La medida de desarmar a los grupos de autodefensa, que operan de forma independiente, ha dado comienzo después de que estos grupos aceptaran el llamamiento del Gobierno para regresar a sus lugares de origen en Michoacán y detener las acciones armadas arbitrarias.
Sin embargo, después de esta confirmación por parte de las autodefensas, algunos de estos grupos respondieron al Gobierno que, antes de dejar las armas, deberían ser detenidos los principales líderes de la organización criminal ‘Los Caballeros Templarios’.
En este sentido, durante la operación del desarme de un grupo de autodefensa, que se resistió a entregar las armas, se han registrado enfrentamientos en los que perdieron la vida al menos cuatro personas.
Estanislao Beltrán, portavoz del Consejo General de Autodefensas y Comunitarios de Michoacán, afirmó al respecto que el Ejército mexicano disparó contra la población y mató a cuatro personas, entre ellas un niño de 11 años, durante las labores de desarme.
La delincuencia está agravando cada vez más la situación en el oeste de México, razón por la cual los grupos llamados de autodefensa, compuestos por civiles armados, se encargaron desde hace tiempo de brindar la seguridad de varios municipios de esta zona, bajo la excusa de que el gobierno local no es capaz de responsabilizarse del tema.
Sin embrago, estos también llamados policías comunitarios, provocaron nuevos problemas y preocupaciones, ya que actúan bajo su propio ideario de justicia.
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