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lunes, 21 de marzo de 2016

Enigma del repliegue ruso en Siria: ¿con o sin Kurdistán?


Bajo la Lupa
Alfredo Jalife-Rahme

Foto
Bashar Assad, recibido por Vladimir Putin durante una visita al Kremlin en octubre pasadoFoto Ap

Tres días después del sorprendente anuncio del zar Vlady Putin de su retiro parcial (http://goo.gl/qTxyjW), los kurdos de Siria declararon una región federal en las zonas que controlan en la parte norte, llamada Rojava en kurdo.
La declaración unilateral de los kurdos sirios fue rechazada tanto por el gobierno de Bashar Assad como por uno de los principales grupos rebeldes, la Coalición Nacional Siria.
En forma curiosa, la zona declarada región federal fue arrancada por los kurdos sirios a los yihadistas, con apoyo abierto de Estados Unidos.
Con la salvedad archisabida de Israel, a nivel regional, tirios y troyanos han impugnado el movimiento separatista unilateral de los kurdos sirios: Turquía, Irán y Arabia Saudita.
Dov Lieber, de The Times of Israel, se refocila con el anuncio secesionista y comenta que Israel ha tenido una relación secreta (¡supersic!) con los kurdos de Irak (sic), que incluye asistencia militar limitada, cuando Israel ha sido el deseoso comprador de su petróleo (http://goo.gl/Av8r9W).
Según Financial Times, Israel ha comprado 19 millones de barriles del petróleo de los kurdos iraquíes, por valor de mil millones de dólares.
No es ningún secreto que Israel busque la balcanización de todo el Medio Oriente: ¡primero Irak y ahora sigue Siria!
Ayelet Shaked, ministra de Justicia (sic) de Israel, exigió la creación de un Kurdistán independiente entre Irán y Turquía (http://goo.gl/8nHBQs).
El embajador sirio en Rusia tronó contra la federalización (http://goo.gl/ye9HHa), mientras el mediador de la ONU, Staffan de Mistura, comentó que el sistema federal, rechazado tanto por el gobierno sirio como por la oposición, podría entorpecer las negociaciones de Ginebra (http://goo.gl/xO0MQJ).
By the time being, los kurdos sirios han sido excluidos de la reanudación de las negociaciones de paz en Ginebra, debido a que todos los asistentes se pronuncian contra su entidad federal, pero que parece gozar de la tácita bendición de las dos superpotencias, Estados Unidos y Rusia.
Los kurdos sirios (de 2 a 2.5 millones) controlan una franja territorial de 400 kilómetros –del total de 899 kilómetros– en la frontera de Siria con Turquía, que va del río Éufrates hasta la frontera con Irak, además de una región separada en la zona de Afrin, con dos enclaves kurdos separados por otra franja que todavía controlan los yihadistas (http://goo.gl/qvwGuZ).
La Siria oficial ostenta cinco fronteras: con Turquía (899 kilómetros), Irak (599), Líbano (403), Jordania (379) e Israel (83 kilómetros), mientras su costa en el Mar Mediterráneo es de 193 kilómetros, donde se ha replegado el ejército ruso, en forma predominante en el puerto naval de Tartus y en la base aérea de Latakia.
Los kurdos sirios –quienes son indo-europeos no árabes (descendientes de los medos: primero absorbidos por los persas y luego islamizados)– constituyen la principal minoría étnica de Siria: un poco mas de 10 por ciento (del total de 23 millones), donde resaltan sus cuatro principales regiones: Hasakah, Afrin, Kobani y Qamishli.
Rojava constituiría así una de las cuatro partes del Gran Kurdistán de alrededor de 30 millones de habitantes: Kurdistán norte (que se encuentra en Turquía oriental y suroriental, entre 14 y 22.5 millones); Kurdistán del sur (el norte de Irak, donde resalta la región petrolera de Kirkuk, que ha proclamado su autonomía con 8.5 millones) y Kurdistán oriental (parte noroccidental de Irán con 6 millones).
