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jueves, 8 de octubre de 2015

Movimientos sociales exigen a Dilma que cumpla sus compromisos de campaña




Jornalistas Livres
Adital
Por Laura Capriglione

Sinceridad, combatividad y espíritu crítico son características del abogado Raimundo Bonfim, coordinador general de la Central de Movimientos Populares del Estado de São Paulo (CMP-SP) y uno de los dirigentes más influyentes del Frente Brasil Popular, una poderosa reunión de movimientos sociales, partidos de izquierda y personalidades de la lucha por la emancipación de los trabajadores, constituido el 5 de septiembre pasado.

reproducaoMilitante del Partido de los Trabajadores (PT) desde hace más de 30 años (el único partido al cual se afilió a lo largo de su vida), Bonfim está, como él mismo dice, "haciendo equilibrio en el filo de la navaja”. Por un lado, defiende la democracia, la legalidad, y se opone a cualquier intento de golpe contra la presidenta Dilma [Dilma Rousseff – PT]. "Nosotros no flirteamos con la derecha bajo ninguna hipótesis”, dice. Por otro lado, Bonfim es un crítico implacable de la actual política económica llevada a cabo por el gobierno federal, bajo el silencio obsequioso del PT.

Raimundo Bonfim, coordinador general de la CMP.

Para el dirigente del Frente Brasil Popular, Dilma tiene que retomar de manera urgente sus compromisos con la clase trabajadora, o se transformará en una reina de Inglaterra: mantendrá el cargo, pero no gobernará, entregando anillos y dedos al PMDB [Partido del Movimiento Democrático Brasilero] y su caterva. "No elegimos a Dilma para esto. Y si no hacemos un cambio rápido, el PT va a pasar a la historia como un partido corrupto y responsable de la quita de derechos a los trabajadores y de la eliminación de conquistas sociales que son patrimonio de toda la izquierda brasilera”.



Vea abajo la entrevista concedida por Bonfim a Periodistas Libres, al final de la rueda de prensa en la que el Frente Brasil Popular convocó a un Día Nacional de Lucha en Defensa de la Democracia, de Petrobras y Contra el Ajuste Fiscal, el pasado sábado 3 de octubre.

Periodistas Libres — ¿Qué es el Frente Brasil Popular?
Raimundo Bonfim Se trata de un espacio que congrega a diversos movimientos sociales, del campo y de la ciudad. Desde el movimiento sindical, estudiantil y juvenil hasta la Marcha Mundial de las Mujeres; desde las organizaciones LGBTs [Lésbicas, Gays, Bisexuales y Transexuales] hasta aquellas que luchan contra el racismo y por los derechos humanos. Involucra a partidos políticos y sectores de partidos políticos, como sectores del PSB [Partido Socialista Brasilero], de Roberto Amaral; del PMDB, de Roberto Requião; del PT. El Frente fue creado en Belo Horizonte [Estado de Minas Gerais] el 5 de septiembre de este año, cuando se reunieron 2.600 militantes de todos los estados de Brasil. Tres desafíos son la base de esta construcción:

  1. Juntar a los movimientos sociales para defender la democracia, contra el golpe y por la legalidad. No hay dudas entre nosotros en relación con esto;
  2. Luchar de manera clara y explícita contra el ajuste económico que penaliza a los trabajadores y sus derechos, y que quita recursos de las áreas sociales. Creemos que hasta cabe un ajuste fiscal. Pero que este ajuste recaiga sobre el piso superior, tasando las grandes fortunas, las herencias, combatiendo la evasión fiscal;
  3. Volver a debatir con el movimiento social para que avancemos en las reformas estructurales, como la Reforma Agraria, las Reformas Urbana, Educativa, Política (eliminando el financiamiento empresarial de campaña)… Sin olvidar la Reforma Tributaria, obligando a los ricos a pagar impuestos, y no como sucede hoy, que la masa asalariada es la única que paga impuestos.

Periodistas Libres — El PT nació de los movimientos sociales, a fines de los años 1970, comienzo de los 1980, y usted estaba en ese proceso de construcción. La creación del Frente Brasil Popular, ahora, ¿significa que el PT ya no es capaz de acoger las reivindicaciones del movimiento popular?
Raimundo Bonfim — En primer lugar, es preciso dejar claro que esta iniciativa del Frente es de los movimientos sociales. No es una iniciativa partidaria, mucho menos del PT, aunque haya sectores del PT que lo estimularon. Pero no fue una acción partidaria.

Después, debo decir que lo lamento –ya que estoy afiliado al PT, que siempre fue mi único partido–, pero mi impresión es que el PT, dada su intervención en los últimos 12 años, perdió la credibilidad para liderar el movimiento social brasilero en esta coyuntura adversa que estamos enfrentando.

