Gisela Brito
Entre el 13 y el 18 de septiembre, Venezuela fue sede de la XVII Cumbre del Movimiento de Países No Alineados (MNOAL). El encuentro se celebró en la Isla Margarita bajo el lema “Unidos por el camino de la paz” con la presencia de representantes de los 120 países miembro del bloque. En la cumbre se realizó el traspaso de la presidencia pro tempore del MNOAL entre la República Islámica de Irán y la República Bolivariana de Venezuela con la presencia de ambos mandatarios.
La realización del evento en el país caribeño es importante por dos
motivos. En primer lugar, la Cumbre proyecta una imagen de liderazgo
internacional de Venezuela contraria al relato de aislamiento del país
que pretende instalar mediáticamente la prensa hegemónica. Lejos de esa
matriz mediática, en la actualidad, Venezuela es miembro del Consejo de
Seguridad de la ONU, integra el Consejo Económico y Social, y el Consejo
de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, preside Unasur, Mercosur[1] y, ahora asume la presidencia del MNOAL.
Por
otro lado, los sectores de oposición al gobierno de la revolución
bolivariana habían anunciado importantes manifestaciones en Isla
Margarita e incluso que la Asamblea Nacional, de mayoría opositora,
sesionaría allí para cuestionar la realización de la Cumbre. Nada de eso
tuvo lugar. Por el contrario, el encuentro se realizó en total
normalidad, y la oposición se manifestó de forma minoritaria en
diferentes ciudades del país.
I
El Movimiento de Países No Alineados está integrado por 120 países (53
de África, 39 de Asia, 26 de América Latina y el Caribe, y 2 de Europa.
17 países son observadores, entre ellos China y Brasil)[2].
El bloque aglutina más del 60% de los países miembros de la ONU y
abarca el 55% de la población mundial. Su origen se remonta a mediados
del siglo XX en el contexto de la guerra fría, cuando un importante
número de países se organizaron para marcar una tercera posición
autónoma de las dos grandes potencias del mundo bipolar de entonces,
EEUU y la URSS.
El precedente fundamental de la creación del MNOAL fue la Conferencia
de Bandung celebrada en 1955 en el marco de los procesos de
descolonización en África y Asia. En su primera conferencia (1961), el
MNOAL adoptó los diez principios rectores de las relaciones
internacionales que se habían establecido en Bandung[3].
Entre sus fines y objetivos están el respeto a la soberanía e
integridad territorial de los Estados; el reconocimiento de la igualdad
de todas las razas y de todas las naciones, grandes y pequeñas; la
diplomacia de paz para la resolución de conflictos. Desde entonces, es
el principal foro político internacional que promueve la paz y aboga
contra todas las formas de imperialismo y neocolonialismo. En 2006, en
el marco de la XIV Cumbre celebrada en Cuba se acordó la reformulación
de los propósitos y principios del movimiento adaptándolos a la
coyuntura internacional del siglo XXI[4].
II
El
escenario político y económico mundial actual difiere profundamente del
contexto de conformación del MNOAL. No obstante, las principales
reivindicaciones de la organización política continúan teniendo plena
vigencia en el marco de la hegemonía de la globalización neoliberal:
reestructuración del Consejo de Seguridad de la ONU, fortalecimiento de
la cooperación sur-sur, reducción de las desigualdades y respeto al
derecho internacional.
La configuración geopolítica mundial tras la finalización de la guerra
fría se caracteriza por la consolidación de la hegemonía del sistema
financiero neoliberal, pero también por una reconfiguración en el
reparto del poder, que no recae en una única potencia hegemónica
estatal, ni en una configuración bipolar, sino en un escenario complejo
de interrelaciones donde además de los Estados nacionales intervienen
con un rol creciente poderes económicos transnacionales. Existe un
sistema hegemónico sin una única potencia hegemónica, en el que
coexisten varias superpotencias o bloques que compiten por la definición
de las reglas de juego. La principal característica de la nueva
configuración global es que los Estados son cada vez más
interdependientes y su autonomía y soberanía para definir las políticas
que afectan a su comunidad de referencia es cada vez más limitada.
