(Lima,
18 de septiembre, 2014). La Comisión Política organizadora de la Cumbre
de los Pueblos frente al Cambio Climático declara ante la opinión
pública nacional e internacional, lo siguiente:
1. La realización
de la Vigésima Conferencia de las Partes de la Convención de Naciones
Unidas sobre Cambio Climático (COP20), en la ciudad de Lima, Perú, del
1 al 12 de diciembre de 2014 conllevan un reto de trascendencia para el
país y el mundo: aprobar el borrador de un nuevo Acuerdo Climático
Global vinculante, que redefina los compromisos de los Estados y la
comunidad internacional, para reducir los gases de efecto invernadero
(GEI) e implementar políticas de adaptación y mitigación para enfrentar
el mayor problema global que enfrenta la humanidad: el cambio
climático.
2. Dada la magnitud del impacto del cambio
climático sobre los pueblos del mundo –y en especial sobre los pueblos
indígenas u originarios– los Estados y gobiernos tienen la obligación
de escuchar las diversas voces, demandas y propuestas de los pueblos
que por medio de las organizaciones civiles y movimientos sociales
(ambientalistas, agrarios, indígenas, sindicales y ciudadanos en
general) expresarán su común aspiración de transitar hacia nuevas
formas de vida y convivencia basadas en el Buen Vivir y el respeto de
los derechos humanos y de la Madre Tierra.
3. El
cambio climático –ocasionado principalmente por la emisión de GEI
proveniente de los países industrializados– tiene una mayor afectación
en los países menos industrializados, a pesar que éstos contribuyen en
menor medida a su generación. Esta situación exige avanzar de manera
efectiva hacia una Justicia Climática global.
4. El
cambio climático es una realidad irreversible que afecta con mayor
gravedad a las comunidades y pueblos indígenas, cuyas prácticas
productivas, sociales y culturales guardan una estrecha relación con el
ambiente y la Madre Tierra.
5. El cambio climático ya
afecta la disponibilidad de bienes comunes (agua, tierra fértil,
biodiversidad, etc.), cultivos y alimentos, agravando la salud de todos
los seres vivos. Los eventos climáticos extremos ocasionan severos
daños a las comunidades y ecosistemas, incrementando la vulnerabilidad
de las poblaciones más empobrecidas, en particular la situación de las
mujeres indígenas y rurales.
6. Las políticas
neoliberales promueven modelos de producción a gran escala y un enfoque
de competitividad agrícola que va en desmedro de los sistemas
agroalimentarios. Brindan facilidades al capital privado para
concentrar la tierra, privatizar los bienes comunes, controlar el
acceso al agua y marginan a la pequeña agricultura familiar, indígena y
campesina que sustenta la alimentación popular. En este contexto, la
crisis climática aumenta los riesgos sobre la seguridad y la soberanía
alimentaria e incrementa la amenaza sobre la biodiversidad, patrimonio
de la humanidad.
7. El cambio climático afecta la
reserva de agua dulce de los glaciares e incrementa el nivel del mar,
generando riesgos para las poblaciones costeras. La contaminación de
cuencas, ríos y lagunas por la extracción indiscriminada de minerales e
hidrocarburos, así como el consumo intensivo de la agroindustria, e
incrementan el estrés hídrico en diversas regiones del planeta. Los
Estados tienen la obligación de preservar las fuentes hídricas y
garantizar el derecho humano al agua, así como el saneamiento y gestión
pública de las empresas proveedoras de agua potable.
8.
Advertimos que el problema del cambio climático no es solo ambiental,
sino que involucra al conjunto de la vida social y natural, por lo que
debe abordarse en toda su complejidad y de manera integral. La
situación actual exige de manera imperiosa adoptar políticas y medidas
orientadas a frenar el calentamiento global (mitigación) así como a
disminuir sus impactos (adaptación) sociales, económicos y culturales.
9.
Urge que los Estados asuman compromisos específicos para atender las
necesidades de adaptación climática de los pueblos más vulnerables y
promuevan programas que desarrollen sus capacidades para la resiliencia
territorial, aprovechando y potenciando los conocimientos locales y
tradicionales.
10. Urge avanzar hacia la erradicación
del uso de combustibles fósiles como base de la matriz energética.
Deben detenerse las tecnologías no convencionales (fracking) para
explotar hidrocarburos y evitar el subsidio a los combustibles fósiles.
Por el contrario, se deben destinar mayores recursos para la
investigación e inversión en tecnologías limpias y alternativas.
11.
Llamamos a construir un modelo de vida que vaya más allá de la
“economía verde”, que basada en la lógica capitalista pone un precio a
la Naturaleza y la mercantiliza con el disfraz de responsabilidad
social y ambiental. Esta lógica de mercado subyace en los créditos de
carbono y otras falsas soluciones al cambio climático que permiten
privatizar la Madre Tierra y vulnerar los derechos de los pueblos
originarios sobre sus territorios y bienes comunes.
12.
Finalmente llamamos a todos los pueblos y movimientos sociales del
mundo a hacer causa común en la Cumbre de los Pueblos para defender y
promover el trabajo decente, vinculado a un modelo de desarrollo
sostenible que permita a los pueblos y trabajadores salir de la pobreza
y progresar social y económicamente, asegurando para ellas y sus
familias un medio ambiente protegido para las próximas generaciones.
Comisión Política organizadora de la Cumbre de los Pueblos frente al Cambio Climático
Asociación Nacional de Productores Ecológicos – Alianza de
Organizaciones Agrarias (ANPE PERÚ-AOA) / Confederación Campesina del
Perú (CCP) / Confederación General de Trabajadores del Perú (CGTP) /
Confederación Nacional Agraria (CNA) / Central Unitaria de Trabajadores
(CUT) / Central Única Nacional de Rondas Campesinas del Perú (CUNARC
–P) / Federación de Estudiantes del Perú (FEP) y colectivos juveniles /
Federación Nacional de Mujeres Campesinas, Artesanas, Indígenas y
Asalariadas del Perú (FENMUCARINAP) / Federación Nacional de
Trabajadores del Agua Potable (FENTAP) / Grupo Perú COP20 (GPCOP20) /
Marcha Mundial de Mujeres (MMM) / Organización Nacional de Mujeres
Indígenas Andinas y Amazónica del Perú (ONAMIAP) / Unión Nacional de
Comunidades Aymaras del Perú (UNCA)
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