La gobernabilidad a cualquier costo, concretada en la actual reforma ministerial, defendida por el gobierno federal y a la que el PT no se opuso, está intentando salvar el mandato de la presidenta Dilma, entregando el gobierno más a la derecha, más a sectores de la burguesía. Es una pena que esto esté ocurriendo, en lugar de que el gobierno intente repactar con su base social, aquella misma que fue fundamental en la elección de la presidenta Dilma en 2014.

divulgacao
Esta estrategia es un desastre porque cada vez más el gobierno de Dilma queda como rehén de esos sectores de la derecha. Ahora, esto puede, en teoría, salvar el mandato hasta 2018, pero al costo de aplicar una política neoliberal, un ajuste fiscal que será dañino para la clase trabajadora y para los movimientos sociales.

Lanzamiento del Frente Brasil Popular, en Minas Gerais.

Quitar recursos a las áreas sociales, elevar la tasa de interés de la manera en que se está elevando y entregando ministerios estratégicos, como el de Salud, a gente que está en contra del programa Más Médicos… Esto es una situación muy difícil que están atravesando, de manera general el Partido de los Trabajadores y la izquierda. Porque se privilegian la gobernabilidad, la conciliación y el pacto de clases, cuando éstos están obviamente quebrados.



Para mí, los movimientos sociales están cumpliendo su papel con mucha dificultad porque en estos últimos años, en cierta manera, el PT acabó arrastrando a los movimientos sociales a este pacto. El resultado es que se abandonó la disputa por la hegemonía de la sociedad, la formación política, el debate ideológico.

Yo milito en el movimiento social desde hace casi 30 años y lo que estoy viendo ahora es que los movimientos sociales tomaron la decisión de tener autonomía en relación con el PT, tener autonomía en relación con el gobierno. Los movimientos sociales están diciendo que no es posible concordar con este ajuste económico y con esta pauta de quita de derechos a los trabajadores y de retroceso social.

Es increíble, por ejemplo, que el gobierno esté discutiendo la extinción de ministerios que fueron estratégicos para la lucha social, como el de Derechos Humanos, de la Igualdad Racial, de Mujeres. Es una pauta de la derecha, a la que el PT está cediendo. ¿Hasta cuándo? No sabemos.

Periodistas Libres — ¿Es posible estar en contra del guiño a la derecha del gobierno y al mismo tiempo defenderlo contra la saña de los golpistas?
Raimundo Bonfim — Estamos intentando hacer equilibrio entre estas dos vertientes. No es fácil. Estamos en contra del golpe y en defensa de la democracia, ya que no hay ningún elemento legal para quitar a la presidente Dilma del puesto. Esto es un intento de la derecha radical. Para nosotros, está claro que toda la izquierda sufrirá si se produce un juicio político a la presidenta Dilma. Será muy doloroso para todo el movimiento social brasilero. Por otro lado, no estamos en condiciones de dar apoyo a las medidas que este gobierno está adoptando. Recuerde que la presidenta Dilma fue electa con un programa claramente de izquierda. Hasta más de lo que lo era en 2010, o en 2006.

reproducaoFue una campaña polarizada, e indicaba que el segundo mandato de la presidenta Dilma sería más progresista inclusive que el primero. Y sin embargo, luego en la composición de los ministerios, vinieron Joaquim Levy, de la Bradesco, Katia Abreu, del agronegocio, Armando Monteiro en Industria, Gilberto Kassab en el área de ciudades. Dilma marcó entonces una ruptura con los movimientos sociales. E inmediatamente vinieron las medidas del ajuste fiscal, con la elevación de la tasa de interés y la escasez de recursos en las áreas sociales…
Presidenta Dilma Rousseff y la ministra de la Agricultura, Kátia Abreu, defensora de los ruralistas.

Pero nosotros somos movimientos sociales y no flirteamos con la perspectiva de golpe señalada por la derecha. Nuestros métodos son la lucha, en las calles, por las reivindicaciones. Vamos a las calles a exigir que Dilma recomponga sus relaciones con el movimiento social, cambiando la actual política económica.



Este método de entregar los anillos, las manos y los brazos al PMDB no tendrá fin. Son seis ministros hoy, dos más mañana, tres pasado mañana. Y cuando ella lo perciba, estará sola, como una reina de Inglaterra, sin ningún poder de mando.

No elegimos a Dilma para eso. Si no hacemos un cambio rápido, el PT va a pasar a la historia como un partido corrupto y responsable de la quita de derechos a los trabajadores y de la eliminación de conquistas sociales que son parte de la historia de la izquierda brasilera. Por nuestra historia, por nuestra trayectoria, ¡no lo permitiremos!

Para leer el Manifiesto del Frente Brasil Popular, haga clic en http://migre.me/rEuoD

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