Arzobispo de Buenos Aires emite una de las más duras críticas al mandatario derechista
Movilización en repudio al tarifazo, al avasallamiento de los trabajadores y en pro de la soberanía
El repudio a las transacciones del gobierno de Mauricio Macri con el
FMI congregó a miles de argentinos en la marcha de ayer sobre la avenida
Nueve de Julio, en Buenos Aires
Bajo la consigna
La patria está en peligro. No al FMImiles de argentinos marcharon este viernes y se congregaron ante el obelisco de esta capital contra el acuerdo del gobierno del derechista Mauricio Macri con el Fondo Monetario Internacional, en rechazo a la profundización del ajuste, al tarifazo, al avasallamiento de los derechos de los trabajadores, en defensa de la soberanía y una serie de demandas leídas en una dura proclama, antes de cantar el himno nacional.
La multitudinaria marcha convocada en principio por Madres y Abuelas
de Plaza de Mayo a la que se adhirió la oposición en su conjunto, reunió
a todas las centrales sindicales, cooperativistas, movimientos
sociales, partidos políticos y la Iglesia, contrastó con un presidente
que caminó aislado del pueblo con un fuerte dispositivo de seguridad en
una Plaza de Mayo enrejada junto a su esposa, Juliana Awada, y
funcionarios de su gobierno, al recorrer el corto camino entre la Casa
Rosada y la catedral metropolitana donde debió escuchar uno de lo
sermones más críticos de los últimos tiempos.
Los ojos del Dios que sí se acuerda de los pobres
La ceremonia fue presidida por el arzobispo de Buenos
Aires y primado de la Argentina, cardenal Mario Poli, quien leyó el
sermón del tedeum y citó al evangelista San Lucas:
Nos da una advertencia con este ejemplo: la indiferencia y el egoísmo de los ricos frente a la miseria de los pobres no pasan inadvertidos a los ojos del Dios que sí se acuerda de los pobres y no olvida su clamor.
Recordó que Dios está nombrado en el preámbulo de la Constitución
nacional, “pero pareciera que lo dejamos al margen de nuestras
decisiones… sin tener en cuenta la memoria histórica del país que
también tiene algo que enseñarnos en las horas de prueba”.
Recordó que “el primer deber del Estado es cuidar la vida de sus
habitantes, especialmente de los débiles, los pequeños, los pobres y
marginados, los enfermos y los ancianos abandonados, porque son los más
pobres de los pobres […] ninguna persona debe ser excluida de la fiesta
de la vida, hasta el más humilde y olvidado de la patria profunda”.
A esto se agregó la impresionante marcha de este día. Las
voces de la calle mencionaban que, ante la gravedad de la situación, el
presidente debe renunciar si no puede resolverla; o si
para resolverla va a entrgar la patria.
Antes de cantar el himno nacional, dos actores leyeron desde el
palco, donde estaban Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, la proclama en
que defendieron los derechos de los pueblos y hubo severas críticas al
gobierno nacional por la entrega de soberanía en el acuerdo con el FMI.
Entre otras demandas se defendió la del trabajo digno que genera las
riquezas de la patria; a las organizaciones gremiales y a las
negociaciones salariales libres, que están suspendidas. Fue importante
la defensa del federalismo amenazado por el saqueo en el país, y del
regreso del desarrollo industrial, la protección a las economías
regionales, a la educación pública y a las organizaciones sociales y
barriales.
De la misma manera se exigió la continuidad de los juicios contra los
responsables militares y civiles de la pasada dictadura militar, y se
remarcó que
el único lugar para los genocidas es la cárcel. Se pidió justicia para los jóvenes asesinados Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, y respeto a los pueblos originarios.
Oradores de la marcha también reivindicaron la política del movimiento Ni Una Menos que
sacude las entrañas de la cultura patriarcal dominante; así como la
libertad de expresión y comunicación popularcontra la concentración de medios que defienden programas de ajuste y saqueo. Se exigió la liberación de presos políticos y el cese de la la persecución.
Foto Ap, Stella Calloni
Corresponsal Periódico La Jornada
Buenos Aires.
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