El modelo capitalista en su fase neoliberal pretende profundizar las medidas que nos impuso desde hace tres décadas. Apenas este fin de semana el priísmo ha cerrado filas para impulsar la reforma energética, afirmando que ya no hay porque venerar jurídicamente la Constitución, lo que nadie ha pedido nunca pero, a cambio, si exigimos que se respete.
A partir de una intensa campaña mediática pretenden crear un clima de presunta aceptación de su propuesta, utilizando, incluso descontextualizadamente, afirmaciones del patriota presidente Lázaro Cárdenas. A la par trabajan para lograr una holgada mayoría con el PAN, el Verde y el Panal.
Por su parte, el Partido de la Revolución Democrática ha convocado a una consulta nacional y dado a conocer su propuesta sobre el tema, que está basada en la opinión que desde hace tiempo ha venido defendiendo el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Todo ello sin desvincularse del Pacto por México, que, está claro, avala y pretende naturalizar al sistema y modelo económico y social.
En contrapartida la izquierda ha empezado a mostrar manifestaciones de oposición hacia la reforma energética capitalista neoliberal, pero se encuentra aún dispersa, de tal manera que no se vislumbra, todavía, como una fuerza que contundentemente pueda contener a la derecha y sus pretensiones privatizadoras. Morena sigue convocando, sin muchas otras acciones, a una concentración en el Zócalo el 8 de septiembre, a la cual algunos sectores socialistas pretenden acudir con sus propias demandas y propuestas.
El Movimiento Comunista Mexicano insistirá en su propuesta y llamamiento a acabar con la dispersión, sumar fuerzas de la izquierda y los demás sectores de la sociedad y los trabajadores, que coincidan en la lucha contra la privatización de Pemex.
México D.F., 22 de agosto de 201
No hay comentarios:
Publicar un comentario