Ángel Guerra Cabrera
La derecha ecuatoriana y regional es capaz de la peor ignominia con tal de impedir que el binomio por Alianza País de Lenín Moreno y Jorge Glas gane la segunda vuelta de la elección presidencial en Ecuador. Más aún, como ha dicho el presidente Rafael Correa en argumentada entrevista para el diario bonaerense Página 12, hay que prepararse para enfrentarla en un escenario desestabilizador, pues no va a aceptar su derrota y está creando el encuadre publicitario y el condicionamiento sicológico para denunciar que ha sido víctima de fraude electoral, como ya hizo en primera vuelta.
Los enemigos de los pueblos de nuestra América saben bien la trascendencia de estos comicios en Ecuador, en los que no sólo están en juego las conquistas de la revolución ciudadana y el peligro de un descomunal retroceso político y social, como el ya experimentado en Argentina y Brasil, sino el papel que aquella desempeña como leal aliada de sus hermanos de la ALBA y los demás gobiernos nacional populares de nuestra región. Una derrota electoral de Lenín en Ecuador golpearía a Venezuela, Bolivia, Cuba, Nicaragua, Uruguay y El Salvador y daría argumentos a quienes han acuñado la banal expresión
fin del ciclo progresista. De la misma manera que una victoria de Lenín fortalecería a esos gobiernos y crearía un auspicioso precedente para otras elecciones por venir. Como en Honduras, México, Argentina y Brasil donde es tan necesario el triunfo de las fuerzas populares pues implicaría un gran golpe de timón geopolítico regional hacia la izquierda.
Parte de los desestabilizadores aprestos derechistas es la encuesta publicada por la empresa Cedatos el 24 de febrero en la que daba como amplio ganador en segunda vuelta al banquero multimillonario Guillermo Lasso, candidato presidencial de CREO. Curiosamente, todos los demás sondeos ven ganar a Lenín; el último, del 11 de marzo, hasta por 15 puntos.
El Telégrafo, de Quito, informa que la encuesta amañada fue pagada a Cedatos por la empresa Livercostas SA, propiedad de Iván Correa Calderón, quien fue vicepresidente del Banco de Guayaquil y jefe de campaña de Lasso en 2013, al que continúa asesorando. El diario también publica la factura que lo prueba, cotejada con la autoridad fiscal. Por cierto, el sitio web del citado medio es una excelente fuente de información sobre la revolución ciudadana y sus enemigos. Entre otras joyas exhibe una bien armada recopilación de cables de Wikileaks en los que se evidencian los vínculos conspirativos de la derecha ecuatoriana con la embajada de Estados Unidos desde que Correa llegó a la presidencia del país y un documental sobre el
feriadobancario de 1999, demostrativo de la responsabilidad de Lasso, como aliado del capital financiero internacional, en esa tragedia, que hizo caer el PIB en 30 por ciento y forzó a emigrar a alrededor de 3 millones de personas.
No es casual que Lillian Tintori, esposa del encarcelado golpista y fascista Leopoldo López e íntima amiga de los corruptos legisladores cubanoestadunidenses, pretendiera ingresar sin visa a Ecuador para intervenir en actividades electorales a favor de Lasso, a sabiendas de que no se le iba a permitir. Todo con el afán de montar un show y poner al rojo vivo la mendaz campaña que acusa a Correa y –por parábola–, al candidato presidencial Moreno, de dictatorial, autoritario y antidemocrático.
Contra el gobierno de Correa y la fórmula presidencial Moreno-Glas se han dado cita el imperialismo, sus piezas locales en América Latina y el Estado español y sus obscenos multimedia para pilotear una fábrica permanente de mentiras. También se ha reunido la crema de los especialistas en guerra sucia de la región, que se presentan como expertos en marketing electoral. Ya denuncié en este espacio la presencia de Antonio Sola, el creador del famoso
peligro para Méxicocon que bautizó al candidato presidencial Andrés Manuel López Obrador. Igualmente, ha estado dando consejos Jaime Durán Barba, autor de la imagen
amablede Macri, y actúa como asesor de redes sociales de Lasso el mexicano Raúl Velasco García, propietario del corporativo Ravega Corp, al que pertenece Chakalito Consulting, especializada en campañas de difamación del candidato contrario. Asquea visitar su sitio web, paradigma del mercenarismo electoral.
Twitter:@aguerraguerra
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