Adital
Compartiendo una frontera de más de 2 mil kilómetros, Venezuela y Colombia viven una crisis en su relación internacional desde agosto de este año, cuando el presidente venezolano, Nicolás Maduro, ordenó el cierre de la frontera en algunos municipios. Durante una reunión, el último 21 de septiembre, en Quito (Ecuador), Maduro y el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, acordaron siete puntos en una agenda común para dirimir el conflicto.
La reunión entre Santos y Maduro fue intermediada por el presidente temporario de la Celac [Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños], Rafael Correa (Ecuador), y el presidente de Unasur [Unión de Naciones Suramericanas], Tabaré Vásquez (Uruguay). |
Los puntos acordados fueron: el retorno inmediato de los respectivos embajadores; realizar una investigación sobre lo que ocurrió en la frontera; reunir el equipo de ministros para tratar los temas fronterizos; la progresiva normalización de la frontera; la coexistencia de los modelos políticos, económicos y sociales de cada país; continuar trabajando con el acompañamiento de Uruguay y de Ecuador; hacer un llamado al espíritu de hermandad y unidad, con miras a un clima de convivencia y respeto mutuo.
En entrevista con Adital, monseñor Héctor Fabio Henao, director de Cáritas Colombiana, que realiza actividades de apoyo en la frontera, comentó sobre la situación actual existente entre los dos países. Según él, los diálogos entre los presidentes Maduro y Santos redujeron la intensidad del problema en la frontera, pero todavía no resolvieron la cuestión completamente. "La crisis que viven los retornados no ha terminado”. Él recuerda también que las próximas elecciones en ambos lados de la frontera han impactado sobre la cuestión.
El director de Cáritas destaca que la frontera entre Colombia y Venezuela es la más viva de América del Sur, siendo el punto más crítico, con el mayor número de personas y vehículos, en la ciudad de Cúcuta. Por este lugar ya pasaron como "deportados o expulsados” 27 mil personas. "Muchos han recibido el apoyo de las diócesis, en albergues temporales”.
La situación de la crisis en la frontera puede repetirse con mayores proporciones en el futuro, según evaluación del monseñor Héctor, que recuerda un "vacío en la legislación” en lo que se refiere al refugio, asilo y desplazamientos transfronterizos. "A pesar de que se han dado avances no se ha logrado llegar a respuestas adecuadas”, señala.
En discusiones sobre la situación de Colombia, Monseñor Héctor cita el VII Congreso de Reconciliación, realizado del 23 al 25 de septiembre, en Bogotá. El evento promovido por Cáritas Colombia reunió a 650 líderes de todo el país para debatir sobre la "gran preocupación” del hecho de que Colombia continúa siendo un "país expulsor” y cada vez más "país de tránsito” para el tráfico de sustancias y para el tráfico de personas.
Números
Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas para Asuntos Humanitarios (Ocha) sobre la situación en la frontera, el número de colombianos deportados de Venezuela por el norte de Santander, Arauca a Guajira llegaron a 1.678 personas. Se estima en casi 18 mil el número de repatriados. El departamento más afectado es el norte de Santander, en Colombia. De acuerdo con el informe, solamente el 11% de esa población se encontraba albergada o habían retornado al lugar de destino, mientras que el 89% restante se encontraba alojado en redes de apoyo.
De acuerdo con declaraciones del director general de Migración de Colombia, Christian Krüger Sarmiento, la estimación es que existan fuera del país por lo menos 4 millones de colombianos, de los cuales el 20% se encuentra en Venezuela.
Monseñor Héctor señala que la crisis en la frontera obedece a múltiples problemas económicos, sociales y políticos. "En Venezuela se vive una situación muy difícil de desabastecimiento de alimentos y la frontera se ha convertido en un sitio de tráfico y contrabando de muchos productos pero también hay problemas complejos de delincuencia”.
La actividad ilegal es conocida como "bachaqueo” y consiste en la revenda de productos básicos y de combustible a precios cinco o seis veces más caros. Según denuncias, paramilitares de derecha estarían por detrás de este ya antiguo contrabando.
Para combatir la práctica del contrabando, el gobierno de Maduro instituyó la Ley de Precios Justos, que rige en el país desde enero de 2014. La norma regula el valor de los productos de primera necesidad, determinando que el margen de lucro de los establecimientos comerciales no puede exceder el techo del 30%. El castigo para quien viole la ley varía de dos a 12 años de detención.
Según Monseñor Héctor, de Cáritas Colombia, Venezuela vive una situación grave de desabastecimiento de alimentos y la frontera se convirtió en un lugar de tráfico y contrabando de muchos productos. |
Comunicados
En el Comunicadode la Comisión de Justicia y Paz de la Comisión Episcopal Venezolana (CEV) se manifiesta la solidaridad a los miles de colombianos que hicieron la vida en Venezuela y "enriquecieron” el país con sus virtudes y capacidades. "No hay familia venezolana que no tenga vínculos consanguíneos, de afinidad, de trabajo o de cualquier otra índole con nuestros hermanos colombianos lo que nos ha permitido vivir en fraternidad”.
También en un Comunicado, monseñor Mario Moronta, obispo de San Cristóbal (Venezuela), dijo que la frontera no es una simple división de carácter geopolítico. "Es mucho más: es un ámbito donde comunidades de varias naciones hacen posible la comunión de esfuerzos en orden al desarrollo integral de todos los ciudadanos”.
Los obispos de Colombia y Venezuela divulgaron un mensaje fraterno invitando a la comunidad internacional a seguir de cerca la crisis en la frontera y a cooperar para llegar a una "adecuada y justa” solución. "Pedimos a nuestros hermanos de Colombia y Venezuela tomar conciencia de que el problema no es solo de los habitantes de frontera sino que nos involucra y compromete a todos los ciudadanos”.
La Comisión de Paz y Justicia de Venezuela también divulgó un comunicado expresando su solidaridad y esperanza, llamando a la reflexión sobre el futuro del país, sobre las responsabilidades política y militar en la conducción del país. "Los ciudadanos venezolanos nos sentimos hermanos del vecino país, nunca han sido extraños, sino que tenemos una historia común”.
En su habitual mensaje dominical, a comienzos de septiembre, el Papa Francisco invitó a los "amados pueblos venezolano y colombiano a rezar para que, con un espíritu de solidaridad y fraternidad, puedan superar las actuales dificultades”.
En un mensaje a los fieles sobre las próximas elecciones regionales y locales, agendadas para el próximo 25 de octubre, la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC) recomendó algunas orientaciones "éticas y morales” a los fieles y ciudadanos de "buena voluntad”, para que ejerzan con libertad y consciencia el voto. En el documento, los obispos colombianos manifiestan "gran preocupación” sobre la existencia de una "anticultura política”, que estaría caracterizada por el abuso de poder, tráfico de influencias, enriquecimiento ilícito, nepotismo, existencia de sobornos y por la vinculación de la clase política con grupos ilegales, que afectan "gravemente la credibilidad y la eficacia de las instituciones del Estado”.
Vea abajo un video de la Diócesis de Cúcuta sobre los deportados en la frontera colombo-venezolana.
Vea el video de Telesur con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, sobre la reunión con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
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