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Se realizará la próxima semana, del 8 al 11 de diciembre, en Lima, Perú, la Cumbre de los Pueblos Frente a Cambio Climático, un encuentro paralelo a la 20ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambios Climáticos (COP20), iniciada este lunes 1º de diciembre, también en la capital peruana. La Cumbre de los Pueblos es un encuentro alternativo a la COP20 [Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático], es un espacio libre para que los movimientos sociales y civiles también debatan el fenómeno del cambio climático y propongan alternativas, ampliando el debate sobre el tema en el mundo. Por su parte, la COP20 reúne alrededor de 10 mil delegados representando a 195 países que negocian acuerdos para reducir los efectos del cambio climático en la Tierra.
Para el líder de la Confederación Nacional Agraria de Perú (CNA) y portavoz oficial de la Cumbre de los Pueblos, Antolín Huáscar, "la Cumbre de los Pueblos es una articulación social, no somos anticumbre, somos una expresión de lo que está ocurriendo en estos momentos en el mundo. El cambio climático va a afectar a la población, por lo tanto nos corresponde a todos buscar alternativas de como mitigar y adaptarnos y esto lo haremos allí”.
Con el tema "¡Cambiemos el sistema, no el clima!”, el evento ocurrirá en el Parque de Exposición de Lima, con una estimación de 8 mil participantes y más de 200 organizaciones de todo el mundo. Están previstas cerca de 200 actividades y mesas de discusión sobre ocho ejes temáticos, que no están siendo considerados como prioridades en la COP20. Son ellos:
1.- Crisis de civilización, cambio social y modelos alternativos de vida social.
2.- Calentamiento global y cambio climático.
3.- Soberanía y transición energética.
4.- Agricultura y soberanía alimentaria.
5.- Gestión sustentable del territorio y los ecosistemas.
6.- Financiamiento, transferencia de tecnología e interaprendizajes.
7.- Mujeres y sostenibilidad de la vida.
8.- Trabajo digno versus la economía verde, los empleos verdes y otras falsas soluciones.
De acuerdo con Marcelo Durao, dirigente de Vía Campesina y del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST), de Brasil, "cada vez más los gobiernos aplican una economía verde (*) que es una falacia, que es una falsa solución de los problemas del mundo, porque propone las mismas soluciones de lo que están siendo causados, propone los mismos remedios para todo lo que está aconteciendo en el mundo”.
De acuerdo con la programación de la Cumbre de los Pueblos, el día 10 está prevista la Marcha Mundial en Defensa de la Madre Tierra, en la que estarán presentes varias personalidades, entre ellas el presidente de Bolivia, Evo Morales, y representantes de movimientos internacionales. La Marcha se realizará en Lima y en otras ciudades, mostrando la diversidad cultural de los pueblos. El día 11, último día de la Cumbre, se realizará la entrega de las conclusiones del encuentro a los representantes de Estado y a la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Para Ibis Fernandez, dirigente de la Confederación General de los Trabajadores de Perú (CGTP) y también portavoz de la Cumbre de los Pueblos, "Existe un doble discurso de parte del gobierno en torno a la agenda climática. Vemos una falta de voluntad política para fortalecer la autoridad ambiental. Por ejemplo, la propuesta de Estrategia Nacional de Cambio Climático presentada por el Ministerio del Ambiente contiene políticas regresivas. La Ley 30230 representa un 'paquetazo' de normas que flexibilizan las inversiones sin tener en cuenta el impacto climático”.
En declaración pública, la Comisión Política Organizadora de la Cumbre de los Pueblos, conformada por 13 organizaciones, defiende que la magnitud del cambio climático impacta sobre todos los pueblos del mundo, por lo tanto, Estados y gobiernos tienen la obligación de escuchar las diversas voces y demandas propuestas a través de las organizaciones civiles y movimientos sociales (ambientalistas, movimientos agrarios, indígenas, sindicales y ciudadanos en general).
Según la Comisión, el cambio climático incide más sobre los países menos industrializados, a pesar de que éstos contribuyen en menor escala sobre el problema. De esta forma, es necesario que haya una justicia climática global. Las comunidades indígenas, por ejemplo, debido a la estrecha relación con el medioambiente, son afectadas con mayor gravedad. Como realidad irreversible, el cambio climático afecta la disponibilidad de los bienes comunes, como el agua, la tierra fértil, la biodiversidad, agravando la salud de todos los seres vivos. De acuerdo con la Comisión, urge que los gobiernos asuman compromisos específicos para atender las necesidades de adaptación climática, así como que desarrollen programas que aprovechen los conocimientos locales y tradicionales.
Sobre la COP20
La Convención Marco de las Naciones sobre el Cambio Climático (CMNUCC)entró en vigencia en 1994. El objetivo era reducir la emisión de gases de efecto invernadero en la atmósfera. Las COPs son Conferencias de las Partes que pasaron a realizarse una vez al año, en países sedes diferentes (en 2013, fue en Varsovia, Polonia), para examinar la aplicación de las resoluciones de la Convención, desarrollando las negociaciones entre los países y firmando nuevos compromisos.
La 20ª edición de la COP, que comenzó el 1º de diciembre y que se extiende hasta el día 12 de este mes, en Lima (Perú), prevé la participación de más de 10 mil personas. Son 195 países reunidos en negociación durante 12 días. Ésta es la última conferencia climática para que los países concluyan un nuevo acuerdo sobre la reducción de gases de efecto invernadero, a ser presentado el próximo año en la COP21 en Francia (Paris), y que entrará en vigencia a partir de 2020. Por lo tanto, es una convención de extrema importancia para que las decisiones salgan del papel y se conviertan en práctica mundial.
Durante el encuentro, están siendo discutidos prioritariamente la eliminación gradual de las tasas de carbono, el porcentaje de utilización de energías renovables, además del apoyo financiero y tecnológico a los países más vulnerables y menos desarrollados.
Greenpeace, en un comunicado, convoca a los países a establecer una discusión más profunda con metas más ambiciosas para 2025, definiendo medidas concretas que aceleren la transición hacia un escenario de 100% de utilización de energías renovables para 2050. Tales compromisos deben evolucionar cada cinco años para asegurar tanto una responsabilidad política como el desarrollo tecnológico.
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