Problemas globales requieren respuestas más allá de las fronteras
nacionales. De ahí que las alternativas a ese sistema deban configurarse
a partir de la articulación entre Estados. La XVII Cumbre es una
oportunidad de fortalecer las alianzas políticas entre Estados en la
configuración de una alternativa contrahegemónica para el sistema
económico como la que también plantean otros bloques (G77+China y los
BRICS) [5].
III
La Declaración de Margarita, aprobada por los Jefes y Jefas de Estado y
de Gobierno de los países miembros del MNOAL en la XVII Cumbre incluye
21 puntos centrales entre los que están[6]:
- Reestructuración de la Organización de Naciones Unidas que incluya la ampliación de su Consejo de seguridad para abrir la participación a potencias emergentes y la democratización de los mecanismos de elección de la Secretaría General y la toma de decisiones en el organismo que esta semana celebra su 71º conferencia ordinaria en Washington DC.
- Retomar la reivindicación histórica de un nuevo orden económico internacional en el marco de emergencia de nuevos bloques regionales y alianzas económicas entre países emergentes.
- Democratización de las instituciones del sistema financiero internacional, específicamente el FMI y el Banco Mundial.
- Avanzar en la aplicación del Programa 2030 para el Desarrollo Sostenible fortaleciendo un sistema multilateral de comercio.
- Reivindicar la democratización de la comunicación y la información, en los países del sur y condenar el uso de los medios de comunicación como “herramienta de propaganda hostil contra los países en desarrollo”.
- Cooperación sur-sur y agenda de diplomacia de paz.
- Apoyo a la causa del pueblo palestino.
- Lucha contra el terrorismo y establecimiento de una zona libre de armas nucleares en Medio Oriente en el marco de una política de desarme y seguridad internacional.
Notas
[1]
Recientemente, el bloque se encuentra atravesando un conflicto
institucional aún no resuelto luego de que los gobiernos de la República
Argentina y la República del Paraguay, y el gobierno de facto de la
República Federativa de Brasil rechazaran el legítimo derecho de
Venezuela a ejercer la presidencia pro tempore del organismo. Al
respecto puede consultarse la declaración de la Bancada Progresista del
Parlasur en la que se expone el conflicto.
[2] Sitio oficial de la XVI Cumbre del MNOAL, http://mnoalvenezuela.org/?us_portfolio=creative-project-video
[3] Sitio oficial de la XVI Cumbre del MNOAL, http://mnoalvenezuela.org/?us_portfolio=creative-project-image
[4]
Declaración sobre los propósitos y principios y el papel del Movimiento
de Países No Alineados en la coyuntura internacional actual (2006).
Disponible en:
[5]
Existe un antecedente resaltable en la historia del MNOAL respecto a su
rol en la escena internacional. A inicios de la década del setenta,
años en que comenzaron a sentarse las bases del sistema económico y
político hoy hegemónico, el MNOAL -que estaba en su etapa de mayor
apogeo- promovió dos iniciativas de enorme relevancia que llegaron a las
máximas instancias de la ONU, aunque fueron vetadas por las grandes
potencias: un “Nuevo Orden Internacional de la Economía” y “Nuevo Orden
Internacional de la Información”. Ambas iniciativas apuntaban a
denunciar la concentración oligopólica de los recursos económicos y de
los medios de comunicación, dos temas que siguen siendo prioritarios en
la agenda política actual de los países periféricos y que sobrevolaron
las disertaciones de la XVII Cumbre. Ver http://www.redalyc.org/pdf/160/16007002.pdf
[6] El texto completo de la declaración está disponible en http://mnoalvenezuela.org/?page_id=6642
Gisela Brito / CELAG
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