Andrés Figueroa Cornejo
Adital
Aprovechando
una breve visita a Santiago, el vocero de la combativa organización mapuche Coordinadora
Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=200505) se refirió a la contingencia tanto en la región
de La Araucanía, como en Chile en general, marcada por la reciente manifestación
de los propietarios de camiones del pasado 27 de agosto, la militarización del territorio
mapuche, y los fundamentos y claves de la resistencia de los originarios/as. Antes
de iniciar la entrevista, Llaitul manifestó su solidaridad profunda con la lucha
de los pueblos originarios del Continente, de Ecuador, de Argentina y en especial
"con el peñi Félix Díaz” de la comunidad Qom de Formosa, que en estos momentos conduce
un acampe desde hace más de 5 meses en el corazón de la Ciudad de Buenos Aires con
el propósito de ser escuchado por las autoridades centrales de ese país (http://www.anred.org/spip.php?article10518).
Héctor Llaitul, portavoz de la organización mapuche Coordinadora Arauco Malleco (CAM), denuncia intereses madereros y sindicato de camiones en protestas de La Araucanía. |
El gremio de
los dueños de camiones, vanguardia e instrumento histórico del capital y la minoría
opresora en Chile, acaba de hacer una demostración de fuerzas, llegando hasta la
propia casa de gobierno en la metrópolis, sin dejar de recibir, por cierto, el explícito
menosprecio de la inmensa mayoría de la población, independientemente de su simpatía
o antipatía con la administración ejecutiva de turno. ¿Qué significado político
contiene un hecho que está lejos de resultar un mero incidente?
El vocero de
ese gremio, Sergio Pérez, es propietario de más de 60 camiones. No se trata de trabajadores.
La manifestación viene a ratificar lo que la CAM señala hace tiempo: la manifestación
de los dueños de camiones se inscribe en un proceso que es resultado del aumento
de la contradicción entre la lucha de las comunidades mapuche por nuestros derechos
políticos-territoriales en el Wallmapu histórico o La Araucanía, y los sectores
dominantes en la región. Es preciso aclarar que este gremio representa las franjas
más recalcitrantes, conservadoras y ultraderechistas de todo Chile, y que cuenta
con un bastión añoso y significativo en zona de La Araucanía. Al respecto, nosotros
planteamos que la construcción del Estado-Nación chileno se reafirmó y se reafirma
en la ocupación de nuestros territorios.
¿A qué te refieres?
A que de manera
estructural, el Estado de Chile tiene su origen en la violencia y el genocidio.
A partir de esa realidad surgen las castas dominantes y nuestra propia condición
de pueblo oprimido. Lo que vemos hoy es la continuación histórica de la oligarquía.
Ahora bien, el gremio de los dueños de camiones sólo es el Caballo de Troya de los
grupos de poder, y en particular de la industria forestal.
¿Cómo se ilustra
el tonelaje de la explotación forestal?
Sólo una de ellas,
la Forestal Mininco del grupo Matte (https://es.wikipedia.org/wiki/Empresas_CMPC), tiene a más de 1.500 comunidades mapuche sometidas.
Y el grupo Matte es uno de los holding empresariales colonialistas más ejemplares
que existen no sólo a nivel económico y financiero, sino que político, educacional,
comunicacional, ideológico, etc. El capital impone sus fueros en todas sus dimensiones.
Que compre políticos es parte de su movimiento y continuidad colonial simplemente.
Asimismo, los Matte y otros grupos económicos no aparecen públicamente. Para ello
usan a los propietarios de camiones, entre otras expresiones. También está el Partido
Unión Demócrata Independiente (UDI). Por eso a través de sus dirigentes están pidiendo
que se imponga el Estado de Excepción en La Araucanía, fiscales especiales contra
los mapuche en lucha, y hasta han inventado que tenemos vínculos con las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
¿Cuál crees que
será el próximo paso del capital y la ultraderecha?
Superiores políticas
represivas en La Araucanía. Lo medular es que con estos acontecimientos se pretende
legitimar la militarización del territorio mapuche. Las forestales están empleando
como guardia pretoriana de sus explotaciones a carabineros de Chile. Entonces enfrentamos
una estrategia ofensiva mucho más amplia que un espectáculo gremial. La protesta
de los dueños de camiones abre una brecha en el gobierno con el fin de favorecer
un avance del fascismo en el sur del país.
