Economía
"En el momento en que digan: 'Vamos a fijar un arancel del 20 por ciento
a los autos', me levanto de la mesa", dijo a la agencia especializada
Bloomberg el responsable de la cartera de Economía del gobierno de
Enrique Peña Nieto.
El presidente Donald Trump ha dicho en varias
ocasiones que abandonará el TLCAN, que ambos países integran con Canadá,
si no puede renegociarlo con más beneficios a favor de EEUU.México comenzó consultas con el Congreso, partidos políticos y empresarios para empezar a negociar en el verano de 2017 el tratado que cumplió 23 años en enero de este año, y discutir allí posibles cambios a algunas reglas comerciales bajo el TLCAN, como por ejemplo en materia energética, de telecomunicaciones o comercio electrónico.
Sin embargo el gobierno mexicano considera que Trump no podría imponer barreras de entre 20 a 35 por ciento a las importaciones en el corto plazo, como ha amenazado el mandatario, y México plantea además una "negociación integral" del futuro de la relación, que contemple temas en comercio, seguridad y migración.
La incertidumbre crece
México espera que las negociaciones concluyan a principios del próximo año, porque de lo contrario "estaríamos irresponsablemente subiendo la incertidumbre, por la elección de EEUU de medio término (en noviembre del año próximo) y la elección presidencial mexicana" en julio de 2018.
Un impuesto de ajuste al comercio fronterizo está siendo impulsado por legisladores republicanos en el Congreso de EEUU, con el apoyo de Trump, abriendo la posibilidad de abandonar el pacto comercial trilateral que entró en vigor hace 23 años.
El mandatario estadounidense califica como "injusto" el TLCAN, esgrimiendo "un desequilibrio masivo" a favor de México, con superávit de 63.000 millones de dólares en la balanza comercial, resultado de sus exportaciones por 294.000 millones de dólares a EEUU, e importaciones de productos estadounidenses de 231.000 millones de dólares en 2016, según cifras oficiales.
Si las negociaciones fracasan "no sería una crisis absoluta", sin embargo "quitaría un margen de competitividad" a los países norteamericanos, dijo Guajardo, quien encabezó la oficina del TLCAN de la embajada de México en Washington en los años 1990.
Si el TLCAN es abolido, el comercio bilateral debería ser regido por la Organización Mundial del Comercio (OMC) que limita los aranceles comerciales a un promedio de alrededor del 3 por ciento.
Pero si Washington opta por imponer aranceles proteccionistas a los productos que proceden de México "implica una locura de controles de origen de mercancías y de insumos", prosiguió Guajardo.
México exporta más del 80 por ciento de sus productos a EEUU, pero tiene acuerdos con más de 40 países y ha acelerando las conversaciones de libre comercio con Brasil y Argentina tras la llegada de Trump a la presidencia.
Por ejemplo, con Brasil, el gobierno mexicano observa "un muy, muy alto potencial" en áreas como automóviles, dijo Guajardo.
"No voy a negociar con Brasil por su linda cara, voy a negociar con Brasil porque abre su mercado de manufactura de automóviles", dijo el secretario de Economía.
Guajardo también es el encargado de supervisar las negociaciones para el Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP) —que fue abandonado por Trump-, y de actualizar el acuerdo de libre comercio del país con la Unión Europea.
México también busca que miembros del TPP, y países latinoamericanos como Argentina, Panamá y Costa Rica se unan a la librecambista Alianza del Pacífico, que integra con Chile, Perú y Colombia.
En esa misma dirección, las otras nueve naciones del TPP fueron invitadas a participar en la reunión del grupo latinoamericano en marzo, reveló Guajardo, quién todavía expresó su optimismo por alcanzar acuerdo "ganar-ganar" para los tres miembros del TLCAN.
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