Los
Jefes de Estado o de Gobierno del Movimiento de Países No Alineados,
reunidos en Isla Margarita, República Bolivariana de Venezuela, en el
marco de la XVII Conferencia Cumbre, del 17 al 18 de septiembre de 2016,
bajo el tema "Paz, soberanía y solidaridad para el Desarrollo",
realizaron un examen del estado de la situación internacional.
Conscientes
del hecho de que la historia y la realidad del mundo en que vivimos hoy
demuestra que son los países en desarrollo los que sufren más
intensamente del desconocimiento del derecho internacional, de
invasiones, de los despojos de la guerra y de los conflictos armados
motivados fundamentalmente por los intereses geopolíticos de los grandes
centros de poder, así como de los prolongados conflictos heredados del
colonialismo y el neocolonialismo,
Destacando que muchas de estas
crisis se han desatado por la violación de los propósitos y principios
plasmados en la Carta de las Naciones Unidas y los Principios de
Bandung,
Reconociendo que la solidaridad, máxima expresión de
respeto, amistad y paz entre los Estados, es un concepto amplio que
abarca la sostenibilidad de las relaciones internacionales, la
coexistencia pacífica, y los objetivos transformadores de equidad y
empoderamiento de los países en desarrollo cuyo objetivo final es
alcanzar el pleno desarrollo económico y social de sus pueblos,
En
el quincuagésimo quinto aniversario del Movimiento, decidieron defender
el derecho a la paz, la soberanía y la solidaridad para el desarrollo
de sus pueblos,
- Guiados por el espíritu visionario de sus
fundadores y los principios y propósitos del Movimiento de los Países No
Alineados consagrados en Bandung (1955) y Belgrado (1961), así como
nuestro empeño de alcanzar un mundo de paz, justicia, respeto, amistad
fraternal, solidaridad, cooperación y desarrollo,
- Reafirmando
los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas, las
normas y los principios del derecho internacional y de la Declaración
relativa a las Relaciones de Amistad y Cooperación entre los Estados,
-
Alentados por la vigencia de los principios fundacionales del
Movimiento y los logros que han marcado su desarrollo histórico, lo cual
ratifica que la lucha contra el colonialismo y el neocolonialismo, el
racismo, todas las formas de intervención foránea, agresión, ocupación
extranjera, dominación o hegemonía, así como la intención de ser un
factor de equilibrio en las relaciones internacionales, fuera de las
alianzas militares de los centros de poder, siguen siendo expresiones
concretas de la política de no alineación,
- Ratificando su
compromiso con los principios fundacionales del Movimiento de Países No
Alineados y los principios consagrados en la Declaración sobre los
Propósitos y Principios del Papel del Movimiento de Países No Alineados
en la actual coyuntura internacional aprobada durante la XIV Cumbre del
MNOAL celebrada en la Habana,
- Convencidos de la necesidad de
garantizar un impacto significativo del Movimiento en la dinámica de las
relaciones internacionales y en el logro de los objetivos que han
sustentado su vigencia,
- Expresando su profundo agradecimiento al
Presidente de la República Islámica del Irán, Su Excelencia el Sr.
Hassan Rouhani, por su valiosa contribución al proceso de consolidación y
revitalización del Movimiento de Países No Alineados.
- Habiendo
aprobado la Declaración Final de la XVII Cumbre de Jefes Estados o de
Gobierno del Movimiento de Países No Alineados, celebrada en la Isla de
Margarita, República Bolivariana de Venezuela, el 17 y 18 de septiembre
de 2016,
Declaran, que la aplicación efectiva del Documento Final
de Isla de Margarita requiere del más alto compromiso y la voluntad de
todos los Miembros del Movimiento a fin de abordar de forma decidida los
retos que se plantean en materia de paz, desarrollo social y económico,
los derechos humanos, y la cooperación internacional, y para lo cual
realizarán esfuerzos mancomunados con miras a alcanzar los siguientes
objetivos:
1. Consolidar y revitalizar el Movimiento:
Reafirmaron su pleno y decisivo apoyo a la consolidación, el
fortalecimiento y la revitalización del Movimiento de Países No
Alineados, como única garantía para preservar su legado y vigencia
histórica y, por ende, garantizar su fortaleza, cohesión y capacidad de
recuperación sobre la base de la unidad en la diversidad y la
solidaridad de sus Estados Miembros.
