El 21 de febrero de 2016 se realizó en Bolivia un referendo
para aprobar o no una reforma parcial de la Constitución de ese país que
contemplaba una cuarta postulación de Evo Morales a la Presidencia.
La propuesta, hecha por los movimientos sociales, buscaba permitir la
reelección del primer mandatario y del vicepresidente Álvaro García
Linera para el período 2020-2025.
Sin embargo, el No resultó ganador con 51,31 por ciento de los votos, según el informe del Tribunal Supremo Electoral (TSE).
Más de 6,5 millones de votantes fueron llamados a acudir a las urnas
en medio de una campaña calificada como sucia por el Ejecutivo boliviano
que tuvo como intención opacar los logros de 10 años de gestión del
primer presidente indígena del país.
Campaña sucia de la oposición
Aunque sectores de la derecha boliviana
manejaron como matriz que “el pueblo” dijo No a una nueva postulación,
no destacan que el 49 por ciento restante votó por el Sí. Evo Morales
venía de ganar con 54 por ciento de los votos en las elecciones de 2014.
La campaña de desprestigio contra el presidente Morales fue
orquestada por la oposición. Algunos medios de comunicación se
encargaron de replicar noticias falsas que circularon por las redes
sociales para promover el “no” al referendo constitucional.
El mismo mandatario denunció la campaña de acoso y difamación
en su contra realizada en las redes sociales y advirtió que fue una
maniobra de la oposición para mentir a la población.
“Los opositores solo incitan a mentir mediante las redes sociales.
Todo por Bolivia, por la dignidad, la igualdad hay que soportar eso, hay
que aguantar eso. Por Bolivia vamos a seguir soportando”, resaltó el
mandatario en una entrevista en radio Kausachun Coca en esa oportunidad.
¿Cuál fue la estrategia?
Una mujer, vinculada sentimentalmente al presidente boliviano Evo
Morales en 2007, hizo aparecer un presunto hijo de ambos; el nexo le
permitía gozar de favores de poder. Posteriormente se descubrió que ni
el hijo ni la corrupción existieron.
El exjefe de los servicios de inteligencia bolivianos a principios de
la década de los 90, Carlos Valverde, devenido periodista,
fervorosamente opuesto a Morales y su Gobierno progresista, salió a la
luz pública para denunciar, días antes del plebiscito, que el gobernante
había tenido un hijo fruto de una relación con la señora Gabriela
Zapata y que ella traficaba influencias, en virtud de aquello, y que
hasta servía contratos de una empresa china con el Estado”, destaca una
nota de prensa de ABI.
Investigaciones demostraron que Zapata mintió sobre el supuesto hijo
que tuvo con el mandatario boliviano. En una entrevista publicada este
lunes en los principales medios bolivianos, Zapata reconoció que Samuel
Doria Medina, y su abogado, Eduardo León, la utilizaron para fomentar la
mentira sobre el jefe de Estado.
De igual forma, Zapata reveló que le prepararon un libreto que debía
repetir durante su comparecencia en la Asamblea Legislativa. Asimismo,
afirmó la inexistencia de conversaciones con el entonces ministro de la
Presidencia, Juan Ramón Quintana, a quien dijo no conocer personalmente.
Contra el Día de la Mentira
Movimientos sociales de Bolivia realizan una movilización este martes
para celebrar el primer aniversario del referendo del 21F y a favor de
la postulación de Evo Morales como candidato en 2019.
“Convocamos y ratificamos la concentración contra el Día de la
Mentira, por el desagravio y la defensa de la democracia”, dijo el
secretario ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores
Campesinos de Bolivia (CSUTCB), Feliciano Vegamonte, en conferencia de
prensa.
(Con información de Telesur)
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