El estalinismo fue un problema filosófico aún mayor que el nazismo. Hay
una diferencia básica entre las víctimas de uno y otro. Bajo el nazismo,
si eras judío, estabas muerto, sin mediar palabra, no había nada que
probar: eras culpable por lo que eras. En el estalinismo, la mayoría de
las víctimas eran juzgadas por acusaciones falsas; la mayoría no eran
traidores y fueron torturados o chantajeados hasta confesar que lo eran
(…) Aún tenemos que entender ese proceso. Tenemos que repensar, si de
verdad queremos ser otra vez de izquierdas (…)
Slajov Zizek – En filosofía hoy –
***
El presidente de la República acaba de confesar que existe un grupo de traidores¹ quienes pretenden derrocarlo, según la siguiente textualidad: "Han surgido por ahí tendencias reformistas de derecha, algunas encabezadas por traidores abiertos (…) ¡Alerta, bolivariano, que a Nicolás Maduro le quieren meter una puñalada por la espalda traidores de nuevo cuño para asumir un proyecto reformista para entregar la revolución bolivariana al capitalismo internacional! (…) No se dejen que yo no me dejo (…) ¡Alerta con la traición, con los traidores!".
Como dicen los abogados, "a confesión de parte, relevo de pruebas". En tal sentido, no es nueva la denuncia que realiza el sucesor de Chávez sobre la existencia de "traidores". De hecho, hemos escrito las severas fracturas que tiene el madurismo como una corrupta organización neo totalitaria que se ha dividido el poder², la cual ha pervertido el ejercicio de la institucionalidad, quebrando la ética y hundido moralmente a la república.
Todos los traidores de la revolución bolivariana en su mayoría están representados en el reducto político en la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en su génesis y apocalipsis, luego de la muerte de Chávez. Sólo ellos tendrán frente a la historia, el gran peso de haber destruido toda una construcción política que sucumbió ante los designios partidistas y personalistas.
Comencemos esa lista por el propio Nicolás Maduro, quien habla de gobernar con el pueblo, pero la verdad es que sólo gobierna para esa putrefacta cúpula del PSUV. El yoismo, La soberbia, la arrogancia y el autoritarismo se convirtieron en la hecatombe del poder. Para Maduro quien no se somete a sus designios totalitarios es enemigo del gobierno, es decir, se convierte en "apátrida", cuando la realidad es que su conducta se asemeja con los gobernantes más reaccionarios. Recordemos su frase en que sería un "niño de pecho" en relación con Erdogan, el presidente de Turquía. Esa es una afirmación de querer aplicar una política del miedo sobre la población, mientras tiene un gobierno minado por corruptos, zascandiles y ramplones quienes no han sido capaces en dar respuestas a las necesidades básicas de la población como alimentos y medicinas.
Tampoco podemos obviar que el discurso de Maduro se parece mucho al de Stalin sobre el pensamiento ideológico. Por ello, debemos citar algunos fragmentos del líder soviético, antes y después de su pacto con los llamados "aliados" con el propósito de enfrentar a Hitler. Así, en 1927, ante las advertencias que había tomado la revolución bolchevique, las cuales fueron mencionadas por Trotsky y otros críticos, Lozano (1987, p. 112), nos refiere en palabras de Stalin: "Sí, camaradas. Soy rudo con los que de manera escandalosa y pérfida destruyen y dividen al partido". Luego de esa sentencia, solicitó a los presentes la expulsión inmediata de sus críticos del llamado partido nacionalista, mientras los demás aplaudían y gritaban: "¡Eso, eso! ¡Te reprendemos!" (Ibídem) ¿Se parece tal discurso al de Maduro cuando alguien señala fallas en su gobierno?
En ese discurso, Stalin también convenció a sus panegíricos que el ser grosero no era un defecto, sino una "cualidad", es decir, la escatología se convertía en una herramienta "revolucionaria" del lenguaje ¿Coincidencia en sus palabras contra la disidencia de su gobierno por parte de sectores auténticamente chavistas o fuerzas opositoras?
