Caminata migrante
La marcha de miles de desplazados por la violencia en el éxodo centroamericano, que avanza en compactas caravanas, es entendida por Gianfranco Grua y Patrizia Peinetti, integrantes de organizacion italiana Carovane Migranti, como un proyecto sumamente inteligente, que saca de la sombra el peligroso caminar de los migrantes y por primera vez visibiliza y da su verdadera dimensión a este enorme problema.
Ambos son originarios de Turín, norte de Italia, que geográficamente se ha convertido en un embudo por donde pasan cientos de miles de migrantes de África subsahariana que intentan pasar hacia otras latitudes de Europa y de ahí dispersarse por el viejo continente.
Se encuentran en México para participar en la primera Cumbre Mundial de Madres de Migrantes Desaparecidos, iniciada formalmente el 2 de noviembre y que transcurre paralela al Foro Social Mundial y además acompañan en su recorrido por territorio mexicano a la caravana de centroamericanas que organiza el Movimiento Migrante Centroamericano.
Sin que se planeara así, la cumbre y el foro coincidieron en el tiempo con la irrupción del éxodo centroamericano, al que no dudan de calificar de histórico. Y coincide también con el clima político polarizado de las elecciones de medio término de Estados Unidos que ha servido de pretexto al presidente Donald Trump para levantar en la frontera con México un cerco militar sin precedentes y recrudecer, hasta el insulto, sus declaraciones xenófobas y racistas.
“Pero lo que hay que tener claro –dicen los representantes de Carovane– es que ni Trump ni nadie pudo haber armado un movimiento tan grande y potente de personas, aunque es cierto que Trump lo utiliza políticamente.”
Grua refiere que como colectivo de ciudadanos voluntarios, Carovane Migranti percibió hace cuatro años que si Italia no cambiaba su política migratoria, a la vuelta del tiempo la región iba a vivir ahí mismo una tragedia humanitaria como la que ya para entonces –se sabía– vivía México con el paso de los migrantes de Centroamérica a Estados Unidos, que cada año genera decenas de desapariciones forzadas durante su paso por las rutas.
Algo sí cambió. Para peor. Fue electo primer ministro Matteo Salvini, político profundamente antinmigrante, quien ha emprendido deportaciones masivas. Hoy la tragedia está ante nuestros ojos.
Carovane Migranti –explican– es la respuesta a ese giro malsano que dio Italia. Conocimos la experiencia de Movimiento Migrante Mesoamericano a través de Marta Sánchez y tomamos algunas ideas de organización de la experiencia mesoamericana. Hace cuatro años redes europeas y norafricanas emprendieron caravanas de madres buscando a sus hijos desaparecidos en la vía del desplazamiento desde Sicilia hasta Túnez.
Carovane también es una de las instancias de la sociedad civil que han respondido para intentar parar el desmantelamiento de Riace, localidad de la sureña Calabria que devino emblemático santuario de migrantes. En Italia organizaciones como las nuestras están volcadas en la defensa de Riace, porque si la destruyen sería como destruir una utopía para todo el mundo, señala Patrizia Peinetti.
Blanche Petrich
Periódico La Jornada
Domingo 4 de noviembre de 2018, p. 3
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