Las causas de
la caída del ex intendente Huenchumilla y su significado político
¿Qué lectura
haces de la remoción del ahora ex intendente regional de La Araucanía, Francisco
Huenchumilla, justo antes de paro gremial camionero (http://radio.uchile.cl/2015/08/25/ejecutivo-destituye-al-intendente-francisco-huenchumilla)?
Para nosotros
el democristriano Huenchumilla es un miembro de la vieja guardia de la Concertación,
ahora Nueva Mayoría. Siempre lo vimos como a alguien que ofrecería garantías a la
gobernanza ultra liberal en la zona. Eso sí, Huenchumilla nos pareció interesante
cuando a nivel de discurso, recogió algunas demandas mapuche para reposicionarse
como figura en la zona.
¿Por qué existen
agrupaciones mapuche que hacen una diferencia más notable entre el expulsado Huenchumilla
y el nuevo intendente Andrés Jouannet Valderrama (DC)?
Huenchumilla,
en efecto, dijo que, de algún modo, había que replantear el rediseño territorial,
tocando ciertos intereses de las forestales. Luego lo matizó mucho más, siempre
beneficiando al empresariado. También señaló que era preciso ‘conocer al mundo mapuche’
para enfrentar la causa mapuche. De cualquier forma, el discurso de Huenchumilla
no era muy distinto al emitido durante la campaña presidencial de Bachelet. Hablar
de un "Estado plurinacional” para la CAM tampoco tiene mucho sentido porque no nos
garantiza la devolución territorial ni la autonomía de los pueblos originarios.
Estados Unidos y Canadá, por ejemplo, son Estados plurinacionales, pero sus pueblos
originarios jamás han dejado de estar sometidos.
Sindicato de Camiones sería, según Llaitul, instrumento de minoría opresora de Chile. |
Entonces para
la CAM, ¿por qué cayó en desgracia Huenchumilla para el gobierno?
Porque Huenchumilla
en el documento de su propuesta expresó poner límites a la prolongación del Decreto
Ley 701 (http://www.leychile.cl/Navegar?idNorma=6294) dictado en la tiranía pinochetista, que avala al
negocio forestal. El DL 701 permitió y permite la entrega estatal de tierra y dinero
al empresariado para que explote y deprede el territorio sureño como quiera, que
es precisamente lo que ha hecho. Hace poco más de un mes, entre gallos y medianoche,
la cámara de diputados aprobó la prórroga del DL 701 (http://resumen.cl/2015/07/prorrogan-la-vigencia-del-dl-701-hasta-2018/). Estamos hablando de un Decreto Ley que fue hecho
a la medida de los intereses de las forestales por la dictadura en octubre de 1974
y que acaba de ser refrendado por el conjunto de los parlamentarios de todo el sistema
de partidos políticos, Nueva Mayoría y Alianza. Esto es una nueva traición a la
Nación Mapuche. Cuando Huenchumilla indicó en su propuesta que el DL 701 no debía
ser aprobado en los términos en los que se hizo después, selló su suerte.
Esa fue una de
las causas fundamentales de la destitución de ex intendente Francisco Huenchumilla.
¿Qué ocurre en materia de expropiaciones de terreno?
En este momento
existen tres formas de recuperación de tierras. La establecida por la gobernanza
ultra liberal, genocida e instaurada por la Ley Indígena con la entrega de tierras
y de agua a través del mercado, y donde se genera la especulación financiera sobre
el valor de la tierra. Otra es desempolvar el tema de las expropiaciones, justa,
menos justa, depende, y con criterios de Estado. Y la última es la que nosotros
planteamos y que consiste en el control territorial directo. Al respecto, Huenchumilla
fue claro en optar por la primera forma. En fin, el resultado es que en ningún momento
se trata de debilitar al capitalismo, sino por el contrario. Con los recursos que
se llevan las forestales, producto de tierra robada, expropiada y depredada, esa
industria sigue haciendo negocio en el Wallmapu, en Brasil, Uruguay, Argentina,
etc.