El otro traidor es Diosdado Cabello quien es la copia al carbón de Molotov en tiempos de Stalin. Molotov fue un perro faldero de Stalin, pero no por razones de ser un incondicional con éste, sino que de alguna manera anhelaba su posición; verbigracia, estuvo tras la toma del poder del "comandante en jefe" como solía llamarle en sus apariciones públicas y privadas, pero en especial, y de manera irónica, después de su muerte.
Molotov era el terrorista de Estado, razón por la cual, las populares "bombas" que conocemos con ese nombre, tienen en tal "ideólogo" a su mentor. En cuántas reuniones entre Stalin y Molotov, el primero ordenaba al segundo, sobre todo, luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, que negociará con estadounidenses y británicos imponiendo sus propias condiciones. Ese es el espejo de Diosdado Cabello. Mantener posiciones que no colaboren con el diálogo. Su acción consiste en explotar desde su programa de televisión los posibles acuerdos que vayan dirigidos a tolerar y aceptar la heterogeneidad política.
El siguiente traidor es Jorge Rodríguez, quien es el espejo de Kirov en aquellos tiempos de la Unión Soviética. Stalin afirmó sobre Kirov que había llegado el momento de "los hombres de la mente". Ambos coincidían en que la "educación política" era el centro para resolver los problemas internos en relación con la consolidación de la revolución. Kirok se caracterizaba por tener discursos que cercenaba los derechos de la oposición. Su objeto desde sus palabras era desmoralizar a quienes el estalinismo consideraba sus enemigos. Ante ese accionar, Trotsky fue señalado en rol de "contra-revolucionario". En nuestra praxis, Jorge Rodríguez es el autor intelectual en haber llevado a la revolución bolivariana a un nivel de descrédito ante la opinión pública, que siendo "jefe de campaña" de las pasadas elecciones a la Asamblea Nacional, las fuerzas de la revolución se llevaron una desastrosa derrota. No tengo dudas, que Rodríguez es el autor intelectual en la suspensión de las elecciones de cualquier tipo en el corto plazo, y de ser necesario, también en el mediano y largo plazo.
El último de los traidores, quien llegó con mucha fuerza a la vicepresidencia, actualmente se encuentra muy disminuido por las recientes acusaciones internacionales en su contra de supuesto narcotraficante es Tareck El Aissami, quien a pesar de haber desplazado a los dos anteriores con el control del PSUV, al ser responsable en la coordinación de los cuestionados Operativos de Liberación "Humanista del Pueblo" (OLHP), lo convierte la estirpe de Beria, el jefe policial en tiempos de Stalin, del casualmente denominado Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, mejor conocida como la NKVD (siglas en ruso).
Beria fue uno de los autores intelectuales y materiales de la Gran Purga. Incluso, mucho se ha escrito sobre sus actuaciones represivas y asesinas al frente de la policía soviética. No obstante, debe mencionarse que posterior a la muerte de Stalin fue acusado de "espía" británico, siendo encarcelado y enjuiciado sin derecho a la defensa ni apelación por ser encontrado "traidor" al partido y a la nación, y más aún, querer restaurar el capitalismo. ¿Se parecen tales hechos a las declaraciones de Maduro? Beria fue ejecutado sin compasión, aunque sobre su asesinato, existen diversas versiones, entre ellas, la de su hijo, quien afirmó que lo mataron en un allanamiento en su residencia.
Descritos a nuestro juicio, parte de los traidores a la revolución bolivariana en plena analogía con la historia soviética ¿Quién será el posible Kruschev del madurismo? Por ahora, los eventos políticos de lo que está en agonía, sigue marcando una muerte anunciada. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹ https://www.aporrea.org/actualidad/n305692.html
² https://www.aporrea.org/ideologia/a236111.html
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Referencias
Arch, J. (1987) Origins of the Great Purges: The Soviet Communist Party Reconsidered, 1933-1938. New York: Cambridge University Press
Arnaud, H. (1953). El caso Beria: ¿traidor a la URSS? Casos y cosas de la humanidad. Clodomiro Diez Ovalle.
