San José, 13 feb (PL) El Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), promovido por Estados Unidos, es otro Tratado de Libre Comercio (TLC) con el que el Gobierno pretende amarrarnos a golpe de tambor, denunció el diputado costarricense José María Villalta.
De acuerdo con el ex candidato presidencial del izquierdista Frente Amplio, la gobernanta Laura Chinchilla y su ministra de Comercio Exterior, Anabel González, pretenden llevar adelante las negociaciones de ese nuevo convenio a espaldas del empresariado y del pueblo.
Con "secretismos, sin participación, sin consultar, siguen metiéndonos en nuevas aventuras. Ojalá el pueblo de Costa Rica no lo permita", afirmó.
Recordó que sectores empresariales manifestaron su inconformidad por no ser convocados a un diálogo, ni tomarse en cuenta sus opiniones sobre la necesidad de evitar involucrarse en otro TLC, sin capacidad de aplicar lo firmado y sin evaluar cómo potenciar los beneficios.
"No podemos seguir por este rumbo, donde quieren entregarlo todo; no quieren dejar nada, quieren venderlo todo, no han aprendido nada de los debates que hemos tenido en Costa Rica sobre los TLC", opinó.
El diario digital El País aludió a la agenda del Gobierno de Chinchilla, centrada ahora en la incorporación plena a la Alianza del Pacífico, organismo creado hace poco más de un año, en apego a los códigos del liberalismo, e integrado por Chile, Colombia, Perú y México.
Este lunes, durante la VIII Cumbre de Presidentes de ese mecanismo regional, en Colombia, la mandataria firmó una declaración de adhesión de Costa Rica al mismo de manera progresiva, en el transcurso de un año.
La publicación costarricense vaticinó un reforzamiento de la polémica nacional en torno al TPP, cuyas negociaciones involucran a 12 países: Australia, Nueva Zelanda, Canadá, Brunéi, Estados Unidos, Malasia, Japón, Singapur, Vietnam, Perú, Chile y México.
También están asociados, como observadores, Panamá, Costa Rica, Colombia, Guatemala, Uruguay y España, en tanto Paraguay solicitó sumarse como parte de este último grupo.
Los detractores del TPP aseguran que Estados Unidos pretende imponer su poderío en la región Asia-Pacífico, sobre todo en cuanto a la propiedad intelectual.
El objetivo esencial de esa propuesta es instaurar patentes a más largo plazo con lo cual pudieran protegerse las transnacionales productoras de medicamentos, agregan.
Como ejemplo enarbolan el capítulo de protección de inversiones del TPP, que permite a los inversionistas demandar a los Estados ante tribunales internacionales sin acudir antes a la justicia nacional, instituyendo súper derechos para el capital privado y las transnacionales.
Lo que está en juego son los asuntos más básicos de la gobernabilidad democrática para cualquier Estado que se precie de soberano e independiente, advierten investigadores y activistas de todo el mundo.
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