Bajo este contexto,
Huenchumilla propuso que la devolución de tierras no debía ser tan exclusiva de
los predios particulares, sino que era preciso comenzar a tocar algunos intereses
de las forestales, gradualmente, con los representantes de las forestales, etc.
Sin embargo, si Huenchumilla lograba provocar la concesión y devolución de algunas
tierras, hoy propiedad de las forestales, se sentaba un precedente muy importante
en el rediseño territorial. Evidentemente, eso no fue aceptado por las forestales.
Ambos hechos provocaron la ‘quitada de piso político’ del ex intendente.
Ahora bien, la
salida de Huenchumilla es un síntoma nítido de la supremacía general de las grandes
corporaciones en Chile y de la ultraderecha, en cómo se han ido desenvolviendo y
en qué terminarán las reformas del programa de Bachelet. El golpe de timón proviene
del Ejecutivo y muy particularmente de la cartera del Interior y su ministro, el
DC Jorge Burgos. Es decir, la reflexión y el accionar capitalista se resume en que si las modificaciones moderadas
comprometidas por la Nueva Mayoría son revertidas en el caso mapuche, igual cosa
pasará con el resto de las reformas (educacional, laboral, sanitaria, etc.). Y las
corporaciones triunfaron. Estamos frente a una guerra de baja intensidad del empresariado
contra los pueblos, donde la militarización de La Araucanía se efectúa a través
de la policía militar y donde el factor de inteligencia política está jugando un
papel cardinal.
El ministro Jorge
Burgos y la ultraderecha
¿Quién es el ministro del Interior, el democristiano Jorge Burgos?
Burgos hizo escuela
durante la guerra de El Salvador (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=165541), en contra del pueblo de ese país centroamericano,
a favor de las masacres y en los tiempos del DC José Napoleón Duarte. Es más, el
intendente actual de La Araucanía, Andrés Jouannet Valderrama, es parte del grupo
al que pertenecieron los dirigentes democristianos Gutenberg Martínez y Soledad
Alvear, llamados "Los salvadoreños” por su asesoría a los crímenes sobre los oprimidos/as
de esa nación. Entonces cuando mencionamos a Jorge Burgos, nos referimos a un ministro
que le ofrece plenas garantías a las clases dominantes en Chile. Ello significa
que si es preciso reprimir a los mapuche o a cualquier fracción del movimiento popular,
se hará. Y que la balanza política del país se ha inclinado francamente a la derechización
sin ambigüedades. El golpe contra el movimiento mapuche va dirigido a su totalidad.
Desde los que luchan dentro del sistema, como los que luchamos desde fuera del sistema.
No habrá ni siquiera migajas, incluso para quienes confían en las posiciones más
reformistas. A nosotros, los anticapitalistas nos tocan palos, y a los que buscan
cambios paulatinos, les tocan palos e inviabilidad. El Pueblo-Nación mapuche vive
una situación de opresión donde el colonialismo ideológico se impone a sangre y
fuego.”
La lucha por
la liberación nacional
¿Cuál es el proyecto
y la estrategia de la CAM?
Resistencia y
Reconstrucción. Y nuestra estrategia es la lucha por la liberación nacional, a través
de un proceso complejo y dinámico de la acción directa del control territorial para
lograr la recuperación de los territorios y la autonomía. Nuestras posiciones han
avanzado y ello lo ha leído correctamente la derecha. Por eso las principales armas
de la represión estatal no son tanto para los sectores ‘progresistas’ del movimiento
mapuche, sino que están dedicados a nosotros y a posturas como las nuestras.
Durísimas son
las luchas de liberación nacional. ¿Cómo la explicas hoy?
Nosotros recién
estamos sentando las bases para la construcción de condiciones de una estrategia
de esa naturaleza. Actualmente estamos en procesos ligados a la resistencia, las
recuperaciones de tierra, el control territorial, expresiones mínimas de autodefensa.
Ahora bien, los últimos acontecimientos confirman nuestros diagnósticos y los cimientos
del único proyecto posible para nuestra propia sobrevivencia como pueblo en vías
hacia su emancipación. La otra alternativa es la desaparición física e ideológica
de un pueblo, y su asimilación forzada. ¿Cuánta tierra han recuperado quienes están
participando de la institucionalidad de la dominación? Nada. Uno que otro proyecto
de asimilación y avasallamiento de sectores del pueblo mapuche. En cambio por la
vía del control territorial y la resistencia, sí, efectivamente, se han recuperado
tierras. Nosotros consideramos que la presente ofensiva capitalista va dirigida
específicamente contra el movimiento mapuche autónomo y revolucionario representado
por el proyecto político de la CAM.
