Pedro Echeverría V.
1. Hoy he leído tres notas alarmantes:
a) Que el gobierno de Peña
Nieto compró a EEUU un poderoso equipo militar sin importarle la
profunda crisis económica que atraviesa el país;
b) Que el ejército
mexicano no está dispuesto a rendir cuentas de nada ni a nadie, sin
importarle que el pueblo de México trabaja para mantener a medio millón
de militares y
c) Que agentes de aduanas y migración extranjeros pueden
portar las armas sofisticadas que deseen, sin importarle a Peña Nieto
que el país está lleno de agentes del FBI, CIA, DEA y demás. Digo:
alarmantes para mí, para los luchadores sociales, para los movimientos
que luchan defendiendo sus derechos. Por el contrario: los explotadores
y saqueadores del país aplauden al gobierno por la enorme protección
armada que tanto han pedido porque la necesitan.
2. El almirante Gortney, del Pentágono de los EEUU dio a conocer que
el gobierno de Enrique Peña Nieto le compró a Estados Unidos equipo
militar con valor de más de 1,300 millones de dólares en menos de un
año, triplicando ese gasto los poco más de 500 millones de dólares que,
en el marco de la Iniciativa Mérida, Washington ha dado a México de
2007 a la fecha en equipo y tecnología militar para combatir el
narcotráfico y el crimen organizado. Expuso que México adquirió un
paquete de helicópteros UH-60 y vehículos terrestres de movilidad para
propósitos múltiples con un valor de más de mil millones de dólares, lo
que representó un aumento de 100 millones de dólares en compras
realizadas en años anteriores. La revista Proceso en circulación
documenta su investigación-denuncia con mucha especialidad.
3. ¿Por qué miles de millones de dólares en compra de armas
especiales, helicópteros y pago de asesoría militar si como dice el
gobierno México es un país donde su población vive en la democracia, en
la paz y sin problemas? Los yanquis, sabiendo que México sufre desde
principios de 1982 la implantación fallida del modelo neoliberal y que
su crisis de productividad, desempleo e inseguridad es profunda, han
aconsejado estos enormes gastos en armas, así como el crecimiento
exagerado del ejército, la marina y la policía. El gobierno de Peña, en
vez de solucionar los graves problemas de la población, al ver su
fracaso ha decido tomar el camino de la liquidación violenta de los
movimientos sociales. No hay duda que este camino lo escogió Peña Nieto
por recomendación de los EEUU cuya preocupación esencial es poseer una
frontera segura.
4. Otra nota alarmante son las brutales palabras del tal Salvador
Cienfuegos, jefe de Defensa Nacional (Sedena) al gritar que no está
dispuesta a rendir cuentas de nada y a nadie; que él sólo habla con el
presidente de la República porque es su jefe. Se publica en la revista
Proceso que ni el Congreso, ni el Instituto de Acceso a la Información,
incluso la PGR y mucho menos los ciudadanos merecen respuesta sobre las
graves actuaciones del Ejército. Los requerimientos de información a la
Sedena para esclarecer la matanza de civiles en Tlatlaya, Estado de
México, y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa, en
Iguala, Guerrero, se han topado con la muralla del Ejército. Ni las
cámaras de diputados, ni el IFAI, ni siquiera la Procuraduría, nadie,
ha logrado información del ejército. ¿No que muy ejército del pueblo?
5. Los habitantes de Tlatlaya, la opinión pública acusa al ejercito
de ser el asesino de 22 campesinos de la población de Tlatlaya, Estado
de México en junio de 2014, así también juzga la actuación del Ejército
ante la detención y desaparición de los 43 normalistas por policías
municipales de Iguala hace medio año. Obviamente hay cientos
acusaciones más (como la matanza de campesinos en Guerrero, de
estudiantes en 1968, de ferrocarrileros, luchadores sociales,
periodistas) que se han traducido en inútiles exigencias de
transparencia. En medio de la presión internacional al gobierno de Peña
Nieto, la Cámara de Diputados creó el 30 de septiembre pasado la
comisión especial sobre el caso Tlatlaya, y una semana más tarde, el 7
de octubre, la de Ayotzinapa. Medio año después, y a un mes de que
acabe el último período ordinario de la actual LXII Legislatura, ambas
comisiones quedaron en el olvido.
6. Otra nota, que aunque causa menos alarma que las anteriores, no
deja de preocupar por el gran poder que ejercen los personajes armados
–sobre todo extranjeros- sobre el pueblo mexicano. Pues bien, el pasado
mes de febrero el presidente Peña Nieto propuso al Senado que agentes
extranjeros de aduanas y migración puedan portar sus armas, es decir,
caminar con ellos dentro del territorio nacional, y que visitantes de
alto nivel puedan ingresar al país con su equipo completo de seguridad
con el fin de “fortalecer el intercambio comercial y las relaciones
diplomáticas de México con otras nacional”. No hay duda que la
“Iniciativa Mérida”, que alguna vez se dijo que era como el “Plan
Colombia”, preparó todas las condiciones.
7. Esas tres noticias: (compra millonaria de armas, despotismo de
los jefes del ejército, y permitir a la CIA, FBI. DEA con armas)
plenamente integradas, son una amenaza real contra los movimientos
sociales de protesta. Son realmente una absoluta provocación y una
amenaza del gobierno contra el pueblo entero que ha demostrado durante
más de un siglo ser plenamente pacífico. ¿Puede el ejército asaltar el
poder en México? Después del golpe de Estado huertista-yanqui que
asesinó en 1913 a Madero y Pino Suárez, el ejército –con jefes muy bien
pagados y atendidos- no ha tenido necesidad de un golpe de Estado.
¿Para qué quiere más poder si lo tiene todo? (30/III/15)
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