Honduras
La dictadura que
gobierna Honduras, salta a su siguiente paso para paralizar la protesta
social, cuyo accionar es un derecho humano universal, pese a ello los
estudiantes de la UNAH, hacen uso de este derecho y protestan contra el
fallido sistema judicial de Honduras.
La irracionalidad se
imprime en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), a través
de las autoridades de la máxima casa de estudios.
A tres
semanas de haber iniciado clases en la UNAH, los estudiantes protestan
contra el inservible sistema judicial de Honduras.
La impunidad
en los casos de las dirigentes sociales Berta Cáceres y Margarita
Murillo, así como también en los actores intelectuales del descalfo del
Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y la irregularidad con
que se efectuó el reciente juicio de Kevin Solorzano, fueron el
detonante para que los universitarios aglutinados en diferentes
movimientos sociales, efectuaran una protesta pacífica.
Sin
embargo, la paz de esta protesta fue interrumpida por miembros de la
Policía Nacional el Comando Especial de Operaciones COBRA y la Dirección
de Investigación Policial DPI.
Fuertes bombas lacrimógenas,
acompañadas de gas pimienta, fue la respuesta que el aparato de
seguridad del Estado de Honduras, dio a los estudiantes universitarios
que se manifestaron frente a los predios del Alma Mater.
La
protesta inició al medio día del 9 de febrero, y termino a las 5:30 pm.
Lo que significó 5 horas y media de represión contra los estudiantes.
La represión fue tal, que al finalizar la tarde, los elementos COBRAS
esperaron en los portones de la UNAH, para detener a cualquier
universitario que salía de recibir sus clases, como si se tratase de una
“cacería de brujas”.
Todos los universitarios fueron
estereotipados con adjetivos propensos a impulsar la apología del odio
contra los estudiantes. Esto debido a las publicaciones que efectuaron
algunos medios de comunicación de ese país.
La manifestación de 5
horas y media, termino con la detención de tres personas menores de
edad, que fueron trasladados a las oficinas de la Dirección de
Investigación Policial DPI.
El testimonio de uno de los
detenidos, describe que fue víctima de tortura por parte de los
elementos de los COBRAS, quienes sin ningún motivo lo detuvieron y
golpearon causándole golpes internos, de los que aún no se recupera.
Por razones de seguridad no se revela el nombre de los universitarios detenidos.
Uno de los detenidos fue liberado cuando uno de sus familiares se
presentó en las instalaciones de la DPI, mientras que los restantes
fueron puestos en libertad, a través de la mediación de organismos no
gubernamentales de derechos humanos de Honduras.
Sin embargo,
este acontecimiento que expone la vida de los que habitan en la ciudad
universitaria, no es del interés de las autoridades de este centro de
educación superior, quienes guardan silencio ante lo acontecido durante 5
horas y media de represión.
La irracionalidad de las autoridades
universitarias, al permitir que los elementos de seguridad del Estado
contaminen con gas pimienta las instalaciones de la Alma Mater, usando
gases prohibidos por convenios internacionales de derechos humanos, los
convierte en un ferviente cómplice de los designios de la dictadura, que
intenta criminalizar el derecho universal de la protesta social.
La
cortina mediática en el caso de Kevin Solorzano, para opacar los casos
de corrupción que involucran a grandes funcionarios estatales y
empresarios de Honduras, sigue su plan maquiavélico, para ocultar los
verdaderos detractores de Honduras y seguir manipulando a la opinión
pública, en la construcción de los hechos informativos.
Ronnie Huete S. Periodista y activista de DDHH. Corresponsal de http://conexihon.hn,
la revista Caros Amigos editada en São Paulo, Brasil, para
Centroamérica, la organización Casa Mafalda São Paulo, Brasil, la
Agencia informativa Latinoamericana Prensa Latina, Kaos en la red, el
portal http://desacato.info y criterio.hn.
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