Al hablar de partidos
políticos, es necesario incluir a la misma democracia, ya que se
considera que las organizaciones políticas (partidos en específico) son
una vía para que la población pueda participar y estar inserta en las
decisiones que se toman desde el aparato estatali. Al ser así, se puede precisar en estricto sentido lo que significa democracia (etimológicamente vendría siendo “demos” ‘δῆμος’ y “Krátos” ‘κράτος’);
pero en un sentido amplio como lo señala Borón (2006; p.48) -La
democracia es una forma de organización del poder social en el espacio
público inseparable de la estructura económico-social sobre la cual
dicho poder descansa -. Por ello en El Salvador cuando se habla de
democracia se debiera aludir al poder social que influye en las
decisiones públicas como también de la estructura económica; al vivir en
una “democracia representativa” los electos por voto popular deberían
ser los que velen por los intereses de las grandes mayorías; a este
respecto nos adentramos analizando la manera de hacer política de dos
grandes partido políticos que han gobernado en el país, su papel en el
establecimiento del modelo neoliberal y la continuación de su esencia;
dando a entender que ningún programa de gobierno persigue el objetivo de
superar el modelo.
- El partido ARENA
El
partido Arena (Alianza Republicana Nacionalista de El Salvador) fundado
en 1981, es una organización política que encabeza un proyecto de
gobernanza y poder a favor del liberalismo económico; representa los
intereses de los grupos empresariales salvadoreños. Era de esperarse que
en su llegada al poder en 1989, ejecutara un plan de gobierno inspirado
en un “recetario” publicado por la Fundación Salvadoreña para el
Desarrollo Económico y social (FUSADES) titulado “Hacia una economía de
mercado en El Salvador: una estrategia de desarrollo económico y
social”. Básicamente la implementación de políticas económicas
estuvieron encaminadas a la privatización, desregulación y a la apertura
externa; esto según sus objetivos era para “Obtener un crecimiento robusto y sostenido en el tiempo y elevar las condiciones de vida de toda la población, con énfasis en los grupos desposeídos. (Plan de desarrollo económico y social 1989-1994; Pág.11)”;
Pero la realidad ha sido otra; por ejemplo al perseguir el “anhelado”
crecimiento; este durante el periodo 1990-2009, que estuvieron en el
poder ejecutivo, el producto interno bruto a precios constantes
experimento una tasa promedio en crecimiento del 3.4% (ver gráfico Nº 1)
Gráfico Nº 1: Tasas de crecimiento del PIB a precios constantes en El Salvador
Por
el contrario Costa Rica creció al 4.5%, Guatemala al 3.7% y Honduras al
3.6%. Con respecto a las condiciones de vida según datos de la CEPAL en
El Salvador durante el periodo 1990-2009, el 50.24% de la población
vivía en condiciones de pobreza e indigencia; similar a países pobres
como Guatemala y Honduras; Comparado con Costa Rica que para el mismo
periodo este indicador se situó en 21.1%; se infiere que en El Salvador
las condiciones de vida de las grandes mayorías no han mejorado
sustancialmente; cabe hacer la consideración que la pobreza que se mide
por esta institución es por el “ingreso”, la cual se ha demostrado que
es insuficiente para cuantificar las verdaderas condiciones de vida de
las personas, pero aun con esta salvedad, para El Salvador la pobreza es
un fenómeno latente, que no ha cambiado con la consolidación del modelo
neoliberal; que toma forma en el país con la ascensión del antes
mencionado partido.
- Continuidad del modelo neoliberal: Programas del FMLN
En El Salvador con la ascensión del partido FMLN (Frente Farabundo
Martí Para La Liberación Nacional) al poder en junio del 2009, se podría
decir que se consolida e bipartidismo. De esta manera tal como señala
(López 2006; pp.10) al referirse a los sistemas políticos de la
‘mayoría’ de países capitalistas “[…] los partidos se han convertido
en un mecanismo para conquistar el poder en todos los espacios sociales
en que pueden penetrar, sin preocuparse por la realización o ejecución
de un programa que los identifique con las necesidades o aspiraciones
colectivas”. Si bien es cierto que hay varios programas que ha
impulsado este gobierno que han beneficiado a la clase trabajadora, el
núcleo mismo del modelo neoliberal no ha sufrido ningún cambio; tal son
las funciones del Estado en la participación económica por medio de la
producción de bienes y servicios (Aunque todavía se provee algunos
servicios como el agua y parte de la educación); la regulación de
precios, aplicación de la política monetaria que al ser una economía
dolarizada ya no es posible utilizarla, mejoramiento de las condiciones
de vida de la población trabajadora al indexar salario, ampliación de la
cobertura del sistema de pensiones y otras. Además al insertarse en el
proceso globalizador de la economía no se cuenta con un tejido
productivo que nos permita desarrollar nuestra economía y potenciar el
crecimiento; los esfuerzos en la inversión en I+D son insuficientes, el
apoyo a las pequeñas unidades productivas no es generalizado.