2. Consolidación del orden internacional:
Reiteraron que continuarán promoviendo la solución pacífica de
controversias, de conformidad con el Artículo 2 y el Capítulo VI de la
Carta de las Naciones Unidas, así como la Resolución 26/25 de las
Naciones Unidas de 24 de octubre de 1970 y el derecho internacional, a
fin de contribuir al logro de dicho objetivo y salvar a las futuras
generaciones del flagelo de la guerra y el conflicto militar. Además,
subrayaron que la solución de conflictos y el logro de una paz firme y
duradera demanda un enfoque holístico que aborde las causas
estructurales de los conflictos, a fin de alcanzar los tres pilares de
las Naciones Unidas, a saber, la paz y la seguridad, el desarrollo y los
derechos humanos. En este sentido, reafirmaron su compromiso con el
respeto a la soberanía, la unidad nacional y la integridad territorial
de los Estados, la igualdad soberana de los Estados, la no injerencia en
los asuntos internos de los Estados, la solución pacífica de
controversias y la abstención de la amenaza o el uso de la fuerza.
Asimismo, rechazaron las políticas ilegales de cambio de régimen
encaminadas a derrocar Gobiernos constitucionales, en contravención del
derecho internacional.
3. Derecho a la libre determinación:
Hicieron hincapié en el derecho inalienable a la libre determinación de
todos los pueblos, incluidos los pueblos de territorios no autónomos,
así como los pueblos de territorios bajo ocupación foránea o bajo
dominación colonial o extranjera. En el caso de los pueblos sometidos a
ocupación foránea y dominación colonial o extranjera, el ejercicio de la
libre determinación sigue siendo válido y esencial para garantizar la
erradicación de todas las situaciones antemencionadas y el respeto
universal de los derechos humanos y las libertades fundamentales.
4. Desarme y seguridad internacional:
Reafirmaron sus intenciones de redoblar esfuerzos para eliminar la
amenaza que supone a la especie humana la existencia de armas de
destrucción en masa, en particular las armas nucleares. En este sentido,
decidieron trabajar en pro de un mundo libre de armas nucleares.
Decidieron además establecer una zona libre de armas nucleares en el
Oriente Medio, de conformidad con los compromisos contraídos durante la
Conferencia del Tratado de No Proliferación de Armas Nucleares (TNP),
celebrada en 1995, y sus posteriores reuniones. Asimismo, instaron a
iniciar con apremio las negociaciones sobre desarme nuclear en la
Conferencia de Desarme, en particular, un convenio integral sobre armas
nucleares a fin de prohibir su posesión, desarrollo, producción,
adquisición, ensayo, almacenamiento, transferencia y uso o amenaza de
uso, y facilitar su destrucción en un marco de tiempo específico. De
igual modo, reiteraron el derecho soberano de los estados a desarrollar
la energía nuclear con fines pacíficos de acuerdo con su visión de
independencia y desarrollo económico.
5. Derechos Humanos:
Reafirmaron su compromiso con la promoción y protección de todos los
derechos humanos, que son universales, indivisibles, interdependientes e
interrelacionados, mediante un diálogo internacional constructivo y de
cooperación, el fomento de las capacidades, la asistencia técnica y el
reconocimiento de las buenas prácticas, a la vez que garantiza el
ejercicio pleno de todos los derechos humanos, incluido el derecho al
desarrollo como derecho inalienable, fundamental y universal y como
parte integral de los derechos humanos universalmente reconocidos, a fin
de fomentar una paz y prosperidad colectivas y sostenibles en todo el
mundo. Subrayaron la significación histórica de la aprobación de la
Declaración del Derecho al Desarrollo hace treinta años, promovida por
el Movimiento de Países No Alineados, que exige un profundo cambio en la
estructura económica internacional, incluida la creación de las
condiciones económicas y sociales que son favorables para los países en
desarrollo. Asimismo, una vez más expresaron que los derechos humanos
deben consolidarse mediante la adhesión a los principios fundamentales
de universalidad, transparencia, imparcialidad, no selectividad, no
politización, y objetividad a la vez que busque la consecución de los
derechos humanos para todos, con arreglo a los principios contenidos en
la Declaración de Viena de 1993.
