José Steinsleger
La Jornada
En 1838/1852
(Washington). El general Carlos María de Alvear (embajador argentino de
Juan Manuel de Rosas en Estados Unidos) abunda en críticas contra la
intervención yanqui en México, las ambiciones hacia Cuba, las Antillas y
América Central, y “… el contrasentido de un sistema liberal pero
esclavista, respetuoso de la ley hacia adentro, y arrasador fuera de sus
fronteras”.
1889 (Washington). En la primera Conferencia Panamericana, Argentina se opone a toda
unión aduanera. Alegando no saber inglés (lengua que dominan), Manuel Quintana y Roque Sáenz Peña (jefes de la delegación) solicitan que el acta final se lea en español. El delegado mexicano del dictador Porfirio Díaz traduce en voz alta el documento, y Sáenz Peña cierra su intervención con un estridente
¡Sea América para la humanidad!
1901 (México). En la segunda conferencia, Washington invoca el espíritu del
Destino Manifiesto, que Argentina califica como versión yanqui de la
carga del hombre blancode los ingleses.
1902. A raíz del bloqueo y ataque anglogermano a Venezuela (apoyado
bajo cuerda por el gobierno yanqui), el ex presidente Carlos Pellegrini
propone que la nación agredida disponga de fondos argentinos depositados
en Europa.
1913. El presidente Teodoro Roosevelt visita Buenos Aires y declara su agrado por no encontrar
negrosen Argentina.
1914. Tras el desembarco de los marines en Veracruz, la
cancillería argentina gira una circular a sus embajadores subrayando la
“… íntima solidaridad moral con que se siente ligada a la suerte de
México, como a la de todas las repúblicas hermanas”.
1916 (Washington). A inicios de la Primera Guerra Mundial, el
gobierno de Woodrow Wilson solicita al de Hipólito Irigoyen la ruptura
de relaciones con el imperio alemán. Irigoyen responde:
Argentina no va a permitir ser conducida a la guerra por Estados Unidos. Los medios gringos acusan a Irigoyen de
germanófilo.
1919 (República Dominicana). Un buque de la armada argentina llega a
Santo Domingo, ocupado por Estados Unidos desde 1916. Irigoyen ordena al
capitán que se abstenga de saludar a la bandera del imperio. En la
isla, un grupo de mujeres iza una gran bandera dominicana, y el navío la
saluda con 21 cañonazos de salva.
1933. Franklin D. Roosevelt visita Buenos Aires y dicta una
conferencia en el Congreso Nacional, ocasión en la que el hijo
trotskista del presidente conservador Agustín P. Justo le arrebata el
micrófono y pega un grito que se oye en todo el mundo, a través de las
ondas radiofónicas:
¡Abajo el imperialismo norteamericano!En sus memorias, el diplomático Sumner Welles cuenta que a raíz del hecho, el secretario de Estado Cordel Hull “… adoptó un prejuicio casi sicopático contra Argentina”.
1939/1943. Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial,
Argentina vuelve a declararse neutral. Washington no pone reparos. Por
el contrario, firma el primer tratado comercial en 70 años, y en 1943
reconoce el golpe militar que pone fin a la hegemonía conservadora pro
británica. Pero de este golpe surge Juan D. Perón, a quien los medios
gringos (a tono con la época) califican de
nazi.
1944. En junio, el Departamento de Estado sugiere a las repúblicas
latinoamericanas el retiro de sus embajadores acreditados en Buenos
Aires,
en un plazo de 15 días. En agosto, Washington congela las reservas de oro argentino en Estados Unidos, y prohíbe que buques con su bandera atraquen en puertos argentinos.
1945. El embajador Spruille Braden se reúne con Perón, ofreciéndole
apoyo a cambio de que el gobierno se abra a las inversiones yanquis.
Perón le responde:
Al que hace eso en mi país se lo llama hijo de puta. Prefiero que ustedes digan eso de mí, y no mis compatriotas.
1946. En febrero, en víspera de elecciones, el Departamento de Estado publica el famoso Libro azul, que
trata de probar la complicidad del gobierno argentino con el alto mando
militar alemán. Perón se impone en las urnas con 52 por ciento de los
votos, y el secretario de Estado James F. Byrnes echa al canasto los
ejemplares sobrantes del panfleto.
1965. Poco antes de la segunda invasión yanqui a República
Dominicana, el presidente Arturo Illia (radical) se niega a enviar
tropas a Santo Domingo y obsequia al país antillano el cañón del crucero
que disparó las históricas salvas de 1919.
1973. El agente de la CIA Robert C. Hill (embajador de Estados Unidos
en Madrid durante los últimos años del exilio de Perón) es trasladado a
Buenos Aires. Un año después surge la Triple A (Alianza Anticomunista
Argentina), grupo criminal supuestamente
paramilitar.
1976. En octubre, reunión secreta entre el almirante César Guzetti
(canciller del dictador Jorge Videla) y el secretario de Estado Henry
Kissinger (Hotel Waldorf Astoria, Nueva York). Guzetti informó a
Kissinger sobre los
progresosdel régimen contra los trabajadores, estudiantes e intelectuales argentinos.
Nuestra lucha ha tenido muy buenos resultados, agregó.
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