Adital
Los candidatos presidenciales deben aprovechar la
oportunidad de poner de relieve los derechos humanos y abordar las violaciones
que siguen afectando a los ciudadanos y ciudadanas de Bolivia, ha declarado Amnistía
Internacional con motivo de la publicación de una carta abierta dirigida a los cinco candidatos que se presentan a las
elecciones del 12 de octubre de este año.
En su carta, Amnistía expone cinco motivos de
preocupación clave en relación con los derechos humanos y 12 recomendaciones.
La organización pide a los candidatos que se centren en medidas concretas para
abordar los puntos débiles del sistema de justicia; que revelen la verdad,
hagan justicia y concedan una reparación a las víctimas de violaciones de
derechos humanos cometidas durante los regímenes militares; que respeten los
derechos sexuales y reproductivos; que mejoren las condiciones de reclusión y
que garanticen los derechos de los pueblos indígenas.
"Estas elecciones ofrecen al nuevo gobierno una gran
oportunidad para profundizar en las reformas que se han realizado hasta ahora y
comprometerse a hacer los cambios en materia de derechos humanos que hacen
falta con tanta urgencia”, afirmó Guadalupe Marengo, directora adjunta del
Programa Regional para América de Amnistía Internacional.
"El respeto a los derechos humanos debe ser la piedra
angular de todas las políticas que formulen los candidatos presidenciales en Bolivia.”
Aunque en los últimos años se han dado algunos pasos
positivos para superar la discriminación y promover los derechos económicos,
sociales y culturales de las personas más marginadas en Bolivia, queda mucho
más por hacer para garantizar que se respetan los derechos humanos de todas las
personas en el país.
"Los cinco partidos políticos deberían aprovechar esta
oportunidad para proponer cómo abordarán exactamente los numerosos retos en
materia de derechos humanos que existen hoy en Bolivia”, dijo Guadalupe
Marengo.
Los problemas que hace tiempo aquejan al sistema de
justicia, como la limitación de recursos, obstaculizan la lucha de Bolivia
contra la impunidad. Los casos del pasado no han sido abordados. Muchas de las
personas que sufrieron violaciones de derechos humanos durante los regímenes
militares que gobernaron el país entre 1964 y 1982 siguen esperando verdad,
justicia y reparación. Amnistía Internacional pide la creación de un mecanismo
independiente y dotado de recursos que arroje luz sobre estas violaciones y
trabaje junto a las actuaciones judiciales.
El índice de mortalidad materna en Bolivia sigue
siendo uno de los más altos de la región, y el de embarazos no deseados,
especialmente entre adolescentes, sigue aumentando, lo que afecta sobre todo a
las mujeres y niñas de los sectores más pobres de la sociedad.
"El nuevo gobierno tiene la oportunidad de cambiar
esta situación abordando las desigualdades y la discriminación actuales, lo que
incluye promulgar nueva legislación sobre derechos sexuales y reproductivos,
reforzar las instituciones y dedicar partidas presupuestarias a estas medidas.
Todos los candidatos deben garantizar que lucharán contra la cultura de la
discriminación y la tolerancia de la violencia contra las mujeres y niñas”,
concluyó Guadalupe Marengo.
"Cuando falta un mes para las elecciones, es hora de
que los candidatos expliquen cómo van a abordar los retos en materia de
derechos humanos de Bolivia. Todos estos motivos de preocupación pueden
resolverse con la voluntad política adecuada y este es el momento de hacerlo.”
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