6. Sanciones unilaterales:
Expresaron su condena a la promulgación y aplicación de medidas
coercitivas unilaterales contra los países del Movimiento en
contravención de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho
Internacional, en particular, los principios de no intervención, libre
determinación, e independencia de los Estados sujetos a tales prácticas.
En este sentido, reiteraron su decisión de denunciar y exigir la
anulación de dichas medidas que afectan los derechos humanos e impiden
el pleno desarrollo económico y social de los pueblos sometidos a las
mismas. De igual forma, reafirmaron que cada Estado tiene plena
soberanía sobre la totalidad de su riqueza, recursos naturales y
actividad económica, para ejercerlos libremente.
7. Terrorismo:
Reiteraron que el terrorismo constituye una de las más graves amenazas a
la paz y seguridad internacionales. Por ende, reafirmaron su enérgica
condena a los actos terroristas en todas sus manifestaciones y formas,
cualesquiera sean sus motivaciones, donde quiera y por quien quiera los
hayan cometido. Condenaron además la destrucción del patrimonio cultural
y de sitios religiosos, así como los crímenes de lesa humanidad por
partes de grupos terroristas, entre otros, por motivos de religión o
credo.
Asimismo, reconocieron la amenaza que representa
actualmente este despreciable flagelo, en particular, las actividades
llevadas a cabo por grupos terroristas tales como el Talibán, Al-Qaeda,
EIIL (Daesh) y sus entidades asociadas, Jabhat Al Nusra, Boko Haram, Al
Shabab y otras entidades designadas por las Naciones Unidas, incluido el
fenómeno de los terroristas extranjeros y la difusión del extremismo
violento que puede conducir al terrorismo, lo que hace necesario que los
estados prevengan y combatan el terrorismo en todas sus formas y
manifestaciones, incluida su financiación y la transferencia ilícita de
armas de forma decisiva y coordinada, con la estricta adhesión a las
disposiciones contenidas en la Carta de las Naciones Unidas y demás
obligaciones contraídas en virtud del derecho internacional. En este
sentido, consideraron que la aprobación de un futuro Convenio Integral
para Combatir el Terrorismo Internacional podría complementar el
conjunto de instrumentos legales internacionales existentes, incluida la
aplicación de la Estrategia Mundial de las Naciones contra el
Terrorismo.
Además, reafirmaron que el terrorismo y el extremismo
violento como vía conducente al terrorismo no puede ni debe asociarse a
ninguna religión, nacionalidad, civilización ni grupo étnico, y que
tales atribuciones no deben ser utilizadas para justificar el terrorismo
ni las medidas de lucha contra el terrorismo que incluyen, entre otras,
la elaboración de perfiles de sospechosos terroristas y la intromisión
en la vida privada de los individuos.
8. Diálogo entre civilizaciones:
Subrayaron la importancia de promover el respeto a la diversidad
cultural, social y religiosa, a fin de promover una cultura de paz,
tolerancia y respeto entre sociedades y naciones, mediante el diálogo
intercultural, interreligioso y entre civilizaciones. Asimismo,
reconocieron la importancia del diálogo interreligioso e intercultural y
la valiosa contribución que pueden hacer para elevar el nivel de
concientización y de entendimiento de los valores comunes compartidos
por toda la humanidad, así como al fomento del desarrollo social,
económico, la paz y la seguridad.