Al
tener en cuenta que el fenómeno del modelo neoliberal es un entramado
complejo ya que “[…] disuelve las fronteras nacionales a favor de un
proyecto global mediante la ejecución de un programa de reestructuración
económica que conlleva la reestructuración política que redistribuye el
poder entre el Estado y la sociedad hacia los grupos locales con mayor
orientación transnacional”. (Hernández, 2007; pp.82); se establece de
esta manera que durante el periodo que ha estado en el ejecutivo el FMLN
no han cambiado las estructuras de poder económico esencialmente son
los mismos dueños del capital nacional y en el nuevo escenario
neoliberal también se incluye el capital transnacional.
La continuidad del “estatu quo” se plasma aun en los programas de gobiernoii;
al hacer una revisión de cada uno de ellos se visualiza que en algunos
casos mencionan el agotamiento del modelo; basado en una competitividad
‘espuria’ dada por los bajos salarios, exenciones fiscales; pero no se
plantean reformas estructurales que darían paso a un nuevo ordenamiento
económico que transformaría el tejido productivo nacional, persiguiendo
un crecimiento sostenido, equilibrado y equitativo; ya que en el
neoliberalismo con su teoría del “rebalse” no es posible que los frutos de la producción se trasladen equitativamenteiii.
Si
bien es cierto que romper con las antiguas estructuras hegemónicas
presentes en la realidad nacional es una tarea ardua y que enfrentara
desde el mismo comienzo la más férrea oposición; se vuelve
imprescindible que suceda, pero por el momento se puede concluir que el
actual modelo se implementó y se ha consolidado por las gestiones de los
gobiernos de ARENA y el FMLN quién no ha logrado impulsar reformas
encaminadas a superar el neoliberalismo.
Por el momento la
agrupación social (base para la transformación del orden existente) se
ha debilitado, el partido oficialista (FMLN) que se denomina de
‘izquierda’ pero que impulsa políticas al estilo de las derechas, no
representa los intereses de las grandes mayorías. Una vía para lograr
los cambios requeridos seria el fortalecimiento del movimiento social,
pero esto requiere una reflexión aún más profunda.
Notas:
i
Desde una visión marxista tal como lo plantea (Rodríguez, 2015; pp.
149) considerando al “[…] Estado como el instrumento político propio
de las sociedades escindidas en clase sociales para su utilización por
la clase dominante con el objetivo de mantener la explotación y la
dominación sobre las clases subalternas”. Se puede entender que al
interior de la democracia capitalista es difícil generar una ruptura
con el sistema; pero es posible hacerlo con el tipo de modelo que
representa en un momento histórico a este sistema.
ii
El programa de la gestión de Mauricio Funes incluye una interesante
mención “La inviabilidad del presente modelo económico y social se
evidencia en el hecho de que en las últimas dos décadas el crecimiento
registrado ha sido bajo e inestable. El Salvador ha mostrado en los
últimos quince años un comportamiento que está por debajo de las tasas
de crecimiento de la economía mundial, así como de las correspondientes
a los países en desarrollo, a las de los países latinoamericanos y a
las de sus pares centroamericanos. Esto revela profundas debilidades
estructurales más allá de las fluctuaciones propias de los ciclos
económicos”. (Plan quinquenal de desarrollo 2010-2014; pp. 21)
iii
El hecho de apropiarse del valor nuevo generado por la clase
trabajadora y de la realidad de su explotación, es propio del sistema
capitalista, pero en un momento del devenir histórico se vuelve
imprescindible superar los modelos agotados, que como efectos empeoran
en sobremanera las condiciones de vida de las grandes mayorías.
Referencias
- Boron, Atilio A. (2006). La verdad sobre la democracia capitalista. Colin Leys y Leo Panitch (Ed.). Diciendo la verdad (pp. 328). Buenos Aires, Argentina: Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO).
- Gobierno de El Salvador (2010). Plan quinquenal de desarrollo. Recuperado de: http://2009-2014.secretariatecnica.gob.sv/novedades/publicaciones/plan-quinquenal-de-desarrollo/2009-2014.html
- Hernández, José (2007). Liberalismo, Neoliberalismo, Postneoliberalismo. Volumen (Nº 17), pp. 66-89. Recuperado de:http://www.facso.uchile.cl/publicaciones/mad/17/vargas_04.pdf
- López, José. Los partidos políticos en el sistema capitalista. Díaz, Emilio (Comp.)Teoría y procesos políticos contemporáneos Tomo I (pp. 263). La Habana, Cuba: Editorial Félix Várela.
- Ministerio de planificación y coordinación del desarrollo económico y social (s/f). Plan de desarrollo económico y social 1989-1994. El Salvador.
- Rodríguez, Jesús. Sociedad de clases, poder político y Estado. Recuperado de: http://omegalfa.es/downloadfile.php?file=libros/sociedad-de-clases-poder-politico-y-estado.pdf
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