 y que pretende ser "no vinculante" para los países firmantes?
Se
basa en primer lugar en la constatación de que los migrantes y los
refugiados gozan "de las mismas libertades y de los derechos humanos
universales", pero que solo los refugiados se benefician de la
protección internacional que define el derecho internacional de los
refugiados. Por consiguiente, este pacto mundial concierne a los
migrantes y partiendo del principio de que ningún Estado puede gestionar
individualmente el problema de las migraciones, establece lo que
califica de "marco de cooperación" para gestionarlo en todos los
aspectos.
La ideología en que se fundamenta el texto es muy
clara: en tiempos de la globalización la ONU ve en las migraciones un
factor de "prosperidad, innovación y desarrollo sostenible", y desea, en
consecuencia, poner en marcha una gobernanza mejor con el objeto de
"optimizar estos efectos positivos".
Con el objetivo de que las
"migraciones beneficien a todos", se han fijado 23 objetivos y se han
detallado las medidas necesarias para lograr cada uno de ellos.
Evidentemente, se hallan presentes medidas tendentes a proteger a los
inmigrantes, especialmente en el objetivo 9, que prevé fortalecer la
lucha transnacional contra el tráfico de migrantes, o en el objetivo 10
cuyo objetivo es eliminar la trata de personas.
Alentar la inmigración más que controlarla
Pero
el texto incluye muchos otros aspectos que tienden a fomentar la
inmigración más que a controlarla. Así, en el objetivo 5 los firmantes
se comprometen a organizar unas opciones y redes de migración regulares,
accesibles y más flexibles "para facilitar la movilidad de la mano de
obra". Un aspecto que reaparece bajo diferentes formas y ocupa un lugar
central en el pacto: por ejemplo, el objetivo 18 pide a los Estados
encontrar soluciones para "facilitar el reconocimiento recíproco de las
cualificaciones y las competencias de los trabajadores migrantes".
El
texto se apoya además en la necesidad de poner en marcha políticas
globales para favorecer la plena integración de los migrantes y la
cohesión social. Y una vez defendida la idea de las sociedades
inclusivas o de la escuela "en el centro o programas comunitarios", se
establecen herramientas para que los migrantes puedan convertirse en
miembros activos de la sociedad.
Para ayudarlos a lograrlo el
pacto solicita a los Estados organizar el "reagrupamiento familiar" y
proporcionar a los migrantes los mismos derechos a "la seguridad social y
a los servicios sociales" que a los nativos. Por supuesto, el mercado
de trabajo no debe incumplir esta norma y debe promover "la plena
participación de los trabajadores migrantes en la economía formal".
"Hacer evolucionar la forma en que se perciben las migraciones"
Aunque
aún no haya entrado en vigor, la ONU es consciente de que la ideología
que defiende su pacto corre el riesgo de enfrentarse a una parte de la
población. Es esa la razón por la cual en el objetivo 17 los Estados
firmantes se comprometen a "eliminar todas las formas de discriminación y
a alentar un debate público basado en el análisis de los hechos con el
objeto de hacer evolucionar la forma en que se perciben las
migraciones".
Los Estados deben, en consecuencia, "condenar y
responder" a los actos de racismo, de discriminación o incluso de
intolerancia hacia los migrantes, tanto por la vía judicial como
ejerciendo controles de información. Así, es su responsabilidad promover
una "información independiente, objetiva y de calidad, incluido en
internet".
¿Cómo lograrlo en un Estado en el que existe la
libertad de prensa? "Sensibilizando a los profesionales de los medios
con relación a temas vinculados a la migración y a la terminología
correspondiente, instituyendo unas normas deontológicas para el
periodismo y la publicidad, y dejando de destinar fondos públicos a los
medios que difundan la intolerancia, la xenofobia, el racismo y las
demás formas de discriminación hacia los migrantes", exige el pacto sin
pestañear. Pero, no hay que preocuparse, todo ello "en el pleno respeto a
la libertad de prensa".
Estados Unidos, Israel y varios países europeos se distancian de este texto
Después
de EEUU, que rápidamente consideró el texto "incompatible" con su
política migratoria y con su soberanía nacional, varios Estados europeos
anunciaron que no lo firmarían. La Hungría del primer ministro Viktor
Orban ha calificado de "peligroso" este acuerdo que alienta el flujo de
personas.
Austria se muestra preocupada por la atenuación de "la
distinción entre migrantes legales e ilegales" que plantea y le preocupa
que a largo plazo se pueda establecer un nuevo derecho internacional
vinculante "o que pudiera ser interpretado como tal". La República
Checa, Bulgaria y Polonia, por su parte, han anunciado que tomarán
distancia de dicho pacto.
En Bélgica y Alemania los principales
partidos políticos se han opuesto firmemente, lo que complica la tarea
de los gobiernos que son favorables. Últimamente ha sido Israel quien a
través de su primer ministro Benjamin Netanyahu que ha declarado que no
firmará ese texto, reafirmando "su compromiso de vigilar [sus] fronteras
contra la llegada de migrantes ilegales".
En Francia Emanuel Macron es, por su parte, un ardiente defensor del pacto, como "https://twitter.com/patrick_edery/status/1064790440610852866
recordó en su reciente visita del 20 de noviembre a Bélgica: "Francia
lo apoya claramente. Existen debates en Europa. […] Llamo la atención de
todos acerca de las mentiras que pueden llegar a decirse sobre este
tratado", declaró en un lapsus por lo menos incómodo, para agregar
inmediatamente: "Sobre este texto. Porque no es vinculante, porque no es
un tratado vinculante. Las soluciones que propone van exactamente en la
dirección de los valores de Europa y, a la vez, de los intereses de
Europa".
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