En un comunicado difundido este jueves, la Cancillería cubana ha afirmado que la reunión se ha desarrollado en un "ambiente respetuoso" y ha explicado que "se analizó el estado de cumplimiento de los acuerdos migratorios vigentes entre los dos países”.
Estos acuerdos incluyen “las medidas emprendidas por ambas partes para enfrentar la emigración ilegal y el contrabando de emigrantes", indica la Cancillería.
"La delegación cubana insistió nuevamente en que estos fenómenos no podrán erradicarse ni se podrá lograr un flujo migratorio legal, seguro y ordenado entre Cuba y los Estados Unidos, mientras no se deroguen la política de pies secos-pies mojados y la Ley de Ajuste Cubano", se lee en la nota.
La Ley de Ajuste cubano, que entró en vigor el 2 de noviembre de 1966, otorga residencia automática y facilidades laborales a los emigrantes cubanos ilegales que toquen territorio estadounidense, pero devuelve a los capturados en el mar.
La reunión de este jueves marca el segundo ciclo de diálogos migratorios entre Cuba y Estados Unidos después de que ambos países mantuvieran conversaciones en julio de 2013 en Washington, capital estadounidense, suspendidas por el Gobierno norteamericano en 2011.
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