Entrevista a Guillermo Almeyra, editorialista internacional de La Jornada (México)
M.H.: Leyendo un
artículo de Emir Sader, relacionado con la situación de Portugal, donde
gobierna una alianza del Partido Socialista, el Frente de Izquierda y el
partido Comunista, señala que a casi un año y medio, este gobierno es
más popular que nunca con resultados económicos y sociales muy
positivos, confirmando que la vía de la izquierda hoy en día es la unión
de lucha por la superación del modelo neoliberal.
Da una
serie de datos, dice que la jornada de trabajo fue reducida a 35 horas,
el sueldo vital aumentó en términos reales, al igual que las
remuneraciones de los jubilados, se respetan los criterios sobre déficit
presupuestarios, todo ello acompañado del reinicio del crecimiento
económico. El objetivo de esta nota es aconsejar una vía similar para
España, una alianza de Podemos con el Partido Socialista Obrero Español y
en Francia donde triunfó la izquierda en el Partido Socialista, con un
frente con Melenchón y el candidato verde.
Al leer esta
nota me surgió una duda, porque cuando estuve en España compré una serie
de publicaciones, diarios y revistas, entre ellas una que es bastante
de derecha que se llama Actualidad Económica, que en el mes de
noviembre pasado señalaba: “Portugal tiene un PBI todavía inferior al de
hace 8 años, la deuda pública es un 136% del PBI, se resiste a
descender y corre el riesgo de dispararse. El gasto público representa
el 48% del PBI. Todos los indicadores de pobreza han empeorado.” ¿Quién
tiene razón, Emir Sader o Actualidad Económica?
G.A.: Yo creo que la razón está en la mitad. Actualidad Económica
da datos que se condicen con que Portugal es uno de los países más
pobres y frágiles de la Unión Europea. Pero lo cierto es que en Portugal
ha mejorado un poco la situación por el gran flujo de turistas y además
la crisis de los otros países, sobre todo los más ricos, Suiza, Francia
y otros, lleva un flujo enorme de jubilados que van a vivir a Portugal,
entonces, entran divisas y hay un mejoramiento relativo de la economía
debido a ese factor. A un jubilado le resulta mucho más fácil vivir en
Portugal con su pensión que en Francia que es más difícil y más frío.
Eso ha favorecido a Portugal, así como el terrorismo en Francia ha
favorecido a España porque casi dos millones de turistas se fueron a
España batiendo récords.
En cuanto a estas cuestiones
coyunturales ha mejorado, pero en lo fundamental no. Portugal sigue
siendo un país de emigración de mano de obra. El problema es que los
socialistas se vieron obligados a hacer una política que no fuera de
austeridad, y a hacer algunas concesiones. Y el Partido Comunista e
incluso el Frente de Izquierda que no están en el gobierno, presionan
desde la mayoría, aunque no pueden modificar las políticas públicas.
Entonces, las cosas se han hecho con paños tibios, pero sin dudas está
mejorando respecto de hace 2 años atrás. En lo esencial su situación
sigue siendo crítica, pero hay otros países que están peor, entonces
aprovecha.
M.H.: Otro tema que quería abordar tiene que ver
con un artículo que escribió Atilio Borón, me llamó la atención porque
dice que la elección en Ecuador será el escenario de una decisiva
batalla como en Stalingrado.
G.A.: Está loco. La
batalla de Stalingrado fue una batalla decisiva contra el nazismo, fue
la defensa de un país agredido, que no era capitalista y tampoco
socialista; pero fue eso, la defensa heroica de un país agredido. En el
caso de Ecuador las elecciones son de un estado burgués común entre un
gobierno “progresista” como era el de Lula o el de Cristina Kirchner y
una derecha que sigue teniendo un peso muy grande en el campo económico y
financiero y que tiene partidos tradicionales, tales como la izquierda.
Además, el gobierno de Rafael Correa está ocupando la zona de una
comunidad indígena para hacer un gasoducto contra su voluntad y ha
reprimido a la izquierda y al movimiento indígena.
Este es un
análisis típico del tipo de sociólogos que repudio, que se guían por lo
que pasa en los gobiernos y no miran las políticas de esos gobiernos
hacia los trabajadores y los oprimidos de ese país, ni miran la
situación y las necesidades de los trabajadores. Miran como si fuera un
tema entre Estados y Gobiernos y creen que los llamados gobiernos
progresistas están en dificultades solo porque el imperialismo los
hostiga, de ahí la idea de Stalingrado. Es totalmente equivocado el
análisis.
