"Vivos
se los llevaron, vivos los queremos", fue el reclamo que volvió revivir
la indignación por esa masacre perpetrada por policías municipales de
los municipios de Iguala, Cocula y Huitzuco en el conflictivo estado de
Guerrero, (250 km al sur), confabulados con presuntos delincuentes del
crimen organizado y el narcotráfico, según las cuestionadas pesquisas
federales.
En una marcha de más de cuatro kilómetros de largo hacia la plaza mayor del Zócalo, frente al Palacio Nacional, el principal abogado de las víctimas, Vidulfo Rosales, dijo durante la protesta que los inconformes salieron de nuevo a "gritarle al gobierno corrupto del presidente (Enrique Peña Nieto) que a pesar de sus llamados para que se olvidaran los 43 desaparecidos, fracasó".
Lea más: A dos años de la masacre de Ayotzinapa la verdad sigue oculta en México
"El pueblo está harto, aquí reunidos seguimos esperando la presentación con vida de nuestros compañeros y seguiremos caminando hasta encontrarlos", exclamó el defensor de las víctimas y sus familias, integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, nombre aborigen de Guerrero.
Por su parte, Amnistía Internacional dijo que "la cínica respuesta del presidente mexicano a la desaparición forzada de 43 estudiantes en el estado de Guerrero hace dos años ilustra la insensata actitud que ha sostenido el gobierno mexicano hacia los derechos humanos".
Encubrimiento gubernanmental
La organización internacional señaló que "la tragedia de Ayotzinapa ha expuesto cómo la administración del presidente Peña Nieto no se detendrá ante nada para encubrir las violaciones a los derechos humanos que ocurren en México" dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas del organismo con sede central en Londres.
Amnistía acusó al gobierno de "no haber impedido el ataque contra los estudiantes, hasta prevenir esfuerzos internacionales para descubrir la verdad y desestimar las quejas sobre la forma en la que la investigación ha sido manejada", dijo la principal responsable de AI en el continente.
Las autoridades mexicanas "han hecho todo lo que han podido para obstruir la justicia e intentar proteger su imagen" al rechazar las nuevas promesas del Gobierno y de la fiscalía federal de México de esclarecer el caso que se ha vendido enredando y desgastando a lo largo de dos años.
La marcha partió del monumento al Ángel de la Independencia hacia la principal plaza del país latinoamericano junto con cientos de organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos, que sumaron decenas de miles de manifestantes.
La manifestación abrió con el escudo nacional de México, con los nombres y fotografías de los desaparecidos en Iguala, que han dado la vuelta al mundo en los últimos dos años.
"No tenemos por qué soportar otros dos años más a estos malditos asesinos", rezaba una pancarta en la protesta que fue protegida por personal de defensa y protección de Derechos Humanos de la capital y miles de agentes policiales, mientras algunos manifestantes marcharon encapuchados.
En una parada los compañeros de los alumnos pasaron lista a los 43 jóvenes desaparecidos, con el grito reiterado de "Presente".
En una marcha de más de cuatro kilómetros de largo hacia la plaza mayor del Zócalo, frente al Palacio Nacional, el principal abogado de las víctimas, Vidulfo Rosales, dijo durante la protesta que los inconformes salieron de nuevo a "gritarle al gobierno corrupto del presidente (Enrique Peña Nieto) que a pesar de sus llamados para que se olvidaran los 43 desaparecidos, fracasó".
Lea más: A dos años de la masacre de Ayotzinapa la verdad sigue oculta en México
"El pueblo está harto, aquí reunidos seguimos esperando la presentación con vida de nuestros compañeros y seguiremos caminando hasta encontrarlos", exclamó el defensor de las víctimas y sus familias, integrante del Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan, nombre aborigen de Guerrero.
Por su parte, Amnistía Internacional dijo que "la cínica respuesta del presidente mexicano a la desaparición forzada de 43 estudiantes en el estado de Guerrero hace dos años ilustra la insensata actitud que ha sostenido el gobierno mexicano hacia los derechos humanos".
Encubrimiento gubernanmental
La organización internacional señaló que "la tragedia de Ayotzinapa ha expuesto cómo la administración del presidente Peña Nieto no se detendrá ante nada para encubrir las violaciones a los derechos humanos que ocurren en México" dijo Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas del organismo con sede central en Londres.
Amnistía acusó al gobierno de "no haber impedido el ataque contra los estudiantes, hasta prevenir esfuerzos internacionales para descubrir la verdad y desestimar las quejas sobre la forma en la que la investigación ha sido manejada", dijo la principal responsable de AI en el continente.
Las autoridades mexicanas "han hecho todo lo que han podido para obstruir la justicia e intentar proteger su imagen" al rechazar las nuevas promesas del Gobierno y de la fiscalía federal de México de esclarecer el caso que se ha vendido enredando y desgastando a lo largo de dos años.
El padre del joven Epifanio Álvarez, dijo a periodistas que "hace dos años a estas horas nuestros hijos estaban a salvo".
"Llevamos dos años de sufrimiento; queremos que nos sigan apoyando", suplicó.
A
su turno el padre de Maximino Hernández, dijo que "es una vergüenza que
vengan otros países a resolver el problema que este país provocó; no
vamos a descansar hasta saber la verdad y el paradero de nuestros
hijos".La marcha partió del monumento al Ángel de la Independencia hacia la principal plaza del país latinoamericano junto con cientos de organizaciones de la sociedad civil y de derechos humanos, que sumaron decenas de miles de manifestantes.
La manifestación abrió con el escudo nacional de México, con los nombres y fotografías de los desaparecidos en Iguala, que han dado la vuelta al mundo en los últimos dos años.
"No tenemos por qué soportar otros dos años más a estos malditos asesinos", rezaba una pancarta en la protesta que fue protegida por personal de defensa y protección de Derechos Humanos de la capital y miles de agentes policiales, mientras algunos manifestantes marcharon encapuchados.
En una parada los compañeros de los alumnos pasaron lista a los 43 jóvenes desaparecidos, con el grito reiterado de "Presente".
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