El negociador Marco León Calarcá, dijo que “sería importante
el cese del fuego porque se evitarían una cantidad de daños y de
pérdidas de vidas humanas, y está contemplado en la agenda para
después.
ANSA
Un cese al fuego no es imprescindible para las FARC para iniciar el
próximo octubre un diálogo con el gobierno, pero la guerrilla estima
que podría “adelantarse” para evitar más “daños y pérdidas de vidas”,
afirmó este lunes, un negociador de ese grupo insurgente colombiano.
El negociador Marco León Calarcá, cuyo nombre real es Luis Alberto
Albán Burbano, dijo en una entrevista con la agencia ANSA que “sería
importante el cese del fuego porque se evitarían una cantidad de daños
y de pérdidas de vidas humanas, y está contemplado en la agenda para
después.
Podría hacerse un poco antes y nos evitamos esos dolores”, aseguró
en una entrevista exclusiva con la agencia italiana en La Habana.
El presidente Juan Manuel Santos ratificó, desde Colombia, que
“habrá cese de operaciones una vez que lleguemos a un acuerdo final”,
en respuesta a algunos llamamientos al alto al fuego en sectores de la
sociedad colombiana.
Calarcá describió que “la definición de éxito” que tiene las FARC
para el diálogo es “lograr la creación de condiciones para poder vivir
en paz”. Aclaró que la guerrilla buscará “llegar a acuerdos sobre los
temas que tenemos planteados, el acuerdo general” y sobre esos acuerdos
decidirá “lo que se va a hacer y cómo se va hacer o quienes van a
hacerlo”.
La referencia fue a especulaciones sobre si las Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia- Ejército del Pueblo (FARC-EP), formaría un
partido político para insertarse en la vida del país sudamericano tras
los acuerdos, si estos se consiguen. Ahora “hemos hecho política con
las armas en la mano. En su momento se buscarán las diferentes
propuestas para consolidar una en el campo popular frente a la del
gobierno, el neoliberalismo”, estimó. “Pero aún esa parte no está
definida”, expuso.
En una declaración del comandante Timoleón Jiménez, jefe de las
FARC, presentada en video en La Habana el pasado agosto “Timochenko”,
explicó que “nuestro optimismo es grande y apunta a que toda la nación
se ponga en pie para impedir que se cierre la puerta” del diálogo.
“Tenemos la certeza de que este pueblo (el colombiano) terminará en
alzarse en un poderoso torrente que pondrá freno a las desmedidas
ambiciones del gran capital”, subrayó entonces.
Calarcá reiteró ahora que ante el diálogo que quedará instaurado en
Oslo, Noruega el 8 de octubre próximo y dos o tres semanas después
continuará en La Habana “está el camino despejado”.
Se trata, agregó, de llegar a acuerdos sobre los temas cruciales. “A
partir de ahí decidiremos cómo vamos a hacer política”, subrayó.
“En Oslo lo que se va a hacer será la instalación pública de la mesa
(de diálogo) y el trabajo fundamental de la mesa sería en la Habana,
aunque tal como se anunció no están descartadas otras sedes”, expuso.
Las FARC aceptaron antes negociar la paz con el gobierno del presidente
Belisario Betancur que terminó sin resultados en 1984, y con el
mandatario Andrés Pastrana, que gobernó de 1999 a 2001.
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