Judt, T (2006) Postguerra. Una historia de Europa desde 1945. Traducción de Jesús Cuéllar y Victoria E. Gordo del Rey. Barcelona: Taurus
Kohan, N. (2013). Nuestro Marx. Buenos Aires: La oveja roja
Leffler, M. (2007) La guerra después de la guerra. Estados Unidos, la Unión Soviética y la Guerra Fría. Traducción de Ferran Esteve. Barcelona: Critica
Lozano, A. (2012) Stalin, el tirano rojo. Madrid: Nowtilus
Slajov Zizek – En filosofía hoy –
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El presidente de la República acaba de confesar que existe un grupo de traidores¹ quienes pretenden derrocarlo, según la siguiente textualidad: "Han surgido por ahí tendencias reformistas de derecha, algunas encabezadas por traidores abiertos (…) ¡Alerta, bolivariano, que a Nicolás Maduro le quieren meter una puñalada por la espalda traidores de nuevo cuño para asumir un proyecto reformista para entregar la revolución bolivariana al capitalismo internacional! (…) No se dejen que yo no me dejo (…) ¡Alerta con la traición, con los traidores!".
Como dicen los abogados, "a confesión de parte, relevo de pruebas". En tal sentido, no es nueva la denuncia que realiza el sucesor de Chávez sobre la existencia de "traidores". De hecho, hemos escrito las severas fracturas que tiene el madurismo como una corrupta organización neo totalitaria que se ha dividido el poder², la cual ha pervertido el ejercicio de la institucionalidad, quebrando la ética y hundido moralmente a la república.
Todos los traidores de la revolución bolivariana en su mayoría están representados en el reducto político en la cúpula del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en su génesis y apocalipsis, luego de la muerte de Chávez. Sólo ellos tendrán frente a la historia, el gran peso de haber destruido toda una construcción política que sucumbió ante los designios partidistas y personalistas.
Comencemos esa lista por el propio Nicolás Maduro, quien habla de gobernar con el pueblo, pero la verdad es que sólo gobierna para esa putrefacta cúpula del PSUV. El yoismo, La soberbia, la arrogancia y el autoritarismo se convirtieron en la hecatombe del poder. Para Maduro quien no se somete a sus designios totalitarios es enemigo del gobierno, es decir, se convierte en "apátrida", cuando la realidad es que su conducta se asemeja con los gobernantes más reaccionarios. Recordemos su frase en que sería un "niño de pecho" en relación con Erdogan, el presidente de Turquía. Esa es una afirmación de querer aplicar una política del miedo sobre la población, mientras tiene un gobierno minado por corruptos, zascandiles y ramplones quienes no han sido capaces en dar respuestas a las necesidades básicas de la población como alimentos y medicinas.
Tampoco podemos obviar que el discurso de Maduro se parece mucho al de Stalin sobre el pensamiento ideológico. Por ello, debemos citar algunos fragmentos del líder soviético, antes y después de su pacto con los llamados "aliados" con el propósito de enfrentar a Hitler. Así, en 1927, ante las advertencias que había tomado la revolución bolchevique, las cuales fueron mencionadas por Trotsky y otros críticos, Lozano (1987, p. 112), nos refiere en palabras de Stalin: "Sí, camaradas. Soy rudo con los que de manera escandalosa y pérfida destruyen y dividen al partido". Luego de esa sentencia, solicitó a los presentes la expulsión inmediata de sus críticos del llamado partido nacionalista, mientras los demás aplaudían y gritaban: "¡Eso, eso! ¡Te reprendemos!" (Ibídem) ¿Se parece tal discurso al de Maduro cuando alguien señala fallas en su gobierno?
En ese discurso, Stalin también convenció a sus panegíricos que el ser grosero no era un defecto, sino una "cualidad", es decir, la escatología se convertía en una herramienta "revolucionaria" del lenguaje ¿Coincidencia en sus palabras contra la disidencia de su gobierno por parte de sectores auténticamente chavistas o fuerzas opositoras?
El otro traidor es Diosdado Cabello quien es la copia al carbón de Molotov en tiempos de Stalin. Molotov fue un perro faldero de Stalin, pero no por razones de ser un incondicional con éste, sino que de alguna manera anhelaba su posición; verbigracia, estuvo tras la toma del poder del "comandante en jefe" como solía llamarle en sus apariciones públicas y privadas, pero en especial, y de manera irónica, después de su muerte.
