"Estamos
en una situación de atropello absoluto y total, nunca visto ni en los
años 90", afirmó Agustina, una asesora pedagógica que trabaja para el
Ministerio de Educación de la capital argentina.
La discusión
nacional de los aumentos salariales para los profesores de la educación
pública, a la que se niega el Gobierno, debe hacerse porque así lo
establece la Ley de Financiamiento Educativo promulgada en 2006, recordó
la asistente pedagógica.
"Si no se asegura
esa instancia, las negociaciones quedan libradas a lo que cada provincia
pueda hacer, y el Estado se desentiende totalmente", señaló la
manifestante.
Además de acordar un aumento salarial mínimo, hay
diversos problemas en la educación pública que requieren un mayor
presupuesto, comentó a su lado Lucía, profesora de educación primaria en
un colegio público de la capital.
Se
comenta a menudo "que las escuelas públicas están llenas de pibes
(niños)pobres, de chicos que no pueden pagar una escuela privada, y no
por eso se recibe una educación peor, por eso hay que sostenerla, porque
es universal y gratuita", sostuvo.
En respuesta al reclamo de negociaciones paritarias nacionales, el Gobierno contestó nuevamente que no."Paritaria nacional salarial no; habrá paritaria nacional de otros temas, como la carrera docente y el calendario escolar", dijo el ministro de Educación, Esteban Bullrich, a la radio La Red.
"Nos vamos a reunir sin paros y con las paritarias provinciales cerradas, para no confundir, porque a los salarios los pagan las provincias", concluyó.
Los
sindicatos organizadores de la marcha calcularon que esta convocó a
unas 400.000 personas, mientras el Ministerio del Interior aseguró que
fueron 30.000.
A la capital argentina confluyeron cuatro numerosas
columnas provenientes de las regiones de Cuyo (oeste), Nordeste,
Noroeste y Patagonia (sur) para apoyar la sexta jornada de paro
convocada por los maestros en las últimas tres semanas.Desde la ciudad de Rosario, en la provincia de Santa Fe (centro-este) viajaron dos profesoras de una escuela pública de primaria, que denunciaron a esta agencia que parte de los aumentos que ofrece el Estado son informales y no constan en su recibo de sueldo.
"Encima
hemos perdido poder adquisitivo, nos quieren dar una subida del 19%,
pero con la inflación que hay no alcanza", indicó Mónica, que lleva 27
años trabajando como maestra.
Con 33 años de docencia a sus
espaldas, su compañera Cristina aseguró que el presidente Macri "no sabe
cuánto cobra un maestro o un jubilado" y que por eso "se burla de las
personas", espetó.El precio de la educación pública
Cecilia, otra docente de una escuela pública capitalina, afirmó que los profesores no han salido a la calles solo por un reclamo salarial, sino también "porque estamos perdiendo el Estado de derecho".
Mientras
comenzaba el martes una nueva paralización docente de 48 horas, el
presidente Macri presentó en un acto los "dolorosos" resultados de la
prueba Aprender, una evaluación realizada a nivel nacional en octubre de
2016 en la que participaron 1,4 millones de alumnos.
El
mandatario habló de la "terrible inequidad entre aquel que puede ir a
una escuela privada y aquel que tiene que caer en la escuela pública",
una frase que han recordado los profesores en esta manifestación.Esto demuestra que el Gobierno "es completamente liberal, con lo cual está librado a las reglas del mercado", señaló Cecilia, maestra de educación artística desde hace 12 años.
"El sector más
rico siempre cree que los trabajadores somos los que menos merecemos, y
consideran que la escuela pública es algo menor; por eso piensan que la
educación pública es como un depósito y que solo vale lo que es pago,
confundiendo valor con precio", argumentó.
Los docentes de la
administración pública apoyarán la huelga general que ha convocado la
Confederación General del Trabajo para el próximo 6 de abril.
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