9. Situación en el Oriente Medio, incluida la cuestión de Palestina: Reafirmaron
una vez más que la ocupación israelí de los Territorios Palestinos
Ocupados, incluido Jerusalén Oriental, constituye un factor
desestabilizador en la región, y como tal, exigieron la retirada de la
Potencia Ocupante de dichos territorios ocupados desde junio de 1967, en
consonancia con las Resoluciones 242 y 338 y demás Resoluciones
pertinentes del Consejo de Seguridad y la Asamblea General de las
Naciones Unidas. Reiteraron que la continuada injusticia contra el
pueblo palestino como resultado de la ocupación israelí y sus políticas y
prácticas conexas, incluida, entre otras, la construcción y expansión
de asentamientos, la demolición de casas, los actos de castigo colectivo
contra la población civil, incluido el encarcelamiento y el arresto de
miles de civiles y el bloqueo ilegal de la Franja de Gaza constituyen la
fuente principal de violación de los derechos humanos del pueblo
palestino, negándoles su legítimo derecho a la libre determinación y la
independencia. Exhortaron a las partes a realizar todos los esfuerzos
posibles para reanudar y apoyar un proceso de paz convincente basado en
los términos de referencia y los parámetros de larga data con miras a
lograr una paz duradera justa e integral basada en la solución de dos
Estados, con las fronteras internacionalmente reconocidas antes de 1967,
teniendo en cuenta la Iniciativa de Paz Árabe.
Procuran una
solución integral y justa a la causa de los palestinos refugiados con
arreglo a la resolución 194 de la Asamblea General de las Naciones
Unidas y la Iniciativa de Paz Árabe, que preserve la seguridad,
estabilidad y paz de todos los países de la región.
Además,
condenaron las medidas tomadas por Israel, la Potencia ocupante, para
modificar el estatus legal, territorial y demográfico del Golán sirio
ocupado. En este sentido, exigieron una vez más que Israel acate la
resolución 497 (1981), y se retire completamente del Golán sirio ocupado
a las fronteras del 4 de junio de 1967, en cumplimiento de las
resoluciones 242 (1967) y 338 (1973).
10. Reforma de las Naciones Unidas:
Reiteraron la necesidad de recuperar y fortalecer la autoridad de la
Asamblea General como órgano más democrático, responsable, universal y
representativo de la Organización. En este sentido, exhortaron al
establecimiento de una relación harmonios y equilibrada entre los
principales organismos de la Organización, sobre la base de las
prerrogativas conferidas en virtud de la Carta de las Naciones Unidas.
Instaron además a la reforma del Consejo de Seguridad, a fin de
transformarlo en un órgano más democrático, eficaz, eficiente,
transparente y representativo y en consonancia con las realidades
geopolíticas actuales.
11. Selección y nombramiento del Secretario General de las Naciones Unidas:
Subrayaron el papel primordial que desempeña la Asamblea General en el
proceso de elección y nombramiento del Secretario General de las
Naciones Unidas, al tiempo que reafirmaron la necesidad de una mayor
transparencia e inclusión en el procedimiento actual de elección y
nombramiento del Secretario General de las Naciones Unidas de
conformidad con los principios de rotación geográfica y equidad de
género.
12. Operaciones para el mantenimiento de la paz:
Reafirmaron que las operaciones para el mantenimiento de la paz deben
llevarse a cabo en estricto cumplimiento de los principios y propósitos
consagrados en la Carta, y recalcaron que el respeto a los principios de
soberanía, integridad territorial e independencia de los Estados, así
como de no injerencia en los asuntos internos, son elementos
fundamentales de los esfuerzos conjuntos de promoción de la paz y la
seguridad internacionales. En este sentido, reiteraron que el respeto a
los principios básicos de mantenimiento de la paz; a saber, el
consentimiento de las partes, imparcialidad, y la no utilización de la
fuerza excepto en defensa propia, es esencial para el éxito de las
operaciones de mantenimiento de la paz. También tomaron nota de los
informes del Grupo Independiente de Alto Nivel sobre las Operaciones de
Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas y del Grupo Consultivo de
Expertos sobre el Examen de la Estructura de par a la Consolidación de
la Paz, y en este sentido, recalcaron la importancia de mantener
contactos periódicos y una estrecha coordinación en la aplicación de las
recomendaciones pertinentes.
