Pedro Echeverría V.
1. Me imagino la combatividad de 15 mil migrantes exigiendo paso a los EEUU para tener trabajo y comida; pero también pienso que al frente estará igual número de soldados yanquis con cuerpo forrado y armados hasta los dientes con órdenes de su gobierno fascista de disparar. Trump estará pegado a la TV especial mirando imágenes, recibiendo informes y listo para dar órdenes igual que en una guerra. Para Trump y los yanquis esta es una invasión de los “bárbaros” contra la “civilización”. Por el contrario, desde el sur, miramos a un pueblo, a muchos pueblos, que buscan rescatar parte de las riquezas despojadas por el imperio durante siglos.
2. Los migrantes representan hoy la vanguardia de lucha de los pueblos explotados y miserables. No es solo América, también los pueblos de África y Asia atraviesan todas las horas el Mar Mediterráneo buscando que Europa, un continente que saqueó a los pueblos en tiempos pasados, devuelva lo mucho que robó. Me hacen feliz esos levantamientos, esas migraciones, esos movimientos de los pueblos con enorme significado por su ejemplo que ayuda a despertar la dignidad y la rebeldía. ¿Serán los prolegómenos de mayores revoluciones contra la opresión mundial que por lo menos desde hace un siglo de lucha social se preparaba?
3. Son tres mil kilómetros de frontera México/EEUU; pero los migrantes tienen que seleccionar los dos o tres puntos que mejor les convenga. Allí los van a esperar los milicos en posición de tiro para amedrentar; pero también allí estará la prensa honrada y la chayotera para informar según su interpretación. Mientras los migrantes sólo cuentan con sus brazos para arrojar piedras, aquellos –los hijos de Hitler- llevan gases lacrimógenos, gas pimienta, balas de salva y balas de verdad. Allí se estacionarán el tiempo necesario mientras los mexicanos de verdad, solidarios y patriotas, proporcionarán techo, comida y médicos a los migrantes.
4. Hoy sabremos si Trump y sus republicanos conservaron sus fuerzas o fueron derrotados por los del partido opositor; si gana Trump seguirá con sus amenazas y desplantes; si pierde se le bajarán los humos. Mientras tanto los migrantes tendrán que esperar alguna oportunidad. Trump está muy disgustado con México por su incapacidad para frenarlos en su frontera sur. El presidente electo López Obrador, en vez de apoyarlos hasta la frontera para pelear su ingreso, adoptó el camino “reformista” al ofrecerles algún trabajo temporal mientras sale la oportunidad de brincar. No está del todo mal porque es una medida humanitaria posible.
5. Los migrantes no pueden dar pasos atrás después de haber recorrido miles de kilómetros. ¿Para qué regresar a lo mismo? Como diría un migrante encarcelado y expulsado de EEUU: “Seguiré esperando y, aunque haya crecido la vigilancia, no me queda otro camino que esperar para luego entrar”. Espero que a los gobiernos y a los habitantes de la frontera del lado mexicano, se les abra el corazón y la mente solidaria acerca del significado de la migración. Conozco las ciudades mexicanas dela frontera, pero no he estado cerca de los muros. Supongo que el ejército yanqui no puede disparar desde su lado contra México y que los migrantes pueden estar ahí.
6. Supongo que los luchadores sociales de izquierda de Tijuana, Mexicali, Nogales, Ciudad Juárez, Ojinaga, Acuña, Laredo, Reynosa y Matamoros, estarán esperando a las caravanas para ofrecerles la más amplia solidaridad, obligando a sus gobiernos a proporcionar techo, comidas y médicos. ¿Será esta la oportunidad, el momento, de analizar y discutir el papel separatista de las fronteras de Centroamérica, pensar en borrarlas para que las poblaciones, la producción y las economías estén bien integradas a las necesidades de toda la región? Esta gran batalla de los 15 mil migrantes de Honduras, El Salvador, Guatemala y México, demuestran que son un solo país. (6/XI/18)
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