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De acuerdo con un estudio del Centro de Estadísticas de la rama judicial canadiense, el norteño país envía cinco veces más jóvenes a prisión que lo marcado en registros de Inglaterra y Gales, entre otros territorios europeos.
Adicionalmente, el primer ministro Stephen Harper acaba de presentar una enmienda que busca incrementar el tiempo que sentenciados pasen en las cárceles y amplía el espectro de categorías criminales o transgresiones por las cuales pueden ser juzgados.
Uno de los problemas con nuestros jóvenes es que cuando salen libres tienen más probabilidades y tiempo para cometer delitos que el promedio general de los adultos, comentó el criminólogo Nick Bala.
Este hecho, sumado al costo económico de tener tantos brazos fuera del mecanismo industrial del país, hace que la actual situación sea inquietante para la mayoría de los expertos, agregó Bala.
Recordó que, según datos internacionales, los expresidiarios jóvenes tienen 11 por ciento menos posibilidades de conseguir trabajo que la población general en cualquier nación, industrializada o no.
rc/jvj
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