Pedro Echeverría V.
1. Colombia y México son dos países muy parecidos en cuanto a su dependencia a los EEUU. El primero con 52 millones de habitantes y México con 122, pero ambos con gobiernos al servicio de derecha empresarial y con una población más o menos conservadora. Sin embargo, la ideología y la práctica de quienes son los principales candidatos presidenciales hoy son muy parecidos a los de México. Allí Iván Duque –sin experiencia política- representa al expresidente Uribe de la extrema derecha, y Gustavo Petro, con gran experiencia en cargos políticos, representa a la centro/izquierda recibiendo por ello acusaciones de Castro-chavista.
2. En México no está el funesto Álvaro Uribe, pero vive uno peor: el ultraderechista Carlos Salinas que desde 1982 gobernó México tras De la Madrid y luego se quedó con la Presidencia (1988-94) para hacerse más poderoso. En realidad Salinas se peleó con su sucesor Zedillo, pero continuó tras el trono presidencial de Fox, Calderón y Peña. El domingo 1 de julio se harán las elecciones en México y, por hoy, se vislumbra un triunfo abrumador de la centro/izquierda de López Obrador, pero no se sabe lo que hará el PRI, si entregará la presidencia y luego buscará derrocar al presidente.
3. En Colombia las cosas se ven complicadas porque el uribismo –representado por Duque- no acepta los “Tratados de Paz” firmados con los exguerrilleros de las FARC. Busca meter a los exguerrilleros a la cárcel y no le preocupa que las guerrillas vuelvan a reintegrarse. Cualquier periodista o ser humano honesto aconsejaría que las FARC se preparen para regresar a la lucha armada antes que los derechistas Uribe-Duque obtengan el poder para asesinarlos. Espero que Maduro y los venezolanos estén sumamente preparados para proteger en Venezuela a exiliados en caso necesario.
4. La firma de los tratados de Paz entre el actual gobierno colombiano de Santos y las guerrillas de la FARC no fue nada fácil. Las FARC nacieron en 1964 luchando contra todas las injusticias y en 2014 cumplieron 50 años batallando por la causa de los pobres. Todos los gobiernos de Colombia los persiguieron, encarcelaron, asesinaron, pero ellos durante ese medio siglo entregaron sus vidas y energías para luchar por los pobres. Muchos tenemos las esperanzas –como las tuvo Castro y Chávez- de que esos Tratados de Paz sirvan para pacificar realmente Colombia. A mi me gustaría un triunfo de la Paz. Pero… (26/V/18)
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