Adital
Por Karla Díaz Martínez*
Lo que en términos bien generales son las
bases del neoliberalismo, que ya más bien entraba en crisis en aquellos
tempranos años del siglo XXI. Y ahí se escuchó la voz de Hugo Chávez, la voz de
Venezuela, que era la voz de los movimientos sociales y populares
latinoamericanos, que no tenían voz en esos espacios. El Gobierno de Venezuela
puso en cuestión aquella noción de democracia, incuestionable hasta ese
entonces, y se introdujo en el debate la idea de democracia participativa y
protagónica, tal como lo planteaba la que en ese entonces era la Nueva
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. En aquella discusión se
habló de "soberanía popular", de "autodeterminación
nacional", de "participación social protagónica" y de
"justicia social" como criterio de distribución del producto
económico. Por esos días se aprobó la Carta Democrática Interamericana, que no
incorporó las nociones expuestas por Venezuela, pero que ha servido para
afianzar una democracia liberal que lo que busca en último término es excluir a
cualquier forma de organización política que no se corresponda con el paradigma
occidental dominante. Pero se comenzó a hablar de participación, de
protagonismo y de justicia social junto con democracia.
Cuatro años más tarde,
en 2005, se convoca la IV Cumbre de las Américas, en Mar de Plata-Argentina, y
esta sí que fue histórica. En esa Cumbre se derrotó al ALCA, y sin profundizar
mucho llegamos a la conclusión de que la propuesta de democracia hecha en 2001
era condición necesaria para el desarrollo económico, y ese desarrollo se
alcanzaría con el Área de Libre Comercio de las Américas. Las piezas todas
encajan! En Mar del Plata se escucharon varias voces, ya no era Venezuela sola,
se escuchó la voz de Argentina y de Brasil, y todavía podemos recordar la cara
de Bush que creía estar escuchando mal, cuando se echaba por tierra la
propuesta norteamericana. También se escuchó la voz de los pueblos, porque tuvo
lugar una de las más importantes concentraciones de movimientos sociales y populares
de la región, que marcharon, bajo la lluvia, para hacerse sentir. Y entonces ya
no sólo se hablaba de democracia participativa sino que ya se practicaba. Y ya
no sólo se hablaba de antiimperialismo, sino que se derrotaba el ALCA, se
derrotaba al imperio.
Con ese
panorama de fondo, lo que está en juego en esta Cumbre, en el espacio
institucional, es la contundencia en la respuesta que de la región. Hasta ahora
las manifestaciones han sido varias, de solidaridad hacia Venezuela y de
rechazo hacia el nefasto decreto. En el ámbito de los movimientos sociales,
también son amplias las expectativas. Los organizadores proyectan la
participación de 1800 personas de toda la región. Los movimientos sociales de
Venezuela que participaran de la Cumbre de los Pueblos, movimientos de jóvenes,
de mujeres, de trabajadores, de campesinos y de indígenas nos proyectamos
diversos frentes de lucha: - Profundizar el tejido de redes de organización
popular, que en los espacios nacionales tienen la responsabilidad de desmontar,
desenmascarar las acciones de las burguesías locales, sus movilizaciones y
marchas. El presidente Correa ha denunciado un intento de restauración
conservadora en América Latina, a propósito de las multitudinarias marchas
organizadas por la derecha en Brasil, Argentina y Ecuador en días recientes,
todas con elementos comunes que indican que son parte de un plan regional, no
son iniciativas aisladas. Y que sin duda, han tenido su cara más violenta en
Venezuela: con guarimbas y muertos, y los delincuentes detenidos mal llamados
"presos políticos" que sirven para hacer el escándalo mediático y
hasta para justificar sanciones de EE.UU. - Visibilizar las fuerzas de la
organización revolucionaria latinoamericana, y hacer contrapeso a toda la derecha
organizada en "sociedad civil" que tradicionalmente ocupa los
espacios institucionales de la OEA, y es muy bien atendida por los medios de
comunicación, especialmente los defensores de derechos humanos tan bien
posicionados en ese ámbito. Aquí juegan un rol fundamental los medios de
comunicación alternativos y las redes sociales para comunicar y socializar las
acciones y declaraciones de la Cumbre de los Pueblos. - Ocupar el espacio de la
Cumbre de las Américas e incorporar un espacio alternativo donde se discutan los
temas que son excluidos, y ahí exigir a los gobiernos atención a las demandas
sociales. - Demostrar en la acción la solidaridad de las bases sociales con
Venezuela, que es con Nuestramérica toda, ante las pretensiones imperiales,
solidaridad que es también una forma de enfrentar al imperio, y la vía para
conseguir un histórico triunfo antiimperialista de los pueblos.
*Vocera
del Frente de Resistencia Guaicaupuro. Abogada venezolana, Magister en
Sociología del Desarrollo en América Latina. Profesora e investigadora de la
Universidad Bolivariana de Venezuela.
Fuente:teleSURtv
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