Debka, presunto portal polémico del Mossad, alega que Rusia apoya la creación de un Estado amortiguador autónomo a espaldas de Turquía (http://goo.gl/PRNzRZ). A su juicio, la ceremonia de declaración de la región semiautónoma en Rmeilan guarda un alto significado, ya que en sus afueras se encuentra la única base (sic) de Estados Unidos en Siria que alberga las fuerzas de operaciones especiales de Estados Unidos y sus aliados con helicópteros para combatir a los yihadistas, lo cual formaría parte del Plan B de John Kerry (http://goo.gl/jQfCzn).
Sea lo que fuere, en forma hipócrita ( as usual!), el Departamento de Estado anunció que Estados Unidos no reconocerá la región kurda en Siria, lo cual podría, según la agencia francesa Afp, molestar a Turquía, alarmada de cualquier cosa que estimule el separatismo kurdo dentro de sus propias fronteras (http://goo.gl/xBVR55).
El portavoz del Departamento de Estado, Mark Toner, mencionó que si una resolución es alcanzada por el pueblo sirio y sus representantes, y se incluye un sistema federal que permita una limitada semiautonomía para diferentes regiones de Siria, Washington no se opondría (http://goo.gl/wBx9Rq).
En forma notable, Pepe Escobar –en un artículo reproducido tanto por Russia Insider (http://goo.gl/LGv8iv) como por Sputnik (http://goo.gl/ApkNwk)– formula que existe un gran trueque entre Estados Unidos y Rusia, que prefigura un superlativo giro geopolítico sobre el reparto del pastel en Siria, donde destaca el factor kurdo.
Enarbola que pudiera emerger una federación siria con “tres principales provincias: un Sunistán, un Kurdistán y un Cosmopolistán (sic)”, tesis que abordé en mi artículo anterior.
Pepe Escobar afirma que “Moscú –y ese es un factor primordial– apoya a los kurdos”, lo cual desestabiliza principalmente a Turquía, tanto dentro como en su frontera con Siria.
El Cosmopolistán uniría a alauitas (excrecencia del chiísmo), cristianos (¿será?) y drusos, sumados de los sunitas laicos (¡supersic!) en la parte útil de Siria, desde Damasco hasta Latakia y Alepo.
El Sunistán incluiría Raqqa (la capital yihadista) y Deir ez-Zor, siempre y cuando haya sido purgado de los impresentables yihadistas bárbaros.
Por cierto, el secretario de Estado John Kerry empieza a dar forma a su célebre Plan B al haber sentenciado que las atrocidades de los yihadistas constituyen un genocidio (http://goo.gl/pWQrzQ), lo cual, además de ser irrefutable, aunque con un retardo asombroso de cinco años, constituye la parte teatral jurídica para poner en jaque –tanto en la ONU como en el Tribunal Internacional de La Haya– a los países sunitas regionales que no se sometan a los cánones y cañones de Estados Unidos, en connivencia y conveniencia con Rusia.
A propósito, un espía rebelde sirio increpó a la CIA de haber ignorado todos los datos que había proporcionado sobre el ascenso de los yihadistas (http://goo.gl/G9g2eg). Aparte de haber puesto en jaque a Rusia, ¿al final del día toda la teatralidad yihadista sirvió para cercenar al Medio Oriente?
Pepe Escobar se entusiasma demasiado con el proyecto del federalismo en Siria, que privilegia un modelo de autonomía horizontal (sic), un género de confederación de estilo anarquista (¡supersic!).
La federación, idea occidental desde Estados Unidos hasta Rusia, es una práctica poco ejercitada en el Medio Oriente, con la excepción tambaleante de Irak.
El problema no es la semiautonomía dentro de una federación, sino que, debido a tanta hemoglobina derramada, las multi-etnias teológicas de Siria tienden hoy a ser más centrífugas que centrípetas.
La seudopanacea de la federación detonaría la balcanización de Siria y su efecto dominó en todo el Medio Oriente: plan que beneficia a Israel y anhela desde hace 34 años.
Twitter: @AlfredoJalifeR_
Facebook: AlfredoJalife

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