Washington, 21 jul (PL) La mayoría de los estadounidenses saben que habrá un acuerdo para incrementar el tope de la deuda del país, aunque la gran preocupación es simplemente cuándo se producirá, estiman hoy fuentes interesadas.
Así lo ve Mohannad Aama, director gerente en Beam Capital Management LLC, en Nueva York, citado por medios de prensa, quien considera que el mercado sufre las afectaciones de las noticias que generan a diario las conversaciones entre demócratas y republicanos.
Aumentar el techo de la deuda es algo que ocurre a cada rato en Estados Unidos. Cifras del propio gobierno aseguran que esto se hizo 74 veces desde 1962, incluso 10 veces en los últimos 10 años, aprobado tanto por demócratas como por republicanos.
Más que económico el problema en Washington es una extensa batalla con un trasfondo político por la puja entre los dos partidos rumbo a las elecciones presidenciales de 2012, estiman comentaristas.
Los republicanos apuestan a dañar al máximo al actual gobernante y alegan que no quieren incrementar los gastos pero saben que si no lo hacen van a tener que gastar más, 150 mil millones de dólares más por cada porcentaje de interés que aumente.
En el intercambio culpan al presidente Barack Obama del despilfarro, pese a saber que son gastos inevitables y vienen porque la generación baby boomer se retira y requiere más dinero público en Seguro Social, Medicare, entre otros.
La Casa Blanca tuvo que hacer gastos para reactivar la economía, así como enfrentar la baja en ingresos federales debido a la caída económica de 2008 y la elevación del desempleo, añaden operadores económicos.
La situación, aunque parezca, no enfrenta un callejón sin salida. La víspera el gobierno anunció que puede apoyar una extensión de corto plazo sobre los límites de endeudamiento, siempre que forme parte de un acuerdo más amplio para reducir el déficit en el largo plazo.
Esto encaja con el anuncio el martes de la propuesta de un grupo de senadores conocido como "Grupo de los Seis", que va dirigida a una reducción del déficit en 3,7 billones de dólares en la próxima década, e incluye amplios recortes en el gasto público y un incremento de los ingresos fiscales mediante una reforma tributaria.
Jay Carney, portavoz de la Casa Blanca, informó el miércoles de que las negociaciones se reanudaban luego que Obama convocara a los líderes de su partido, el demócrata, en la Cámara de Representantes y el Senado.
La propuesta del Grupo de los Seis es un enfoque amplio con el que estamos de acuerdo, es un marco que nos permite trabajar en una propuesta bipartidista de largo plazo, dijo la víspera Carney en su rueda de prensa diaria.
Pero, en concreto, lo que despierta expectativas es cuándo se alcanzará el acuerdo. La fecha tope para que el gobierno federal caiga en impagos es el 2 de agosto.
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