Algunos sectores tiene una mala imagen de las personas en tránsito
En México, el marco normativo y la nueva política migratoria es abierta y amable con las personas en situación de movilidad; sin embargo, su aplicación no ha sido de lo más sencilla en casos particulares debido a la mala imagen que existe en algunos sectores acerca de éstas, expresó el cónsul general de El Salvador, José Antonio Domínguez.
En entrevista, explicó que las caravanas de finales del año pasado e inicios de 2019, integradas por solicitantes de asilo y personas migrantes provenientes de países de América Central, no modificaron el flujo normal de salvadoreños en términos numéricos y al concluir las movilizaciones la red consular de dicho país no registra grandes concentraciones en la frontera norte de México.
El cónsul reconoció que existe una población flotante que ha permanecido en distintas entidades mexicanas, como el estado de México, la Ciudad de México o baja California, que, según sus registros, podría concentrar el mayor número de salvadoreños, que sumarían 300.
José Antonio Domínguez relató que los salvadoreños que han optado por quedarse informan que no se da validez al documento extendido por el INM al tratar de buscar trabajo o solicitar un servicio, pese a tener estancia legal.
La desconfianza comienza en el momento de presentar los documentos que acreditan su estancia regular, como la tarjeta humanitaria del gobierno mexicano, pues hay posibles empleadores que cuestionan su autenticidad.
La lectura del nuevo documento no es fácil para el común de la sociedad e incluso para empresas o instituciones, pues la gente tiene en mente otras formas migratorias, como las denominadas FM2 o FM3.
Otra de las dificultades que reportan los migrantes de El Salvador es que sus familiares les envíen dinero desde el extranjero, en muchos de casos de Estados Unidos, debido a que son pocas las opciones bancarias para retirarlo y están sujetos a la discrecionalidad de los cajeros quienes, en ocasiones, rechazan los pasaportes por estar deteriorados.
Ello se enmarca en la mala imagen que se ha generado del migrante, explica el cónsul de El Salvador.
Ana Langner
Periódico La Jornada
Viernes 19 de abril de 2019, p. 5
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