Con el objetivo de combatir el contrabando de productos subsidiados, el
Gobierno de Venezuela ha implantado este lunes una nueva medida mediante
la cual controlará las compras de los ciudadanos a través de sus
huellas dactilares.
“Huella para el crecimiento seguro'' es el eslogan de la nueva
medida adoptada por Caracas en los supermercados estatales, en donde a
través de aparatos los usuarios registran su huella dactilar y de esta
forma podrán controlar la compra de productos subsidiados y evitar la
especulación con ellos.
El problema surge a raíz de los contrabandistas que aprovechan para
hacerse con estos productos que el Estado venezolano financia a bajo
precio para revenderlos más caros.
Aunque el Gobierno de Caracas prevé que el sistema captahuellas sea
implementado en todo el país y funcione correctamente para finales de
2014, no obstante, algunos economistas partidarios del gobierno dudan de
su eficacia total, ya que insisten que no es posible solventar el
problema con un sistema de escaneado.
El plan se está efectuando poco a poco en la red estatal, que suele recibir las visitas de los consumidores más pobres.
A finales del mes de agosto, el presidente de Venezuela, Nicolás
Maduro, afirmó que el sistema de control de compras mediante lectores de
huellas dactilares será aplicado en el país y pronosticó que la
oposición, que expresó su rechazo al mecanismo, aplaudirá la medida
cuando esté funcionando.
Desde mediados de agosto, la policía venezolana ha detenido a 794
personas por el presunto contrabando de bienes de primera necesidad y
combustible subsidiados hacia países limítrofes.
mep/ctl/nal
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