Molotov era el terrorista de Estado, razón por la cual, las populares "bombas" que conocemos con ese nombre, tienen en tal "ideólogo" a su mentor. En cuántas reuniones entre Stalin y Molotov, el primero ordenaba al segundo, sobre todo, luego de finalizada la Segunda Guerra Mundial, que negociará con estadounidenses y británicos imponiendo sus propias condiciones. Ese es el espejo de Diosdado Cabello. Mantener posiciones que no colaboren con el diálogo. Su acción consiste en explotar desde su programa de televisión los posibles acuerdos que vayan dirigidos a tolerar y aceptar la heterogeneidad política.
El siguiente traidor es Jorge Rodríguez, quien es el espejo de Kirov en aquellos tiempos de la Unión Soviética. Stalin afirmó sobre Kirov que había llegado el momento de "los hombres de la mente". Ambos coincidían en que la "educación política" era el centro para resolver los problemas internos en relación con la consolidación de la revolución. Kirok se caracterizaba por tener discursos que cercenaba los derechos de la oposición. Su objeto desde sus palabras era desmoralizar a quienes el estalinismo consideraba sus enemigos. Ante ese accionar, Trotsky fue señalado en rol de "contra-revolucionario". En nuestra praxis, Jorge Rodríguez es el autor intelectual en haber llevado a la revolución bolivariana a un nivel de descrédito ante la opinión pública, que siendo "jefe de campaña" de las pasadas elecciones a la Asamblea Nacional, las fuerzas de la revolución se llevaron una desastrosa derrota. No tengo dudas, que Rodríguez es el autor intelectual en la suspensión de las elecciones de cualquier tipo en el corto plazo, y de ser necesario, también en el mediano y largo plazo.
El último de los traidores, quien llegó con mucha fuerza a la vicepresidencia, actualmente se encuentra muy disminuido por las recientes acusaciones internacionales en su contra de supuesto narcotraficante es Tareck El Aissami, quien a pesar de haber desplazado a los dos anteriores con el control del PSUV, al ser responsable en la coordinación de los cuestionados Operativos de Liberación "Humanista del Pueblo" (OLHP), lo convierte la estirpe de Beria, el jefe policial en tiempos de Stalin, del casualmente denominado Comisariado del Pueblo para Asuntos Internos, mejor conocida como la NKVD (siglas en ruso).
Beria fue uno de los autores intelectuales y materiales de la Gran Purga. Incluso, mucho se ha escrito sobre sus actuaciones represivas y asesinas al frente de la policía soviética. No obstante, debe mencionarse que posterior a la muerte de Stalin fue acusado de "espía" británico, siendo encarcelado y enjuiciado sin derecho a la defensa ni apelación por ser encontrado "traidor" al partido y a la nación, y más aún, querer restaurar el capitalismo. ¿Se parecen tales hechos a las declaraciones de Maduro? Beria fue ejecutado sin compasión, aunque sobre su asesinato, existen diversas versiones, entre ellas, la de su hijo, quien afirmó que lo mataron en un allanamiento en su residencia.
Descritos a nuestro juicio, parte de los traidores a la revolución bolivariana en plena analogía con la historia soviética ¿Quién será el posible Kruschev del madurismo? Por ahora, los eventos políticos de lo que está en agonía, sigue marcando una muerte anunciada. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
¹ https://www.aporrea.org/actualidad/n305692.html
² https://www.aporrea.org/ideologia/a236111.html
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Referencias
Arch, J. (1987) Origins of the Great Purges: The Soviet Communist Party Reconsidered, 1933-1938. New York: Cambridge University Press
Arnaud, H. (1953). El caso Beria: ¿traidor a la URSS? Casos y cosas de la humanidad. Clodomiro Diez Ovalle.
Judt, T (2006) Postguerra. Una historia de Europa desde 1945. Traducción de Jesús Cuéllar y Victoria E. Gordo del Rey. Barcelona: Taurus
Kohan, N. (2013). Nuestro Marx. Buenos Aires: La oveja roja
Leffler, M. (2007) La guerra después de la guerra. Estados Unidos, la Unión Soviética y la Guerra Fría. Traducción de Ferran Esteve. Barcelona: Critica
Lozano, A. (2012) Stalin, el tirano rojo. Madrid: Nowtilus
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