"Vamos a la Constituyente para recuperar el poder", dijo a su arribo al país, en horas de la tarde del sábado.
Insistió que tampoco renunciaba a ninguno de sus conceptos políticos y que se sumaba a los procesos revolucionarios del pueblo para que Honduras salga adelante.
El expresidente retornó este sábado a Tegucigalpa, tras un acuerdo firmado el domingo pasado con el presidente Porfirio Lobo, con la mediación de Venezuela y Colombia.
El convenio contempla además el regreso de todos los exiliados, el respeto a los derechos humanos, el reconocimiento del Frente Nacional de Resistencia Popular como una fuerza política y beligerante y la convocatoria a una Asamblea Constituyente.
El exmandatario en relación con el compromiso firmado con Lobo comentó que "solo tiene un mensaje: golpes de Estado nunca jamás".
Los problemas de pobreza y corrupción no se resuelven con violencia, sino con democracia, transparencia, con la bandera de la paz, amplío.
La excanciller Patricia Rodas, allegada a Zelaya y de regreso junto con él, de igual forma reafirmó que "con el Frente Nacional de Resistencia, vamos a una Resistencia Popular".
"Ahora vamos por una Resistencia Popular, patriótica y hondureña", sentenció.
Según Rodas, "ahora viene la lucha, la movilización, pero fundamentalmente prepararnos para asumir el poder, con un pueblo organizado en la Resistencia, por medio de la cual vamos a transformar este país y eso no tiene colores políticos".
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