19 de agosto de 2013, 02:43Por Jacinto Granda de Laserna
México,
19 ago (PL) La semana que se inicia, en la cual alrededor de 26
millones de alumnos y un millón 200 mil profesores de enseñanza básica
comienzan el ciclo escolar 2013-2014, será intensamente controvertida
para la educación mexicana.
Se espera que este miércoles el
Parlamento inicie el debate de los polémicos proyectos de leyes
secundarias presentados por el gobierno, las cuales complementarían la
Reforma Educativa, ya promulgada en febrero pasado e igualmente
impugnada por sectores del magisterio.
Con ese motivo, varias agrupaciones sindicales anunciaron proseguir o
fomentar paros y otras manifestaciones en oposición a que se aprueben
dichas iniciativas gubernamentales sin las modificaciones reclamadas
por sus afiliados.
De acuerdo con el gobierno, la Reforma y
esas leyes secundarias, priorizadas en la agenda presidencial, están
dirigidas a la necesaria mejora de la enseñanza mexicana, ante serias
insuficiencias y deformaciones que esta presenta.
Entre los
proyectos de legislaciones propuestos se incluyen diversas medidas con
el fin de lograr mayor calidad docente, devolver al Estado la rectoría
del sistema educativo nacional y limitar las funciones del sindicato a
la defensa laboral de sus miembros.
Para concretar ese
objetivo, se promueven la creación del Instituto Nacional para la
Evaluación de la Educación y la promulgación de la Ley General del
Servicio Profesional Docente, entre otras acciones.
En ese
sentido, se establecerá el sistema de evaluación sistemática y
obligatoria para los docentes, que se aduce toma en cuenta
características regionales; a la vez que el ingreso, permanencia y
promoción de los maestros será responsabilidad única de las autoridades
educacionales y no de entidades gremiales.
Aunque al respecto se dice que ningún de maestros con plaza definitiva será afectado en sus derechos.
Igualmente, entre las proposiciones se encuentran eliminar los
comisionados sindicales y otros cargos que cobran por plazas docentes,
pero no cumplen su labor frente al aula; y prohibir los paros
magisteriales con fines de presión política, sin que tengan una
justificación laboral.
En contraposición a estos proyectos, los
sindicatos de maestros disidentes consideran que sí afectarán derechos
y logros laborales, así como se cuestionan la concepción aplicativa de
esa evaluación y de otras medidas proyectadas, las cuales aprecian que
irán contra la seguridad del empleo y del escalafón.
También,
entre otras discrepancias, sostienen que esos proyectos fueron
confeccionados sin escuchar los criterios de los educadores, por lo
cual contienen insatisfacciones e inconsistencias.
Numerosas
manifestaciones, algunas violentas, que incluyeron paros de clases,
realizaron los inconformes antes y después de promulgada la Reforma
Educativa.
Ahora, ante las propuestas de las leyes secundarias
dirigidas a completar la Reforma Educativa, ya se han efectuado nuevas
acciones en repudio a estas.
Entre las mismas están la
instalación de un campamento permanente en la explanada del Zócalo de
la capital del país, marchas masivas por avenidas céntricas y el
bloqueo por un tiempo de los alrededores de la sede del Senado.
A eso se añade que dirigentes sindicales han anunciado el incremento de
las protestas durante los próximos días en Michoacán, Oaxaca, Guerrero
y en otros estados, así como en el Distrito Federal.
Específicamente en Oaxaca, desde este lunes se llevará a cabo un paro
indefinido de clases, que afectará a unas 13 mil escuelas.
La
Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación también adelantó
que junto con el inicio de clases, comenzará una protesta por tiempo
indefinido.
En conclusión, el complejo conflicto entre diversas
asociaciones gremiales de maestro y el gobierno, motivado por los
cambios que este se propone introducir en el sistema educativo, lejos
de resolverse, amenaza con continuar, lo cual afectará objetivamente el
desempeño del nuevo curso y a muchos alumnos.
Aunque sí hay
coincidencia con lo expresado por el prestigioso rector de la
Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles:
"Una
gran reforma educativa es indiscutible, pues la situación de la
enseñanza en todos los niveles, incluida la superior, no tiene la
calidad que México necesita y todos debemos hacer un esfuerzo y poner
de nuestra parte para avanzar". |
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