M.H.: Quiero llamarle la atención sobre un tema,
usted dice “están hostigados por el imperialismo”, pero en el artículo
Atilio Borón le da un lugar central a los medios de comunicación y dice
que en América Latina han reemplazado a la derecha por la falta de
partidos políticos competitivos. Entre otros da una serie de casos,
plantea la elección presidencial en Argentina, el caso del referéndum a
Evo Morales y las agresiones al gobierno de Maduro. La pregunta que me
hago es: los ataques de la prensa al chavismo empezaron apenas asumió
Chávez y, sin embargo, ahora tienen una influencia que antes no tenían.
Me parece que ésta es una discusión importante para la izquierda y los
movimientos populares, esto de decir que se pierden elecciones por el
papel de los medios de comunicación.
G.A.: En efecto, los medios de comunicación existieron desde antes de estos gobiernos. La Nación y Clarín
existían antes y durante el gobierno de los Kirchner. Lo que llevó al
derrumbe de este gobierno y al fracaso del gobierno de Cristina Kirchner
fueron los errores, la arrogancia y las concesiones a las grandes
empresas; si perdió popularidad no fue por los medios de comunicación
que ya antes estaban en contra, sino porque la gente ya no pudo creerle
al gobierno y empezó a creerle a los medios.
Lo mismo pasó en
Venezuela; con toda la prensa en contra, Chávez tenía una enorme
popularidad porque la gente le creía, ahora con toda la prensa en contra
Maduro no tiene la popularidad que tenía Chávez y se apoya sobre todo
en la burocracia y las Fuerzas Armadas y no en una movilización de
masas, entonces la gente no le cree y empieza a creerle a los diarios
que, por supuesto, son mentirosos, porque son grandes empresas, como
todos los diarios importantes de los países de América Latina. Lo grave
es que ninguno de estos gobiernos ha sido capaz de crear una prensa
alternativa creíble que no fuera simplemente una reproducción de las
declaraciones oficiales.
M.H.: O peor, porque lo de Spolsky y Garfunkel fue peor.
G.A.: Efectivamente. Entonces, no tienen credibilidad, 678 era una porquería, no tenía credibilidad. Lo mismo si uno lee Caracas,
el periódico oficialista de Venezuela, no informa, no tiene nada, no
hay una discusión real. Telesur es muy buena pero hacia afuera, no dice
nada de lo que sucede en Venezuela o en los países aliados como Cuba,
Ecuador y otros. Es una visión oficialista y satisfactoria, si uno lee
la prensa cubana se te caen los calzones, es insoportable.
M.H.: Sí. Estuve leyendo la nota que sacaron sobre Camilo Cienfuegos en
el aniversario de su nacimiento, realmente es para niños de escuela
primaria.
G.A.: Y no hay nada sobre lo que pasa
hoy en Cuba, no hay reportajes sobre la gente. La gente no se siente
reflejada en esos periódicos, les da la espalda, cuando son el único
medio como en Cuba, no les queda otra, o le dan la espalda. Pero en
otros países, cuánta gente macrista lee Clarín o La Nación, incluso lo que produjo el kirchnerismo como Página 12
era pobrísimo, tan pobre es que no informaban sobre las marchas y
movilizaciones; entonces no pueden tener credibilidad alguna. Ese es el
problema.
M.H.: No quiero dejar de preguntarle por las
movilizaciones que se han producido en el norte de París donde la semana
pasada un joven negro fue violado por la policía.
G.A.:
Sí, agredido, violado y torturado por 4 policías. La extrema derecha
francesa apoya a los policías. Lo que pasa es que este joven era negro,
todos los que no son rubios ni tienen ojos celestes son sospechosos por
portación de cara y son víctimas de violencia, porque la policía tiene
la libertad de hacerlo porque no tiene sanciones. Tuvo que ir Hollande a
pedir disculpas al joven y causó una conmoción porque se les fue la
mano a la policía, pero ha habido cientos de casos anteriores, incluso
hacia un periodista que por fotografiar el maltrato a un joven árabe lo
acorralaron en un zaguán, lo ahorcaron, lo amenazaron con violarlo, a
pesar de que era rubio y francés y le quitaron el celular para que
aprendiera. Y era un periodista que pudo denunciarlo, pero no son los
primeros casos de violencia policial.
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