Héctor, quiero
hablarte como huinca, como no mapuche (aunque no tengo duda de que también estoy
hecho de tu-nuestro pueblo). Existen versiones ideológicas mapuche que vuelven su
liberación casi como un fenómeno autosuficiente y donde los anticapitalistas de
Chile y más allá, parecen estar excluidos. Es un relato y propaganda que pone el
acento en una especie de reafirmación nacionalista mapuche. Sin embargo, desde mi
modesta perspectiva, considero que es imposible la liberación de los oprimidos/as
en Chile y el mundo sin la unidad amplia y generosa de toda la humanidad despierta.
¿Cuál es tu opinión al respecto?
Para nosotros
la liberación del pueblo mapuche pasa por la liberación del pueblo chileno. Hace
un tiempo me titularon una entrevista donde digo "No me simpatiza la izquierda de
este país”. Pero naturalmente esa expresión hay que ponerla en contexto. Lo que
pasa es que prácticamente no existe izquierda anticapitalista ni un movimiento popular
con esa impronta en Chile que, por ejemplo, al día siguiente o el mismo día del
paro de los dueños de camiones de la ultraderecha en complicidad con Burgos y otros
miembros de la Nueva Mayoría, haya salido a la calle a enfrentarse a una de las
manifestaciones más transparentes de la ofensiva capitalista en curso. Y a la otra
izquierda, la que colabora con el proyecto burgués, que es parte del gobierno que
tiene un programa burgués, no le creo. Los sectores revolucionarios chilenos, el
pueblo revolucionario chileno se encuentra fragmentado, desorientado y aún no construye
el proyecto revolucionario desde y para los oprimidos en Chile. Esto es gravísimo
porque nosotros comprendemos la liberación mapuche de la mano con la liberación
del pueblo chileno. Y creemos firmemente en la liberación de la humanidad.
Madereras invaden territorios mapuches en el sur de Chile y son blancos de las protestas. |
Sobre ese ‘nacionalismo’
del que hablas por parte de sectores mapuche en lucha, primero, en realidad es ‘nacionalitaria’,
es decir, no tiene nada que ver con el nacionalismo de los dominadores (que siempre
ha sido falsificado porque los intereses del capital carecen de fronteras o por
su uso fascista), sino que con la identidad y la visión de mundo del Pueblo-Nación
mapuche.
¿Dónde vez movimiento
popular en Chile?
Yo valoro el
movimiento estudiantil, pero por sí solo no es capaz de darle proyección a un emprendimiento
revolucionario. Sin negar a nadie, es el pueblo trabajador, en términos ampliados,
el actor fundamental de la transformación social radical. Los pobres de la ciudad
y del campo, que son los trabajadores más castigados. Y yo considero que la izquierda
anticapitalista y antiimperialista debería concentrar sus esfuerzos ahí. Esa es
mi opinión, claro.
¿Te reconoces
en la lucha independentista del Pueblo vasco, por ejemplo?
Por supuesto.
Y de los pueblos palestino, kurdo, saharaui. Así también, comprendemos las distinciones
propias de los pueblos originarios, sus modos específicos, su cosmogonía, nuestra
relación humanidad-naturaleza. Y aquí me refiero a una espiritualidad. Ese es el
etos (carácter, personalidad, identidad) de nuestra construcción como pueblo. Cuando
reivindicamos el weichan (‘que siga nuestra lucha’), hacemos presente el espíritu
de los antiguos cuando defendieron su territorio y su libertad.
