HispanTV
Miles
de trabajadores rurales han ocupado la sede del Ministerio de Hacienda
de Brasil para exigir la salida del presidente Michel Temer.
Según dio a conocer la Agencia Brasil,
al menos dos mil integrantes de varios movimientos sindicales y
sociales tomaron desde el lunes el edificio del referido Ministerio en
Brasilia (la capital de Brasil) y pidieron nuevas elecciones en el país
sudamericano. Según anunciaron los organizadores, esta ocupación se extenderá hasta el próximo miércoles cuando los manifestantes se sumarán en esta capital a otras acciones a propósito del Día de los Excluidos.
A su vez, la Policía de Brasil ha informado que la ocupación por el momento es pacífica y está tratando de mantener el contacto con los manifestantes para que desalojen el edificio.
“Cerca de cien personas están en el interior del ministerio, mientras otras 500 se han congregado fuera del edificio”, ha detallado, el jefe de la Policía Militar (PM) de Brasilia, Harley Smith, mientras que los organizadores elevan la cifra a los 2000.
Los manifestantes piden, más allá de la renuncia de Temer, la protección de la soberanía nacional, sobre todo en lo referente a los yacimientos petrolíferos del presal, ya que consideran que el nuevo Gobierno de Brasil pretende entregarlos a multinacionales extranjeras.
Los indignados reclamaron también el derecho de brasileños para tener una alimentación más sana y menos industrializada. Asimismo, denunciaron un proyecto de ley que facilitará la venta de tierras a extranjeros.
No es la única vez que los indignados brasileños toman las calles y una sede gubernamental desde que Temer asumió el Gobierno tras el proceso de 'impeachment' contra la expresidenta Dilma Rousseff.
Una de las más destacadas ocurrió en la ciudad brasileña de Río de Janeiro, donde cientos de manifestantes tomaron durante meses el Palacio Capanema, antiguo Ministerio de Cultura, para protestar por la supresión de este ministerio en el Gobierno interino de Temer.
Temer, del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), asumió las riendas del Gobierno después de que el Senado de Brasil destituyera a Rousseff el miércoles de su cargo por supuestos delitos de responsabilidad.
Según la propia Rousseff, lo que pasó en el Senado significa que la voluntad popular de los 54 millones de brasileños que la eligieron como presidenta ha sido sustituida por la de los 62 senadores que han votado en su contra y con ello han violado la Constitución del país.
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