13. Metas del Desarrollo Sostenible:
Reiteraron su voluntad de trabajar hacia la plena aplicación del
Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible, sin dejar a nadie rezagado,
recordando que el Programa se basa en las personas y es universal y
transformador. De igual forma, reafirmaron la necesidad de lograr las 17
Metas del Desarrollo Sostenible del Programa y sus 169 objetivos para
todas las naciones y pueblos, y para todos los sectores de la sociedad,
de manera integrada e indivisible, teniendo en cuenta las tres
dimensiones del desarrollo sostenible: la económica, la social y la
ambiental. Igualmente, reiteraron que el fin de la pobreza y el hambre
en todas sus formas y dimensiones es el desafío mundial más grande y un
requisito indispensable para alcanzar el desarrollo sostenible y, en
este sentido, reafirmaron todos los principios reconocidos en el
Programa, en particular el principio de las Responsabilidades Comunes
pero Diferenciadas. Además, subrayaron la importancia de que los países
desarrollados cumplan sus compromisos en relación con el otorgamiento de
financiación, la transferencia de tecnología adecuada y el fomento de
las capacidades en los países en desarrollo, a fin de garantizar el
logro de las Metas del Desarrollo Sostenible.
También reiteraron
su apoyo al fortalecimiento del sistema multilateral del comercio con el
objetivo de proporcionar un ambiente propicio para el desarrollo,
garantizando igualdad de condiciones para los países en desarrollo en el
comercio internacional, lo que constituye un instrumento para lograr un
crecimiento económico inclusivo y reducir la pobreza, a la vez que
contribuye también al fomento del desarrollo sostenible. En este
sentido, reiteraron su determinación de avanzar en el contexto del
Programa de Doha para el Desarrollo, teniendo en cuenta las necesidades
para el desarrollo de los países en desarrollo. Además, recalcaron la
importancia de aumentar la Ayuda al Comercio y el fomento de las
capacidades, a fin de fortalecer la participación de los países en
desarrollo en las Cadenas de Valor Mundiales y promover la
interconectividad y la integración económica interregional.
14. Promoción de la Educación, la Ciencia y la Tecnología para el Desarrollo:
Ratificaron su compromiso de combatir contra el analfabetismo como
forma de contribuir a erradicar la pobreza y la exclusión social, a la
vez que tomaron nota de que la educación es un derecho humano
inalienable que debe incluir a todos los sectores de la sociedad. Al
respecto, recalcaron que el uso de la ciencia y la tecnología es
esencial para enfrentar los retos de desarrollo de los países del Sur.
Por tanto, la transferencia de tecnología desde los países
desarrollados, en condiciones favorables, es vital para garantizar el
desarrollo sostenible, en beneficio de todos los pueblos del mundo.
15. Cambio climático:
Ratificaron que el cambio climático es uno de los desafíos más grandes
de estos tiempos y expresaron sentirse muy alarmados con el continuo
aumento de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo.
Expresaron preocupación acerca del incremento de los efectos adversos
del cambio climático, en particular en los países en desarrollo, los
cuales están socavando de manera severa sus esfuerzos por erradicar la
pobreza y alcanzar el desarrollo sostenible.
En este sentido,
reiteraron las preocupaciones y particularidades de todos los países en
desarrollo, sobre la base de las disposiciones de la Convención Marco de
las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, particularmente en
relación con la aplicación del principio de las Responsabilidades
Comunes pero Diferenciadas, y a la luz de las responsabilidades
históricas de los países desarrollados. Por tanto, instaron a los países
desarrollados a cumplir sus compromisos de otorgar financiación,
transferir tecnología adecuada y fomentar las capacidades de los países
en desarrollo.
Además, esperan con interés la realización de la
XXII Conferencia de los Estados Partes de la Convención Marco de las
Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, del 7 al 18 de noviembre de
2016, en Marrakech, en el Reino de Marruecos.
16. Gobernanza económica:
Reafirmaron que la reforma de la estructura financiera internacional
requiere la democratización de las instituciones de Bretton Woods que
toman decisiones (el FMI y el Banco Mundial). Por eso, es necesario
ampliar y fortalecer el nivel de participación de los países en
desarrollo en los procesos internacionales de toma de decisiones, de
elaboración de leyes económicas, y en la gobernanza de un nuevo orden
económico mundial. Además, expresaron su preocupación por los efectos
negativos que los paraísos fiscales pueden tener en la economía mundial,
en particular en los países en desarrollo.