"El capitalismo
es nefasto para todos los pueblos del mundo”
Aquí Héctor quiero
solicitarte que compartas conmigo una reflexión. Efectivamente, salvo proyectos
asociados al nacional-desarrollismo y sus programas que enarboló la izquierda chilena
desde más de 70 años, bajo otra fase del capitalismo (imposible de reproducir dada
las actuales condiciones y contexto de un planeta finito, en sus límites, que ya
no alcanza, mundialmente financiarizado, etc.), el anticapitalismo y antiimperialismo
en Chile y mucho más allá, efectivamente
está huérfano de proyecto político liberador. Ahora bien, la emancipación de los
oprimidos/as también está falto de un etos, de una espiritualidad, de una épica
y una ética política, de una identidad. ¿Consideras que sobre este asunto la lucha
mapuche puede arrojar luces sobre la desorientación general del anticapitalismo
en Chile?
Ciertamente.
Y creo que el aporte principal se encuentra en la autonomía, que nosotros entendemos
como una forma de vivir cotidianamente. Es una autonomía que la hacemos aquí y ahora
y que nos convierte en su desenvolvimiento, en una fuerza antisistémica. Logrando
consciencia, resignificando el ser mapuche, vamos conquistando autonomía. Este es
el llamado que hacemos entre los mapuche. Y la autonomía es nuestra independencia
política e ideológica respecto de aquellos que nos quieren conducir. Por razones
de manipulación histórica se explica nuestra desconfianza con la izquierda tradicional.
Desde allí, con la autoridad de nuestra lucha centenaria contra el colonizador,
nosotros reafirmamos nuestra independencia política y lentamente orgánica para construir
las fuerzas propias. Y eso va atado al proceso de auto-reconocimiento de lo mapuche,
al proceso de desalienación y descolonización ideológica entre nuestra misma gente.
La comunidad es la salvaguarda para la lucha y la sobrevivencia de los pueblos.
Esta concepción comunitaria o comunista, es una condición para la libertad. Y esa
concepción, que a su vez, contempla una estética propia, tiene que trascender las
fronteras del Wallmapu.
Mapuches luchan hace décadas por la recuperación de sus territorios usurpados por las madereras. |
Nosotros no nos
victimizamos. Desde la acción concreta sostenemos un discurso confrontacional y
en contradicción con los intereses del capital y del Estado del capital.
Volviendo a la
estrategia de la lucha por la liberación nacional, los combates que bajo esa dirección
política, por sí sola, se han ofrecido y triunfado en el mundo no han significado
en demasiados casos la emancipación de los oprimidos. La situación de las luchas
de liberación nacional en África es un claro ejemplo al respecto. Los pueblos colocaron
el pecho y, debido a la amplitud de las alianzas políticas y de representaciones
de clase distintas a la exclusivamente oprimida, hoy nos muestra muchos países africanos
que tienen hasta reyes. ¿Qué pasa allí?
Nosotros reivindicamos
con mucha fuerza el weichan y jamás la derrota. El tiempo que iluminamos es el de
los rewe, el de los centros sagrados y ceremoniales en donde se tomaban las decisiones
de la política y de la guerra por excelencia. Se trata del tiempo de la unidad de
todo un pueblo y de la concatenación de todas las fuerzas. Pero no ya para mantener
las estructuras de linaje o de privilegios. En el rewe existió una relación muy
poderosa con la concepción del hermano, del ser con el otro, de la tierra, de la
reciprocidad y del equilibrio. Ocurre que hoy sí somos anticapitalistas. En el presente,
el capitalismo destructivo se expresa de manera fascista, derechizada, extractivista
y donde las forestales tienen carta blanca para hacer y deshacer, junto con las
mineras, las hidroeléctricas y el consumo del agua y los territorios para sus explotaciones
y no para la vida humana. Para eso el capitalismo depredador quiere y tiene el mar,
el aire, el suelo y el subsuelo. Tú me preguntas qué más quieren. Lo que pasa es
que todavía quedan muchísimos recursos, que son precisamente los que la mundialización
de la opresión capitalista reclama. Ello se nos aparece como el convencimiento de
lo nefasto que resulta el capitalismo para todos los pueblos del mundo. Y para el
pueblo mapuche en especial. Si nosotros observamos que están matando a nuestros
hermanos, a los ríos, las montañas, con mayor razón vamos a defenderlos. Esto atenta
contra el propio ser mapuche. Sin cerros, sin agua, sin territorio, no somos nada.
De la radicalidad del capital proviene nuestra lucha revolucionaria. Es el camino
único para nuestra sobrevivencia como pueblo mapuche en la historia de la humanidad.
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