Jesús Dávila
SAN JUAN, 28 de septiembre de 2016 (NCM) – El colapso del sistema eléctrico de Puerto Rico estuvo precedido por la publicación en Estados Unidos de un análisis sobre su situación, lo que plantea que los intentos para estabilizar esta colonia caribeña –aunque sea en apariencia- no han evitado que sigan apareciendo cuestionamientos en los medios noticiosos.
La
mencionada es una de dos publicaciones recientes en EEUU que tratan
sobre Puerto Rico y que tienen el elemento en común de estar
relacionadas con asuntos militares y de inteligencia.
Siete
días antes del colapso eléctrico, el American Security Project publicó
un análisis sobre las dificultades de la deteriorada red y se advierte
que, debido a su condición política, el país no cuenta con accesos a la
inversión que se está organizando para promover el mejoramiento de la
infraestructura energética regional a tono con la estrategia
estadounidense en el Caribe. Más aún, el escrito indica que el resultado
contradictorio es que, por su condición política de “territorio”, para
Puerto Rico resulta más viable económicamente la dependencia de
suministros de combustible de Trinidad, Venezuela y Rusia, en lugar de
EEUU.
El análisis publicado por el ASP, entidad
que tiene varios generales y almirantes retirados en su junta y promueve
el consenso entre demócratas y republicanos sobre temas estratégicos,
fue escrito por Nick Bohmann, especialista en seguridad energética en
Asia Central, crimen organizado en Rusia y adaptación militar
La
otra publicación ocurrió en julio, poco después de que el presidente
Barack Obama firmara la ley que transfirió el poder de gobernar Puerto
Rico a una junta de control, que formalizó la doble eliminación del
régimen autonómico y el sistema republicano de gobierno, dos concesiones
que estuvieron vigentes desde mediados del siglo veinte.
En
este caso se trató de la difusión a través de CNN de un programa
especial sobre la espía Ana Belén Montes, arrestada en 2001 y mantenida
en una prisión militar. Montes está siendo objeto de reclamos por su
excarcelación.
La puertorriqueña Montes había
logrado espiar para Cuba desde los años ochenta mientras trabajaba en el
procesamiento de pedidos de documentos bajo la ley de libertad de
información (FOIA) en el Departamento de Justicia y luego como analista
en la Agencia de Inteligencia de la Defensa. En realidad, se trata de un
caso viejo del que hacía años que había circulado mucha información.
De
hecho, el expediente sobre Montes, producido por la oficina del
Inspector General del Departamento de la Defensa en 2005, fue hecho
público parcialmente –con muchas partes tachadas- en 2014. Además, en
2007, el agente de contrainteligencia que logró su arresto, Scott W.
Carmichael, publicó sobre el caso un libro extenso, en el que afirmó que
la espía prisionera es la hija de un independentista puertorriqueño,
que sirvió como médico en las fuerzas armadas de EEUU y respaldaba la
solución del caso de Puerto Rico por medios pacíficos.
Pero
en junio pasado, hubo expresiones de preocupación desde la derecha en
el Congreso ante informes de prensa de que podría estar sobre la mesa
diplomática entre Cuba y EEUU un nuevo intercambio de prisioneros, que
incluyese a Montes. También está en los niveles diplomáticos el caso de
Puerto Rico en sí y en la pasada reunión del Movimiento de Países No
Alineados, efectuada en Venezuela este mes, se incluyó en la agenda para
los próximos cuatro años promover un proceso para la descolonización e
independencia de esta nación isleña, ubicada en el noreste del Caribe,
en un punto estratégico equidistante de Guantánamo y de Caracas.
El
caso es que ambas publicaciones –la de CNN y de ASP- se suman a los
artículos publicados en diversos medios por analistas de alto nivel y
relacionados a sectores conservadores, que han estado proponiendo que
EEUU se retire de Puerto Rico.
Como referido, el
artículo de Bohmann se publicó el 13 de los corrientes, apenas días
antes de que se desatase un incendio de origen desconocido en la
termoeléctrica de Aguirre, que provocó un efecto en cadena que sacó del
sistema todas las plantas de generación. A la fecha de cierre de esta
crónica, el Cuerpo de Bomberos tenía, como sospecha principal, que la
causa del fuego fue un rayo que impactó una línea de transmisión a 15 o
18 kilómetros de distancia de Aguirre.
La Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego y un perito independiente consultado por NCM Noticias
coincidieron en la imposibilidad de que el referido rayo hubiera
provocado la catástrofe, debido al sistema de para-rayos de las líneas y
las plantas de generación de energía. Hasta ahora, la búsqueda de
ahorros en mantenimiento y combustible, que, entre otras cosas, han
reducido las reservas de energía en línea, parecen tener mucho más que
ver con lo ocurrido.
“Estamos asumiendo un poco
más de riesgo”, explicó el director ejecutivo de la AEE, Javier
Quintana, en una nota publicada por el periódico El Nuevo Día el 25 de
julio pasado, en la que informó sobre los ahorros de cerca de noventa
millones de dólares con la reducción de las reservas en línea en el
sistema eléctrico. También en esa fecha, la emisora radial Noti Uno
publicó una entrevista al legislador oficialista Jesús Santa, en la que
se quejaba de un “patrón lamentable” de abandono del mantenimiento en
las plantas generadoras y líneas de transmisión.
Además,
la AEE hacía varios meses que había recibido un informe de los
consultores de seguridad de la firma DuPont, en el que se discutía la
posibilidad de un fuego en los interruptores de la planta de Aguirre
–exactamente donde ocurrió-, según reveló Carlos Gallisá, representante
de los consumidores en la junta de gobierno de la corporación pública.
El
presidente del Senado, Eduardo Bhatia, ha ordenado una investigación.
Además, el tema en general figura en la agenda de la nueva junta de
control, que se ha reunido ya varias veces, llevará a cabo una reunión
abierta al público esta semana en Nueva York.
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