Ya no hay
puertas abiertas
Preocupa a colectivo que se condicione la detención para regularizar o atender una solicitud de refugio
En sólo unos meses la política migratoria del gobierno mexicano pasó de ser de
puertas abiertas, casi de libre tránsito de los flujos de personas, a una ejercida con
mucha mayor cautela, donde se han pausado los trámites y permisos migratorios, aseguró David García Contreras, académico de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Estimó que esta postura se debe esencialmente a la oleada de
caravanas migratorias que se prevé no dejen se sucederse en los próximos
meses y quizás años, no sólo de centroamericanos, sino también de otras
nacionalidades, como es el caso reciente de personas procedentes de
Haití, Cuba y naciones africanas como Angola, Camerún y Congo.
Con una visión similar, el colectivo de Observación y Monitoreo de
Derechos Humanos en el Sur Mexicano –formado por una docena de
organizaciones civiles, nacionales y extranjeras– alertó sobre el número
de operativos de detención que se han puesto en marcha en las últimas
semanas, en los que se encuentran presentes agentes de migración,
policías federales, municipales y estatales, lo que habla de una lógica
de criminalizar la migración.
Nos vuelve a preocupar el hecho de que se condicione la detención migratoria para acceder a alguna forma de regularización o solicitud de refugio, a la asistencia humanitaria, y que sea parte del ciclo de detención y deportación sistemática sin tomar en cuenta las necesidades de protección y garantía de derechos, particularmente de niños, niñas y adolescentes, señaló el colectivo en su más reciente vigilancia sobre la situación que prevalece, principalmente en Chiapas.
En entrevista, el académico de la Facultad de Estudios Superiores
(FES) Aragón y especialista en relaciones internacionales, consideró que
el tema migratorio
se ha salido de control, tanto de las naciones de Centroamérica como de México, sobre todo de aquellos países de origen como Honduras, Guatemala y El Salvador, que han visto cómo oleadas de migrantes cruzan sus fronteras y todo lo que ello significa respecto de la presión internacional que han recibido para tratar infructuosamente de limitar dichos flujos.
En entrevista, García Contreras se refirió también no sólo al cambio
que se ha dado en la posición y quehacer del gobierno y autoridades
mexicanas, que en las últimas semanas, por ejemplo, ha dilatado los
procesos migratorios para otorgar a los solicitantes los permisos
correspondientes, entre otros, para transitar por territorio nacional y
de forma segura poder llegar a la frontera con Estados Unidos e intentar
cruzar a ese país.
No obstante, también advirtió que ya se observa cierto cambio en
algunos sectores de la sociedad mexicana sobre este tema, quienes ya no
ven con tanta simpatía la llegada de un mayor flujo migratorio al país.
Señaló que se trata de un asunto sumamente complejo, el cual estará
presente de manera importante en los próximos años en la agenda de todos
los países de Centroamérica, México y Estados Unidos, con una enorme
carga político-electoral.
José Antonio Román
Periódico La Jornada
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