Ollanta Humala y Keiko Fujimori protagonizaron anoche el tan esperado debate presidencial, en el cual ambos candidatos expusieron sus propuestas ante el electorado.
Pero los ataques no estuvieron ausentes. El desarrollo del debate, en el que se vieron ataques en una y otra dirección, mostró el esfuerzo que ambos candidatos realizan por paliar sus puntos débiles.
Así, Fujimori trató de distanciarse de, según sus propias palabras, los “errores” que se cometieron durante el gobierno de su padre, condenado a 25 años de cárcel por violación de derechos humanos y delitos de corrupción, y en cuyo última etapa de gobierno ejerció de primera dama.
Además, insistió ante su rival en que su padre no es quien dirige su campaña. “No trate de confundir a la población. Yo soy quien toma las decisiones en mi campaña. Si quiere debatir con Alberto Fujimori vaya a visitar a Alberto Fujimori”, afirmó la candidata de Fuerza 2011.
Humala, por su parte, trató de disipar la incertidumbre que su eventual gobierno podría generar en el medio económico, algo que puntualizó en varias ocasiones su rival, y se definió como una persona capaz de concertar y atraer técnicos como los que en las últimas semanas se han sumado a su propuesta.
En cuanto a las medidas concretas, los dos candidatos coincidieron en muchas de sus propuestas, mientras que la falta de sorpresas o grandes golpes de efecto hace dudar sobre la capacidad que este último debate tendrá para atraer a uno y otro bando al electorado indeciso.
Humala dijo que en un eventual gobierno nacionalista se caracterizará, en materia de lucha contra la pobreza, por el aumento de la remuneración mínima vital a S/. 750 y la implementación de programas de corte social como Pensión 65 y Cuna Más.
Dijo que mejorará el sistema de salud pública y creará un hospital en cada provincia. El acceso a la salud será gratuito, indicó. Además, los niños en edad escolar tendrán un desayuno y un almuerzo para paliar la desnutrición.
En seguridad y narcotráfico, señaló que mejorará las condiciones de la Policía Nacional, creará más comisarías y respetará la Cédula Viva. Además, constituirá a un Alto Comisionado que certifique las actividades de lucha contra el narcotráfico en la selva.
Aseguró, en materia de institucionalidad democrática, que respetará los cinco años de gobierno y aprovechó para recordar el gobierno de Alberto Fujimori “que cerró el Congreso y creó una Constitución para reelegirse”. Además, enfatizó que “no habrá perdón ni olvido a los corruptos”.
Finalmente y a manera de despedida solicitó una oportunidad al electorado porque “en mí puede haber dudas, en el otro lado hay pruebas”.
La candidata por Fuerza 2011 tuvo entre sus principales propuestas la inclusión de los sectores más pobres en el crecimiento económico, una lucha frontal en los casos de corrupción, así como la instalación de mesas diálogo permanentes, frente a los conflictos sociales.
“Habrá ‘tolerancia cero’ frente a la delincuencia, y más apoyo al Poder Judicial para sancionar delitos menores”, señaló. Asimismo, la creación de los programas Observatorio del delito y Calle segura, que repartirán el número de policías de manera correcta a nivel nacional.
Con respecto a los conflictos internos que “mellan” la estabilidad nacional sostuvo: “Mi compromiso es hacer que el Estado responda a las necesidades de todos los peruanos. Estableceremos mesas de diálogo permanente donde la ciudadanía pueda interactuar”.
Por otro lado, indicó que su gobierno se caracterizará por buscar consensos y acuerdos en el marco de la Constitución y la ley. “Trabajaré sobre todo por los peruanos más pobres, por defender la soberanía nacional y el orden interno, y no permitir por supuesto intromisiones extranjeras”, prometió.
Finalmente, exhortó a la familia peruana que este cinco de junio vote con consciencia. “Que Dios ilumine a todas las familias este 5 de junio, que las acompañe y que guíe nuestros pasos. Yo voy a trabajar junto con todos ustedes”, apuntó.
Fuente: RPP
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