El
Presidente Trump ha ordenado a los países de la alianza militar
atlántica (OTAN) que aumenten sus gastos en armamento y las razones de
su insistencia en hacerlo se aclaran cada vez más. No tiene nada que ver
con alguna lógica de defensa, porque, después de todo, el Secretario
General de la alianza militar EEUU-OTAN, Jens Stoltenberg, ha admitido
que "no vemos que exista amenaza inminente alguna contra un aliado de la
OTAN" y el Instituto Internacional de Estocolmo sobre Investigaciones
de la Paz (Stockholm International Peace Research Institute) registró en
su Informe Mundial de 2018 que "con 66.300 millones de dólares, el
gasto militar de Rusia en 2017 era un 20 % menor que en 2016".
Radio
Europa Libre (Radio Free Europe), la emisora anti-rusa del gobierno
estadounidense, reporta reiteradamente que Rusia ha reducido sus gastos
de defensa.
Está demostrado que Rusia no representa
amenaza alguna para ningún país de la OTAN, pero incluso esto se
considera irrelevante en el contexto de que las ventas de armas de EEUU
están floreciendo y sus ejecutores están siendo animados a aumentar sus
negocios y multiplicarse.
El 12 de julio, segundo y último
día de la reciente reunión entre Estados Unidos y la OTAN, la agencia
de noticias británica Reuters citó una categórica declaración de clara
orientación promocional de Trump: "Estados Unidos fabrica, con mucho, el
mejor equipamiento militar del mundo: los mejores aviones, los mejores
misiles, las mejores armas, lo mejor de todo".
A
continuación el presidente, enumeró por sus nombres a los principales
fabricantes de armas estadounidenses: “Lockheed Martin Corp, Boeing Co y
Northrop Grumman Corp".
Trump declaró orgulloso, en la
citada Conferencia de la OTAN, que Estados Unidos tiene como clientes a
muchos países ricos, “pero tenemos también algunos no tan ricos y me
preguntan si pueden comprarnos equipamiento militar y si podemos
ayudarles, y les decimos que les ayudaremos un poco.” Agregó que “los
países más pobres que quieran comprar armas estadounidenses quizás no
tengan que poner dinero en efectivo para sus compras”.
Esa
sola declaración elevó más de diez dólares los precios de las acciones
de los tres fabricantes de armas nombrados por Donald Trump referidos en
el párrafo anterior.
Para impulsar la bonanza, el
Departamento de Estado hizo todo lo posible para facilitar aún más la
venta de armas de Estados Unidos al permitir a los fabricantes de armas
obviar los controles y equilibrios que se habían establecido para
obstaculizar, mediante la hoja de parra de algunas restricciones
legales, morales y económicas, las compras de armas a Estados Unidos por
regímenes considerados de mala reputación en el mundo que quieren
comprar armas en EEUU.
De hecho, estas regulaciones ya no
se aplican, porque el 13 de julio el Departamento de Estado anunció
nuevas medidas para "acelerar la aprobación gubernamental de las
propuestas de las empresas de defensa y aeroespaciales".
Dentro
de la OTAN europea, los mayores compradores de armas estadounidenses
son Polonia, Rumanía, Gran Bretaña y Grecia, y las cantidades implicadas
son colosales.
El mensaje para la OTAN europea es que
EEUU está haciendo todo lo posible para vender armas y les quiere hacer
ver que hay margen para comprar más de "los mejores jets, los mejores
misiles, las mejores armas" que les ofrece Trump.
Como lo
ha definido el periodista Brian Cloughley el 30 de julio en las
publicaciones digitales Counterpunch y Strategic-Culture, “la mina de
oro de la OTAN está ahí para ser explotada y, tras el entusiasta aliento
de Trump a los fabricantes de sus armas, parece que la extracción será
eficaz. El Complejo Militar-Industrial de los Estados Unidos se
beneficiará enormemente de la campaña de su Presidente para aumentar las
cantidades de armas en el mundo”.
El Teniente General
Charles Hooper, Director de la Agencia de Cooperación para la Seguridad
de la Defensa estadounidense, declaró en el Salón Aeronáutico
Internacional de Farnborough el 18 de julio que "las exportaciones de
defensa son buenas para nuestra seguridad nacional, son buenas para
nuestra política exterior… y son buenos para nuestra seguridad
económica". Luego propuso que su agencia redujera la tarifa de
transporte cobrada a los clientes extranjeros de ventas militares, lo
que sería un importante estimulante para las ventas de "los mejores
jets, los mejores misiles, las mejores armas" tan valoradas por el Sr.
Trump.
Este oficial, obviamente un devoto seguidor de su
Presidente, siguió su línea de acción con dedicación recordando a los
medios de comunicación que, como lo han dicho "la administración y
nuestro liderazgo, la seguridad económica es seguridad nacional". Agosto 2 de 2018.
- Manuel E. Yepe http://manuelyepe.wordpress.com/
Especial para el diario POR ESTO! de Mérida, México.
https://www.alainet.org/es/articulo/194494
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