17. Cooperación Sur-Sur:
Reiteraron que la Cooperación Sur-Sur es un elemento importante de la
cooperación internacional para el desarrollo sostenible de sus pueblos,
como complemento y no como sustituto de la Cooperación Norte-Sur, la
cual permite la transferencia de tecnologías adecuadas, en condiciones
favorables y en términos preferenciales. Al respecto, ratificaron que la
Cooperación Sur-Sur es una expresión de solidaridad y cooperación entre
los países y pueblos del Sur, que contribuye a su bienestar nacional,
guiada por los principios de respeto a la soberanía, a la titularidad e
independencia nacionales, la igualdad, la incondicionalidad, la no
injerencia en los asuntos internos, y el beneficio mutuo.
18. Solidaridad Internacional:
Reconocieron que la respuesta de la comunidad internacional a las
pandemias que representan una amenaza a la salud pública y en casos de
desastres naturales es un ejemplo a seguir en material de solidaridad y
cooperación internacional. En este sentido, destacaron los esfuerzos de
la comunidad internacional para contrarrestar y erradicar la propagación
de varias pandemias, entre ellas, el Ébola, así como para enfrentar las
consecuencias de los desastres naturales alrededor del mundo.
19. Refugiados y migrantes:
Acogieron con beneplácito la convocatoria a la Reunión de Alto Nivel
para abordar los grandes desplazamientos de refugiados y migrantes a
celebrarse el 19 de septiembre en Nueva York, que constituye una
oportunidad para que la comunidad internacional discuta respuestas a
este creciente fenómeno mundial que afecta mayormente a mujeres y niños.
Reconocieron
las agudas emergencias humanas que provoca el elevado número de
refugiados, sobre todo a causa de los conflictos en los territorios de
los distintos Estados Miembro del Movimiento. Recalcaron además la
importancia de traducir las declaraciones políticas en apoyo concreto a
los países más afectados por este fenómeno, así como de ayudar a los
países y las comunidades receptoras.
Asimismo, reconocieron la
contribución histórica que la migración internacional ha hecho a las
naciones desde el punto de vista económico, político, social y cultural
y, en este sentido, reafirmaron la responsabilidad de los Gobiernos, a
todos los niveles, de salvaguardar y proteger los derechos de los
migrantes de conformidad con el derecho internacional y las
legislaciones nacionales, incluida la aplicación y, si fuere necesario,
el fortalecimiento de las leyes existentes contra todos los actos
ilegales o violentos; en particular, de aquellos que inciten a las
discriminación étnica, racial, sexual y religiosa, así como contra los
crímenes cometidos contra migrantes por motivos racistas o xenófobos,
por individuos o grupos, en particular en el contexto de la crisis
económica mundial que acrecienta la vulnerabilidad de los migrantes en
los países receptores.
20. Jóvenes, Mujeres, Paz y Seguridad:
Reconocieron el importante papel que los jóvenes y las mujeres
desempeñan en la prevención y solución de conflictos, así como en los
esfuerzos de mantenimiento y consolidación de la paz. En este sentido,
subrayaron la necesidad de lograr la plena igualdad y el empoderamiento
de la mujer, incluida su participación en esos procesos. Tomaron nota
del Informe del Grupo Consultivo de Alto Nivel para el Estudio Mundial
sobre la Aplicación de la Resolución 1325 (2000) del Consejo de
Seguridad sobre la Mujer, la paz y la seguridad y reiteraron su firme
compromiso de aunar esfuerzos en la lucha contra todas las formas de
violencia y discriminación contra las mujeres.
21. Nuevo Orden Mundial de la Información y de la Comunicación:
Hicieron hincapié en la necesidad de que las estrategias de información
y comunicación estén profundamente arraigadas en los procesos
históricos y culturales y exhortaron a los medios de difusión de los
países desarrollados a respetar a los países en desarrollo en la
formulación de sus opiniones, modelos y perspectivas con el fin de
ampliar el diálogo entre las civilizaciones. Asimismo, reiteraron su
profunda preocupación por el uso de los medios como una herramienta de
propaganda hostil contra los países en desarrollo con el objetivo de
socavar sus gobiernos y resaltaron la necesidad de crear medios y
fuentes de comunicación alternativos, libres, plurales y responsables,
que reflejen las realidades e intereses de los pueblos del mundo en
desarrollo.
Isla de Margarita, República Bolivariana de Venezuela
17 y 18 de septiembre de 2016
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