Encerrará a migrantes en ciudades de carpas
Reitera que el país está amenazado por caravanas de delincuentes
▲ El presidente estadunidense, Donald Trump, llega a Columbia, Misuri, para participar en un acto de campaña, a unos días de las elecciones intermedias.
Nueva York. Ante lo que llamó una invasión de caravanas llenas de hombres duros, el presidente Donald Trump anunció que buscará limitar el proceso de asilo, amenazó con enviar a ciudades de carpas a miles de migrantes y sus familias que se atrevan cruzar la frontera, y advirtió que cualquiera que lance piedras contra los soldados desplegados en la zona será enfrentado como si atacara con balas.
En lo que ya parece una parodia al repetir exageraciones y falsedades, Trump advirtió que grandes caravanas de migrantes marchan hacia nuestra frontera sureña, en algo que es como una invasión que pone en peligro a Estados Unidos, reiterando –sin ninguna prueba– que hay muchos malhechores entre sus integrantes.
Al afirmar que la mayoría de solicitantes a los que se deja en libertad mientras esperan sus citas con jueces jamás regresan a los tribunales (76 por ciento sí lo hace, según cifras oficiales, y de las familias solicitando asilo 96 por ciento se presentaron, de acuerdo con una investigación reciente) e inventar que hay más de 20 millones de indocumentados (su propio gobierno dice que son aproximadamente 11 millones) Trump insistió en que como presidente tiene que entrar en acción.
Más aún, como lo ha hecho en los pasados tres años, otra vez buscó ligar la migración indocumentada con las drogas, al insistir en que éstas están envenenando a los jóvenes estadunidenses.
Anunció que buscará negar el asilo a miles de solicitantes. Mi gobierno está por terminar un plan para poner fin al desenfrenado abuso de nuestro sistema de asilo y para frenar el flujo peligroso y establecer control sobre las fronteras soberanas de Estados Unidos, afirmó sin ofrecer detalles.
Explicó, sin mucha claridad, que según su plan, que será emitido con una orden ejecutiva la semana próxima, los solicitantes ya no serán autorizadosa a ingresar al país sólo con presentar lo que llamó solicitudes de asilo sin mérito, y subrayó que los que no ingresen por un punto de entrada oficial de manera legal e ingresen ilegalmente ya no podrán usar sus solicitudes sin mérito para ingresar a nuestro país.
De acuerdo con las leyes migratorias, cualquier migrante dentro de este país, sin importar si llega con o sin documentos, y si ingresa o no por un punto oficial, puede solicitar asilo.
Expertos reiteraron que no se puede cambiar la ley por medio de una orden ejecutiva, y que las propuestas violan el derecho internacional. Trump rechazó este jueves el primer argumento al esgrimir que los migrantes en la caravana no son solicitantes de asilo legítimos y dejó en claro que le importaba poco la ley internacional sobre el tema. A estas caravanas ilegales no les será permitido entrar a Estados Unidos. Deben regresarse ahora. Están perdiendo su tiempo.
Más aún, Trump subrayó que México les ha ofrecido asilo y asistencia, y los que no lo han aceptado son sospechosos de que no necesitan tal protección.
Afirmó que las instalaciones actuales para detener a familias están saturadas, y que por tanto, el Pentágono construirá ciudades masivas de carpas donde los solicitantes tendrán que esperar años, ya que no serán liberados como antes. Hace meses se había informado que el Pentágono también está ubicando otros centros de detención de familias, incluso en algunas bases militares.
Todo esto mientras Trump ordenó el despliegue de 5 mil 200 soldados más a la frontera (para sumarse a las más de 2 mil que ya se encuentran en la franja fronteriza desde abril) y donde el miércoles anunció que estaría dispuesto a enviar hasta 15 mil, en lo que algunos con memoria calificaron como el mayor envío de tropas a la frontera desde la Revolución Mexicana.
Como prueba de qué tan peligrosas son las caravanas, el presidente afirmó que habían pasado violentamente por México y que soldados mexicanos resultaron heridos al tratar de frenar su paso. Al preguntarle si las fuerzas militares estadunidenses podrían usar fuerza letal, Trump comentó: “si aquellos (los migrantes) quieren aventar piedras a nuestros militares, nuestros militares responden… lo vamos a considerar; les dije que lo consideren como un rifle”.
Según el Pentágono, los militares serán desplegados sólo para apoyar a la Patrulla Fronteriza y otras agencias civiles, y no para detener o intervenir con los migrantes.
Mientras tanto, legisladores republicanos han solicitado al Departamento de Justicia tratar de identificar los actores responsables de esta invasión.
Organizaciones de defensa de inmigrantes, expertos en leyes de inmigración, entre otros, continuaron, como han tenido que hacer cada día, reprobando los motivos y el contenido de las declaraciones de Trump. El anuncio de este jueves es un truco político peligroso que busca anular un derecho vital de individuos que huyen de la violencia y la persecución en sus países, declaró Beth Werlin, directora ejecutiva del American Immigration Council. Subrayó que según la ley cualquier persona, sin importar cómo ingresó, puede solicitar asilo.
Omar Jadwat, director del proyecto de derechos inmigrantes de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), declaró: lo que queda claro del momento y el carácter vago de las declaraciones (de Trump) de este jueves es que sencillamente está intentando enardecer a su base en la recta final rumbo a las elecciones intermedias.
Foto Ap
David Brooks
Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 2 de noviembre de 2018, p. 24
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